Lámina cribosa

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Parte del hueso etmoide en el cráneo

En la anatomía de los mamíferos, la placa cribiforme (en latín significa en forma de tamiz), la lámina horizontal o la lámina cribrosa es parte del hueso etmoides. Se recibe en la muesca etmoidal del hueso frontal y en el techo de las cavidades nasales. Sostiene el bulbo olfatorio y está perforado por agujeros olfatorios para el paso de los nervios olfatorios al techo de la cavidad nasal para transmitir el olor al cerebro. Los agujeros en la parte medial del surco permiten el paso de los nervios a la parte superior del tabique nasal, mientras que los agujeros en la parte lateral transmiten los nervios a la cornisa nasal superior.

Una placa cribiforme fracturada puede provocar disfunción olfativa, hematoma septal, rinorrea del líquido cefalorraquídeo (rinorrea del LCR) y posiblemente infección que puede provocar meningitis. La rinorrea del LCR (líquido transparente que sale de la nariz) es muy grave y se considera una emergencia médica. El envejecimiento puede hacer que las aberturas de la placa cribiforme se cierren, pellizcando las fibras nerviosas olfatorias. La reducción de los receptores olfativos, la pérdida del flujo sanguíneo y la mucosidad nasal espesa también pueden provocar alteraciones del sentido del olfato.

Estructura

La placa cribiforme es parte del hueso etmoides, que tiene baja densidad y es esponjoso. Es estrecho, con surcos profundos que sostienen el bulbo olfatorio.

Su borde anterior, corto y grueso, se articula con el hueso frontal. Tiene dos pequeñas alas (alas) salientes, que se reciben en las depresiones correspondientes del hueso frontal para completar el agujero ciego.

Sus lados son lisos, y en ocasiones abultados debido a la presencia de un pequeño seno de aire en su interior.

La cresta galli se proyecta hacia arriba desde la línea media de la placa cribiforme. El borde posterior largo y delgado de la cresta galli sirve para la inserción de la hoz del cerebro. A cada lado de la cresta galli, la placa cribiforme es estrecha y profundamente surcada. En la parte frontal de la placa cribiforme, a cada lado de la cresta galli, hay una pequeña fisura que está ocupada por una apófisis de duramadre.

Lateral a esta fisura hay una muesca o agujero que transmite el nervio nasociliar; desde esta muesca se extiende un surco hacia atrás hasta el agujero etmoidal anterior.

Clasificación de Keros

De izquierda a derecha, Keros tipo I, II y III.

La clasificación de Keros es un método para clasificar la profundidad de la fosa olfatoria.

La profundidad de la fosa olfatoria está determinada por la altura de la laminilla lateral de la placa cribiforme. Keros en 1962, clasificó la profundidad en tres categorías.

  • Tipo 1: tiene una profundidad de 1-3 mm (26,3% de la población)
  • Tipo 2: tiene una profundidad de 4-7 mm (73,3% de la población)
  • Tipo 3: tiene una profundidad de 8-16 mm (0,5% de la población)
  • Tipo 4: tiene profundidades asimétricas (descritas por Stammberger)

Función

La placa cribiforme está perforada por agujeros olfatorios, que permiten el paso de los nervios olfatorios hasta el techo de la cavidad nasal. Esto transmite información desde los receptores del olfato al cerebro. Los agujeros en la parte medial del surco permiten el paso de los nervios a la parte superior del tabique nasal, mientras que los agujeros en la parte lateral transmiten los nervios a la cornisa nasal superior.

Importancia clínica

Una placa cribiforme fracturada (traumatismo craneal anterior) puede provocar una fuga de líquido cefalorraquídeo hacia la nariz y pérdida del sentido del olfato. Las diminutas aberturas de la placa que transmite el nervio olfatorio se convierten en la vía de ascenso de un patógeno, la Naegleria fowleri. Esta ameba tiende a destruir el bulbo olfatorio y la superficie inferior adyacente del lóbulo frontal del cerebro. Esta superficie se convierte inicialmente en el lugar de proliferación de los trofozoítos de Naegleria fowleri y su posterior diseminación al resto del cerebro y al LCR. Debido a su afectación inicial y presencia de trofozoitos en las primeras fases de la infección por Naegleria fowleri, se recomienda lavar esta región con solución salina utilizando un dispositivo para obtener Naegleria fowleri para diagnóstico por PCR y visualización microscópica. , ha sido propuesto para pacientes afectados por naegleriasis, por (Baig AM., et al.) en una publicación reciente. Los investigadores han sugerido la misma ruta para administrar medicamentos en una fase temprana de la infección mediante el uso de un "dispositivo de transcripción" que se ha propuesto matar este patógeno en el lugar de su máxima proliferación. En 2017, el inventor de este dispositivo sugirió que, tras ligeras modificaciones, este método también podría ser eficaz para administrar células madre al cerebro. Un estudio australiano reciente ha demostrado que la bacteria que causa la enfermedad tropical melioidosis, Burkholderia pseudomallei, también puede invadir el cerebro a través del nervio olfatorio en 24 h atravesando la placa cribiforme.

Etymology

La placa cribiforme lleva el nombre de su semejanza con un tamiz (de latín cribrum , " tamiz " + -form). También se conoce como la lámina horizontal y la lámina cribosa.

otros animales

La placa cribiforme se encuentra en todos los mamíferos que se han estudiado. Cumple la misma función de permitir el paso de los nervios olfatorios.

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