Leonardo de Mango
Leonardo de Mango (19 de febrero de 1843 - 1930) fue un pintor italiano del Imperio Otomano y luego turco, que desarrolló la mayor parte de su carrera en Estambul. Fue conocido por sus pinturas de paisajes que representaban temas orientalistas.

Biografía
De Mango, hijo mayor de una familia numerosa, nació en la ciudad de Bisceglie, cerca de Bari, en Italia, donde perfeccionó su talento innato para el dibujo hasta los diecinueve años.
En 1862, bajo el patrocinio de una familia aristocrática de Bari, ingresó en la Academia de Bellas Artes de Nápoles y estudió allí durante ocho años con Filippo Palizzi y Domenico Morelli. Morelli era un pintor que trataba temas orientalistas exóticos. Durante este período, de Mango también trabajó con Saverio Altamura, Bernardo Celentano, Raffaele d'Auria, Federico Maldarelli, Raffaele Postiglione y Giuseppe Mancinelli.
En 1883, De Mango se instaló en Estambul durante el reinado del sultán Abdul Hamid II, donde se sabe que fundó y enseñó durante algún tiempo en el departamento de pintura al óleo de la Escuela de Bellas Artes. Uno de sus alumnos fue Leone Minassian.
En 1911, durante la guerra de Tripolitania, el artista tuvo que abandonar Estambul por un breve período, pero regresó a la ciudad tras el Tratado de Ouchy, firmado el 15 de octubre de 1912. De Mango fue uno de los artistas que, por iniciativa de Alexander Vallaury, profesor del departamento de arquitectura de la Escuela de Bellas Artes, y de Regis Delbeuf, director del diario estambul Le Stamboul, organizaron en 1901 la primera exposición de pintura y escultura en Beyoğlu, denominada Exposiciones de Pera, en el Pasaje Oriental, una galería propiedad del comerciante francés Bourdon. Con 27 obras, De Mango fue el artista mejor representado en la exposición, como lo fue también en la de 1920, cuando, como uno de los 36 artistas, participó con 33 de sus propias pinturas. De Mango también tuvo 16 pinturas en la última de las Exposiciones de Pera, celebrada en 1903.
Pintó al aire libre y en su taller de Beyoğlu, reflejando la vida cotidiana de los diferentes distritos de Estambul hasta su muerte en 1930.
Paisajes oníricos de Estambul
De Mango evoca escenas idílicas en las pinturas que realizó en Fenerbahçe y Üsküdar, en la ondulada costa de Estambul. La superficie brillante y la calma serena del mar y los árboles a lo largo de la orilla realzan la atmósfera de ensueño. Además de estas escenas en el Mármara, el artista también representó una gran cantidad de otros lugares de Estambul, como Büyükdere, Göksu (las Dulces Aguas de Asia), el antiguo barrio musulmán de Eyüp, el distrito griego de Fanar, las Islas Príncipe, el Cuerno de Oro, la Punta del Serrallo y el Bósforo. A pesar de su poderoso uso, especialmente, del color en sus pinturas al óleo, no obstante, se observan problemas de perspectiva aquí y allá.
Artista prolífico, De Mango trabajó extensamente con óleo, acuarela, lápiz y tinta china. No sólo trató continuamente nuevos temas, sino que también se sabe que, a petición del público, reelaboró en su taller de Beyoğlu algunos de sus primeros estudios de Damasco, Beirut y Egipto a partir de bocetos que tenía a mano, y vendió la mayoría de ellos a sus clientes del Levante.
Con la proclamación de la República el 29 de octubre de 1923 y el traslado de la sede del gobierno a Ankara, la actividad artística en Estambul comenzó a perder impulso y el desarrollo se concentró en la nueva capital. Durante este período de formación en el arte de la pintura turca y su entorno, el artista estuvo, por tanto, muy alejado de los nuevos desarrollos. Debido a su avanzada edad, sus actividades se limitaron a dar clases en las mansiones del círculo cosmopolita en el que vivía y se movía, y a realizar exposiciones individuales en la Societa Operaia y la Casa d’Italia, ambas de gestión italiana. También realizó cuadros de santos a gran escala encargados por las diversas iglesias italianas de la ciudad.
De Mango en el Palacio de Dolmabahçe
De Mango, que llevaba una vida solitaria, era un hombre de suprema dignidad y nobleza, de carácter orgulloso y severo. Mediante una correspondencia regular con su hermano Carlo de Mango, que se encontraba en Italia, mantuvo estrechos vínculos con su familia y con su ciudad natal. Durante los últimos años del casi medio siglo que pasó en Estambul, De Mango atravesó dificultades económicas y vivió en una habitación individual que le había asignado Marcello Campaner en el “Palazzetto dei Dragomani” (la casa de los traductores), detrás de la Casa d’Italia. De Mango, que murió a los ochenta y ocho años, nunca se casó y siempre tuvo el anhelo de formar una familia. Se cree que Leonardo de Mango realizó unos 1500 dibujos y pinturas, tanto al óleo como a la acuarela, durante su estancia de 47 años en Estambul.