Literatura costarricense
La literatura costarricense tiene raíces en la colonización y está marcada por influencias europeas. Porque Costa Rica es un país joven, su tradición literaria también es joven. La historia de la literatura costarricense data de finales del siglo XIX.
Cronología
Actualmente, la cronología más aceptada de la literatura costarricense es la propuesta por el profesor Álvaro Quesada Soto. Según Soto, desde las primeras publicaciones literarias en Costa Rica a finales del siglo XIX, hasta la actualidad, existen cinco períodos literarios, que tradicionalmente se denominan “generaciones”. Sin embargo, estos períodos no son "generaciones" en el sentido literario tradicional. Así, los períodos de la literatura costarricense son los siguientes.
La generación del Olimpo (1890-1920)
Estos son los escritores dentro del modelo del Estado liberal oligárquico. La literatura de esta época se caracteriza por haber sido escrita durante un proceso de formación y consolidación de una conciencia nacional.
- Manuel Arguello Mora
- Manuel de Jesús Jiménez
- pio viquez
- Roberto Brenes Mesen
- Aquileo Echeverria
- ricardo fernández guardia
- Carlos Gagini
- Manuel González Zeledón
La generación del repertorio (1920-1940)
Llamado así por su vínculo con la revista Repertorio Americano de Joaquín García Monge. Durante este período hubo una crisis del régimen oligárquico liberal, por lo que la literatura de la época se caracteriza por nuevas formas de lenguaje, como el estilo grotesco, el humor feroz y corrosivo, la parodia y la sátira.
- Joaquín García Monge
- omar dengo
- carmen lira
- mario sancho
- max jimenez
La generación de los 40 (1940-1960)
Durante esta época se implantó la socialdemocracia en Costa Rica. Fue una época de cuestionamiento y renovación, con grandes reformas sociales y una nueva concepción del Estado. Los principales temas literarios incluyeron problemas sociales, distribución de tierras y corporaciones transnacionales.
- José Basileo Acuña.
- Isaac Felipe Azofeifa
- Fabian Dobles
- carlos luis fallas
- Joaquín Gutiérrez
- Julián Marchena
- Yolanda Oreamuno
- José Marín Cañas
- Carlos Luis Sáenz
- carlos salazar herrera
- moisés vicenzi
La generación urbana (1960-1980)
En este momento, la modernización y la industrialización tomaron forma en Costa Rica. En la literatura de esta época la ciudad es el tema predominante.
- Alberto Cañas
- Jorge Charpentier
- daniel gallegos
- Virginia Grutter
- carmen naranjo
- eunice odio
- Samuel Rovinsky
- jose leon sánchez
- laureano alban
- julieta dobles
- Jorge Debravo
- alfonso chase
La generación del desencanto (1980-presente)
En la década de 1980 comenzó un nuevo período de la literatura costarricense. Durante este tiempo se ha producido un alejamiento de las tendencias que han caracterizado la literatura costarricense desde sus inicios. En particular, se ha abandonado el realismo y han aparecido nuevas formas de escritura a su paso. Esto ha dado lugar a una pluralidad de estilos, tiempos y espacios dentro de la literatura costarricense. Sin embargo, las obras tienden a encuadrarse dentro de un mismo contexto temático: el desencanto con el modelo de Estado brindado por los políticos costarricenses.
Historia
Orígenes
Según el teórico literario Álvaro Quesada, "La formación de una literatura nacional en Costa Rica fue similar, en términos generales, a la formación de literaturas nacionales en otros países latinoamericanos, particularmente los de Centroamérica. Este proceso formó parte de un esfuerzo más amplio, la construcción o invención de la 'nación', como una 'comunidad imaginada' más que como una realidad sustantiva: un esfuerzo que respondía entonces a un proyecto de unificación y centralización del poder económico, político e ideológico en torno a un grupo hegemónico criollo vinculado a la exportación de productos agrícolas para el mercado internacional.
Hay autores reconocidos hoy que datan del siglo XIX. Entre ellos se encuentran los pertenecientes a la "Lira costarricense" como Aquileo J. Echeverría y Lisímaco Chavarría, y los de la generación Olympus como Carlos Gagini y Ricardo Fernández Guardia. Sin embargo, no es hasta el siglo XX que se puede hablar de una literatura costarricense consolidada y coherente.
Siglo veinte
La literatura costarricense del siglo XX continuó influenciada por la literatura europea.
Modernismo
La literatura de principios de siglo marcó una nueva etapa en la vida cultural costarricense. En esta época, el modernismo no tuvo mucha influencia a pesar de la estancia de Rubén Darío en el país, donde escribió poemas y publicó artículos en periódicos locales. El modernismo no fue tan importante en Costa Rica como en otros países latinoamericanos. Sin embargo, llegó particularmente tarde a la poesía. El modernismo se puede ver mezclado con temas nacionales tanto en la obra de escritores partidarios del modernismo (por ejemplo, Fernández Guardia) como en la de los que se oponen a él (por ejemplo, Gagini y Magón).
A partir de la década de 1920 se produjo un giro en el discurso de la literatura modernista en Costa Rica, en el que los escritores dejaron de lado la idealización del mundo europeo elogiada por escritores anteriores y se centraron en una realidad más inmediata e introspectiva. Así comenzó el posmodernismo o modernismo tardío. Como resultado, personajes y ambientes de la mitología grecorromana y alemana, que habían sido comunes, aparecieron con menos frecuencia.
Los nuevos modernistas, o posmodernistas, continuaron empleando el estilo habitual de los Précieuses, esta vez con un contenido diferente. Los poetas notables de esta época incluyen a Roberto Brenes Mesén, Rogelio Sotela, Lisímaco Chavarría, Rafael Cardona, Rafael Estrada, Carlos Luis Sáenz y Julián Marchena. Marchena es uno de los más importantes a pesar de haber escrito un solo libro (Alas en fuga), que publicó en 1941, cuando el modernismo había quedado obsoleto en otros países hispánicos.
La generación de los 90
La generación de los 90 (la generación del 90) fue un grupo de escritores de finales del siglo XIX y principios del XX. Este período corresponde al apogeo del liberalismo, que provocó importantes cambios en las estructuras sociales y laborales.
A pesar de la convivencia de esta narrativa con el modernismo, la generación de los 90 planteó una narrativa de carácter, forma y contenido opuestos: con un fuerte carácter nacionalista (carácter antiimperialista), sin buscar paisajes remotos ni personajes de fábula. Sus libros fueron las primeras obras de protesta social contra los viejos valores morales y éticos del período oligárquico, los nuevos valores traídos por los empresarios, especialmente de los Estados Unidos, y la "sumisión" de los líderes políticos locales. Su crítica, sin embargo, fue de naturaleza social y no tomó la forma de oposición política.
Ejemplos de este movimiento son las novelas Las hijas del campo y El moto de Joaquín García Monge, que critican duramente la vieja sociedad rural y la oligarquía de los caciques, y El árbol enfermo y La caída del águila de Carlos Gagini, que advierte contra la peligro de influencia extranjera.
Movimiento de vanguardia
En las décadas de 1930 y 1940, una nueva generación de escritores, especialmente poetas, marcó un nuevo rumbo para la literatura. Tal es el caso de los poetas Isaac Felipe Azofeifa y Eunice Odio. El movimiento de vanguardia costarricense generalmente ha sido ignorado en el estudio de la literatura latinoamericana, aunque se admite que el movimiento costarricense era más pequeño y menos influyente internacionalmente que el de otros países. Otros escritores de este movimiento incluyeron a Max Jiménez, José Marín Cañas y Francisco Amighett. Este movimiento literario coincidió con el vanguardismo en las artes visuales, desarrollado por artistas como Francisco Zúñiga, el propio Amighetti, Juan Manuel Sánchez y Juan Rafael Chacón.
Generación de los 40
La generación de los 40 estuvo marcada por el realismo; sus obras abordaron temas de tierra, país y tenencia de la tierra. Estos escritores incluyeron a Joaquín Gutiérrez (Puerto Limón, Muramonos Federico, Te accordás hermano), Carlos Luis Fallas (Mamita Yunai), León Pacheco (Los pantanos del infierno) y José Marín Cañas (El infierno verde).
Círculo de poetas costarricenses
El círculo de poetas costarricenses es un grupo de poetas fundado por Jorge Debravo y Laureano Albán a principios de la década de 1960. Este grupo de poetas publicó el Manifiesto trascendentalista (1977), firmado por Laureano Albán, Julieta Dobles, Carlos Francisco Monge y Ronald Bonilla. Carlos Francisco Monge escribió el ensayo "Un manifiesto veinte años después" sobre el mismo tema en 1997; está incluido en su libro '
Generación de los 70
La generación de los 70 es un grupo de novelistas que ha criticado el agotamiento del proyecto político llevado a cabo tras la fundación de la Segunda República tras el fin de la guerra civil de 1948. Incluye a autores como Carmen Naranjo, Gerardo César Hurtado, Quince Duncan y Alfonso Chase.
Finales del siglo XX y principios del XXI
Entre los escritores nacidos antes de 1965 que han publicado obras posteriores a 1990 se encuentran Jorge Arroyo, Rodolfo Arias Formoso, Adriano Corrales Arias, Anacristina Rossi, Francisco Rodríguez Barrientos, Osvaldo Sauma, Guillermo Fernández Álvarez, Rodrigo Soto, Carlos Cortés, Jorge Arturo, Vernor Muñoz, Tatiana Lobo, Uriel Quesada, Ana Istarú, José María Zonta, Hugo Rivas (fallecido), Wilbert Bogantes, José Ricardo Chaves, Dorelia Barahona, Fernando Contreras Castro, Carlos Morales y Alexánder Obando.
Entre los poetas nacidos después de 1965 que han publicado después de 1990 se encuentran Juan Antillón, Mauricio Molina Delgado, David Maradiaga, Luis Chaves, Melvyn Aguilar, María Montero, Esteban Ureña, Jeanette Amit, Julio Acuña (fallecido), Alfredo Trejos, Joan Bernal, Gustavo Solórzano Alfaro, Mauricio Vargas Ortega, Alejandra Castro, Patrick Cotter, Felipe Granados (fallecido), Paula Piedra, Laura Fuentes, Camila Schumaher, David Cruz, Vivian Cruz, Alejandro Cordero, William Eduarte y Luis Chacón.
Los escritores de ficción nacidos después de 1965 que han publicado después de 1990 incluyen a Heriberto Rodríguez, Mauricio Ventanas, Catalina Murillo, Manuel Marín, Jessica Clark Cohen, Juan Murillo, Laura Quijano, Alí Víquez Jiménez, Marco Castro, Mario León, Guillermo Barquero, Antonio Chamu, Jesús Vargas Garita, Gustavo Adolfo Chaves, Carlos Alvarado, Albán Mora, David Eduarte, Diego Montero, Mauricio Chaves Mesén.
Grandes escritores
Los principales escritores costarricenses incluyen a Roberto Brenes Mesén, con sus poemas en En el silencio; Carmen Lyra, escritora de Cuentos de mi Tía Panchita; Carlos Luis Fallas Sibaja, con sus novelas Mamita Yunai, Gentes y gentecillas, Mi madrina y Marcos Ramírez; Fabián Dobles, con la novela El sitio de las abras; Joaquín Gutiérrez, con novelas como Puerto Limón, Muramonos, Federico y Te acordás, hermano; Yolanda Oreamuno con su novela La ruta de su evasión; Carlos Salazar Herrera, con Cuentos de angustias y paisajes; Eunice Odio, con su poemario Tránsito de fuego; e Isaac Felipe Azofeifa, con Cima del gozo.
Julián Marchena con su único poemario Alas en fuga; José León Sánchez, con la novela La isla de los hombres solos, Ana Antillón con poemarios que incluyen Antro Fuego, Jorge Debravo con poemarios que incluyen Nosotros los hombres; y Laureano Albán con libros como Herencia del otoño. Autores cuyas obras comenzaron a aparecer en las décadas de 1970 y 1980 incluyen a Rodolfo Arias, Jorge Arroyo, Carlos Cortés, Ana Istarú, Mía Gallegos, Carlos Francisco Monge, Rodrigo Quirós (1944–1997), Alfredo Trejos, Anacristina Rossi, Juan Carlos Olivas, Rodrigo Soto, Osvaldo Sauma, Milton Zárate y Juan Antillón con su multipremiado poemario Isla y otros libros.
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