Liga Santa

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A partir de 1332, las numerosas Ligas Santas fueron una nueva manifestación del movimiento cruzado en forma de alianzas temporales entre las potencias cristianas interesadas. Las campañas exitosas incluyeron la captura de Smyrna en 1344, en la Batalla de Lepanto en 1571 y la recuperación de los Balcanes entre 1684 y 1697.

Según Arnaud Blin, "las Ligas Santas conservaron tanto el espíritu como el lenguaje de las Cruzadas", aunque en términos prácticos eran bastante diferentes. La iniciativa de una liga santa a menudo provenía de un poder secular, no del Papa, pero la participación papal era inevitable si se quería que los participantes tuvieran los mismos beneficios espirituales que una cruzada. Varios factores alentaron la transición de las cruzadas supranacionales a las alianzas estatales, incluido el surgimiento de las grandes potencias en Europa y la unificación del enemigo musulmán en la forma del Imperio Otomano.

Ligas sagradas