Linfadenitis tuberculosa
Linfadenitis tuberculosa periférica (o adenitis tuberculosa) es una forma de infección tuberculosa que se produce fuera de los pulmones. En general, describe la infección tuberculosa de los ganglios linfáticos, que conduce a linfadenopatía. Cuando los ganglios linfáticos cervicales se ven afectados, comúnmente se denomina "escrófula". La mayoría de las infecciones tuberculosas afectan los pulmones y las infecciones extrapulmonares representan el resto; estos afectan más comúnmente al sistema linfático. Aunque la región cervical es la más comúnmente afectada, la linfadenitis tuberculosa puede ocurrir en todo el cuerpo, incluidas las regiones axilar e inguinal.
El elemento morfológico característico es el granuloma tuberculoso (tubérculo caseoso). Este está formado por células gigantes multinucleadas y (células de Langhans), rodeadas por agregados de células epitelioides, linfocitos de células T y fibroblastos. Los tubérculos granulomatosos eventualmente desarrollan necrosis caseosa central y tienden a confluir, reemplazando el tejido linfoide.
Epidemiología
La prevalencia exacta de la linfadenitis tuberculosa varía entre países y regiones, observándose tasas más altas en los países en desarrollo. Los estudios han demostrado que las mujeres pueden tener tasas más altas de linfadenitis tuberculosa en comparación con los hombres. Por el contrario, los hombres parecen tener tasas más altas de tuberculosis pulmonar. En regiones donde la tuberculosis no es endémica, muchos de los afectados por linfadenitis tuberculosa nacen en el extranjero. En general, la linfadenitis tuberculosa se observa con mayor frecuencia en pacientes inmunocomprometidos, como aquellos con VIH no controlado.
Causas
Mycobacterium tuberculosis es la causa más común de tuberculosis pulmonar y linfadenitis tuberculosa. Históricamente, la transmisión de Mycobacterium bovis por el consumo de lácteos fue otra causa frecuente de linfadenitis tuberculosa, pero la incidencia ha disminuido drásticamente en los países desarrollados desde la llegada de la pasteurización y otros esfuerzos para prevenir la tuberculosis bovina. En ocasiones, la linfadenitis tuberculosa ha sido causada por otras bacterias relacionadas, incluida M. kansasii, M. fortuitum, M. marinum y Mycobacterium ulcerans.
Signos y síntomas
La linfadenitis tuberculosa generalmente implica una inflamación gradual y generalmente indolora de los ganglios linfáticos afectados (denominada linfadenitis). La duración de los síntomas puede variar y oscila entre semanas y meses después de la aparición inicial. La afectación unilateral de los ganglios linfáticos representa la mayoría de los casos y la afectación de los ganglios linfáticos cervicales es la más común.
Además de los ganglios linfáticos inflamados, la persona puede experimentar fiebres leves, disminución del apetito o pérdida de peso. La infección por tuberculosis pulmonar puede coexistir con linfadenitis tuberculosa y causar síntomas adicionales como tos.
Etapas
Etapas de la linfadenitis tuberculosa:
- Lymphadenitis
- Periadenitis
- Absceso frío
- Absceso de 'Estude Collar'
- Sinus
La linfadenitis tuberculosa se conoce popularmente como absceso del collarín, debido a su proximidad a la clavícula y su parecido superficial con un collarín, aunque esta es solo una de las cinco etapas de la enfermedad. Uno o más ganglios linfáticos afectados también pueden estar en una parte diferente del cuerpo, aunque lo más habitual es tener al menos uno cerca de la clavícula. El elemento morfológico característico es el granuloma tuberculoso (tubérculo caseoso): células gigantes multinucleadas (células de Langhans), rodeadas de agregados de células epitelioides, linfocitos de células T y pocos fibroblastos. Los tubérculos granulomatosos evolucionan hacia una necrosis caseosa central y tienden a confluir, reemplazando el tejido linfoide.
Diagnóstico
El estándar de oro para el diagnóstico de linfadenitis tuberculosa es obtener un cultivo, aunque los resultados pueden tardar semanas. Una tinción positiva para bacterias acidorresistentes (BAAR) puede respaldar el diagnóstico. Otros métodos posibles incluyen pruebas de amplificación de ácidos nucleicos, aspiración con aguja fina (PAAF) o biopsia por escisión, el método más invasivo.
Los estudios complementarios para ayudar en el diagnóstico incluyen pruebas cutáneas de tuberculina, ensayos de liberación de interferón gamma o radiografías de tórax.
Tratamiento
El tratamiento de la linfadenitis tuberculosa implica un régimen de medicación antituberculosa durante al menos 6 meses. Esto incluye isoniazida, rifampicina, pirazinamida y etambutol, según la susceptibilidad al fármaco.
Si bien la extirpación quirúrgica de los ganglios linfáticos afectados junto con la terapia con antibióticos ha demostrado cierta eficacia, no existen recomendaciones formales para la cirugía para tratar la linfadenitis tuberculosa.