Juan de la Cruz
Juan de la Cruz, OCD (español: Juan de la Cruz; latín: Ioannes a Cruce< /i>; nacido Juan de Yepes y Álvarez; 24 de junio de 1542 - 14 de diciembre de 1591) fue un sacerdote católico español, místico y fraile carmelita de origen converso. Es una figura capital de la Contrarreforma en España, y es uno de los treinta y siete Doctores de la Iglesia.
Juan de la Cruz es conocido por sus escritos. Tuvo como mentor y mantuvo correspondencia con la carmelita mayor, Teresa de Ávila. Tanto su poesía como sus estudios sobre el desarrollo del alma están considerados la cumbre de la literatura mística española y entre las más grandes obras de toda la literatura española. Fue canonizado por el Papa Benedicto XIII en 1726. En 1926, fue declarado Doctor de la Iglesia por el Papa Pío XI, y también es conocido como el "doctor místico".
Vida
Vida temprana y educación
Nació Juan de Yepes y Álvarez en Fontiveros, Castilla la Vieja, en el seno de una familia conversa (descendientes de judíos conversos al catolicismo) en Fontiveros, cerca de Ávila, localidad de unos 2.000 habitantes. Su padre, Gonzalo, era contador de parientes más ricos que eran comerciantes de seda. En 1529 Gonzalo se casó con la madre de Juan, Catalina, quien era huérfana de clase baja; fue rechazado por su familia y obligado a trabajar con su esposa como tejedor. El padre de John murió en 1545, cuando John solo tenía alrededor de tres años. Dos años más tarde, el hermano mayor de John, Luis, murió, probablemente como resultado de la desnutrición debido a la pobreza a la que se había visto reducida la familia. Como resultado, la madre de John, Catalina, llevó a John y a su hermano sobreviviente Francisco, primero a Arévalo, en 1548 y luego en 1551 a Medina del Campo, donde pudo encontrar trabajo.
En Medina, Juan ingresó a una escuela para 160 niños pobres, en su mayoría huérfanos, para recibir una educación básica, principalmente en la doctrina cristiana. Les dieron algo de comida, ropa y alojamiento. Mientras estudiaba allí, fue elegido para servir como monaguillo en un monasterio cercano de monjas agustinas. Al crecer, John trabajó en un hospital y estudió humanidades en un colegio jesuita de 1559 a 1563. La Compañía de Jesús era en ese momento una nueva organización, fundada solo unos años antes por el español San Ignacio de Loyola. En 1563 ingresó en la Orden de los Carmelitas, adoptando el nombre de Juan de San Matías.
Al año siguiente, en 1564, hizo su Primera Profesión como carmelita y viajó a la Universidad de Salamanca, donde estudió teología y filosofía. Allí conoció a Fray Luis de León, quien impartía estudios bíblicos (Exégesis, Hebreo y Arameo) en la universidad.
Adherirse a la Reforma de Teresa de Ávila
Juan fue ordenado sacerdote en 1567. Posteriormente pensó en unirse a la estricta Orden de los Cartujos, que le atraía por su práctica de la contemplación solitaria y silenciosa. Su viaje desde Salamanca a Medina del Campo, probablemente en septiembre de 1567, fue fundamental. En Medina conoció a la influyente monja carmelita Teresa de Ávila. Se hospedaba en Medina para fundar el segundo de sus nuevos conventos. Inmediatamente le habló de sus proyectos de reforma para la Orden: buscaba restaurar la pureza de la Orden Carmelita volviendo a la observancia de su "Regla Primitiva" de 1209, que había sido relajada por el Papa Eugenio IV en 1432.
Bajo la Regla, gran parte del día y la noche debían dividirse entre la recitación de la Liturgia de las Horas, el estudio y la lectura devocional, la celebración de la Misa y los períodos de soledad. En el caso de los frailes, se dedicaría tiempo a evangelizar a la población del entorno del monasterio. Habría abstinencia total de carne y un largo período de ayuno desde la Fiesta de la Exaltación de la Cruz (14 de septiembre) hasta la Pascua. Iba a haber largos períodos de silencio, especialmente entre completas y prima. Se debían adoptar hábitos más sencillos, es decir, más toscos, más breves. También hubo una orden judicial contra el uso de zapatos cubiertos (también mitigada anteriormente en 1432). Esa observancia en particular distinguía a los "descalzos", es decir, seguidores descalzos de Teresa de los carmelitas tradicionales, y serían reconocidos formalmente como la Orden de Carmelitas Descalzos separada en 1580.
Teresa le pidió a Juan que retrasara su entrada en la orden de los cartujos y que la siguiera. Habiendo pasado un último año de estudios en Salamanca, en agosto de 1568 Juan viajó con Teresa desde Medina a Valladolid, donde Teresa pretendía fundar otro convento. Después de una etapa al lado de Teresa en Valladolid, aprendiendo más sobre la nueva forma de vida carmelitana, en octubre de 1568, Juan sale de Valladolid, acompañado por fray Antonio de Jesús de Heredia, para fundar un nuevo monasterio para los frailes carmelitas, el primero en seguir los principios de Teresa. Se les dio el uso de una casa abandonada en Duruelo, que había sido donada a Teresa. El 28 de noviembre de 1568, se estableció el monasterio, y ese mismo día, Juan cambió su nombre a "Juan de la Cruz".
Poco después, en junio de 1570, los frailes vieron que la casa de Duruelo era demasiado pequeña, por lo que se trasladaron a la cercana localidad de Mancera de Abajo, a medio camino entre Ávila y Salamanca. Juan se trasladó de la primera comunidad para establecer una nueva comunidad en Pastrana en octubre de 1570, y luego otra comunidad en Alcalá de Henares, como casa para la formación académica de los frailes. En 1572 llega a Ávila, por invitación de Teresa. Había sido nombrada priora del Convento de la Encarnación allí en 1571. Juan se convirtió en el director espiritual y confesor de Teresa y de las otras 130 monjas allí, así como de una amplia gama de laicos de la ciudad. En 1574, Juan acompañó a Teresa para la fundación de una nueva comunidad religiosa en Segovia, regresando a Ávila tras permanecer allí una semana. Aparte de un viaje, Juan parece haber permanecido en Ávila entre 1572 y 1577.
En algún momento entre 1574 y 1577, mientras rezaba en un altillo que daba al presbiterio del Monasterio de la Encarnación de Ávila, Juan tuvo una visión de Cristo crucificado, que le llevó a realizar su dibujo de Cristo " desde arriba". En 1641, este dibujo fue colocado en una pequeña custodia y guardado en Ávila. Este mismo dibujo inspiró la obra Cristo de San Juan de la Cruz del artista Salvador Dalí de 1951.
Alto nivel de las tensiones carmelitas
Los años 1575–77 vieron un gran aumento en las tensiones entre los frailes carmelitas españoles por las reformas de Teresa y Juan. Desde 1566 las reformas habían sido supervisadas por Visitadores Canónicos de la Orden de los Dominicos, uno destinado a Castilla y otro a Andalucía. Los Visitadores tenían poderes sustanciales: podían trasladar a los miembros de las comunidades religiosas de una casa a otra o de una provincia a la siguiente. Podían ayudar a los superiores religiosos en el desempeño de su cargo y podían delegar a los superiores entre las órdenes dominicana o carmelita. En Castilla, el Visitador fue Pedro Fernández, quien prudentemente equilibró los intereses de los carmelitas descalzos con los de las monjas y frailes que no deseaban la reforma.
En Andalucía al sur, el Visitador era Francisco Vargas, y las tensiones aumentaron por su clara preferencia por los frailes Descalzos. Vargas les pidió que hicieran fundaciones en varias ciudades, en contradicción con las órdenes expresas del prior general carmelita de frenar la expansión en Andalucía. Como resultado, se convocó un Capítulo General de la Orden Carmelita en Piacenza, Italia, en mayo de 1576, debido a la preocupación de que los acontecimientos en España se estuvieran saliendo de control. Concluyó ordenando la supresión total de las Casas Descalzas.
Esa medida no se aplicó de inmediato. El rey Felipe II de España apoyó las reformas de Teresa, por lo que no estuvo inmediatamente dispuesto a otorgar el permiso necesario para hacer cumplir la ordenanza. Los frailes Descalzos también encontraron el apoyo del nuncio papal en España, Nicolò Ormaneto, obispo de Padua, que todavía tenía el máximo poder para visitar y reformar las órdenes religiosas. Cuando los frailes Descalzos le pidieron que interviniera, el Nuncio Ormaneto reemplazó a Vargas como Visitador de los Carmelitas en Andalucía con Jerónimo Gracián, un sacerdote de la Universidad de Alcalá, quien de hecho era un fraile Carmelita Descalzo. La protección del nuncio ayudó a John a evitar problemas durante un tiempo. En enero de 1576, Juan fue detenido en Medina del Campo por frailes carmelitas tradicionales, pero gracias a la intervención del nuncio, pronto fue liberado. Cuando Ormaneto murió el 18 de junio de 1577, Juan quedó sin protección y los frailes que se oponían a sus reformas recuperaron la ventaja.
Fundaciones, encarcelamiento, tortura y muerte
La noche del 2 de diciembre de 1577, un grupo de carmelitas opositores a la reforma irrumpieron en la vivienda de Juan en Ávila y lo hicieron prisionero. Juan había recibido una orden de sus superiores, contraria a la reforma, de abandonar Ávila y volver a su casa de origen. John se había negado sobre la base de que su trabajo de reforma había sido aprobado por el nuncio papal en España, una autoridad superior a estos superiores. Por lo tanto, los carmelitas tomaron cautivo a Juan. Juan fue llevado desde Ávila al monasterio carmelita de Toledo, en ese momento el principal monasterio de la orden en Castilla, con una comunidad de 40 frailes.
Juan fue llevado ante un tribunal de frailes, acusado de desobedecer las ordenanzas de Piacenza. A pesar de su argumento de que no había desobedecido las ordenanzas, fue condenado a una pena de prisión. Fue encarcelado en un monasterio donde estuvo bajo un régimen brutal que incluía latigazos públicos ante la comunidad al menos una vez por semana y aislamiento severo en una celda diminuta y asfixiante que medía apenas 10 pies por 6 pies. Excepto cuando rara vez se permitía una lámpara de aceite, tenía que pararse en un banco para leer su breviario a la luz que entraba por el agujero de la habitación contigua. No tenía ropa para cambiarse y una dieta penitencial de agua, pan y sobras de pescado salado. Durante su encarcelamiento compuso gran parte de su poema más famoso Cántico espiritual, así como algunos poemas más breves. El fraile que custodiaba su celda le pasó el papel. Logró escapar ocho meses después, el 15 de agosto de 1578, a través de una pequeña ventana en una habitación contigua a su celda. (Se las había arreglado para abrir las bisagras de la puerta de la celda ese mismo día).
Después de ser cuidado hasta que recuperó la salud, primero por las monjas de Teresa en Toledo, y luego durante seis semanas en el Hospital de Santa Cruz, John continuó con las reformas. En octubre de 1578 se unió a una reunión en Almodóvar del Campo de partidarios de la reforma, más conocidos como los Carmelitas Descalzos. Allí, en parte como resultado de la oposición de otros carmelitas, decidieron solicitar al Papa su separación formal del resto de la orden carmelita.
En esa reunión Juan fue nombrado superior de El Calvario, un monasterio aislado de unos treinta frailes en las montañas a unas 6 millas de Beas en Andalucía. Durante ese tiempo trabó amistad con la monja Ana de Jesús, superiora de las Descalzas de Beas, a través de sus visitas a la localidad todos los sábados. Estando en El Calvario compuso la primera versión de su comentario a su poema El Cántico Espiritual, posiblemente a petición de las monjas de Beas.
En 1579 se trasladó a Baeza, un pueblo de unos 50.000 habitantes, para servir como rector de un nuevo colegio, el Colegio de San Basilio, para frailes descalzos en Andalucía. Se inauguró el 13 de junio de 1579. Permaneció en el cargo hasta 1582, pasando gran parte de su tiempo como director espiritual de los frailes y la gente del pueblo.
1580 fue un año significativo en la resolución de disputas entre los carmelitas. El 22 de junio, el Papa Gregorio XIII firmó un decreto, titulado Pia Consideratione, que autorizó la separación de los antiguos (luego "calcados") y los recién reformados, "Descalzos& #34; Carmelitas. El fraile dominico Juan Velázquez de las Cuevas fue designado para supervisar la decisión. En el primer Capítulo General de los Carmelitas Descalzos, en Alcalá de Henares el 3 de marzo de 1581, Juan de la Cruz fue elegido uno de los "Definitores" de la comunidad, y redactó una constitución para ellos. En el momento del Capítulo Provincial de Alcalá en 1581, había 22 casas, unos 300 frailes y 200 monjas entre los Carmelitas Descalzos.
En noviembre de 1581, Juan es enviado por Teresa para ayudar a Ana de Jesús a fundar un convento en Granada. Al llegar en enero de 1582, instaló un convento, mientras que Juan se quedó en el monasterio de Los Mártires, cerca de la Alhambra, convirtiéndose en su prior en marzo de 1582. Allí se enteró de la muerte de Teresa en octubre de ese año.
En febrero de 1585 Juan viaja a Málaga donde establece un convento de monjas descalzas. En mayo de 1585, en el Capítulo General de los Carmelitas Descalzos en Lisboa, Juan fue elegido Vicario Provincial de Andalucía, cargo que le obligaba a viajar con frecuencia, realizando visitas anuales a las casas de frailes y monjas de Andalucía. Durante este tiempo fundó siete nuevos monasterios en la región, y se estima que viajó alrededor de 25.000 km.
En junio de 1588 fue elegido tercer Consejero del Vicario General para los Carmelitas Descalzos, Padre Nicolás Doria. Para cumplir este cargo, tuvo que regresar a Segovia en Castilla, donde también asumió el cargo de prior del monasterio. Después de estar en desacuerdo en 1590-1 con algunas de las remodelaciones de Doria del liderazgo de la Orden Carmelita Descalza, John fue destituido de su puesto en Segovia y Doria lo envió en junio de 1591 a un monasterio aislado en Andalucía llamado La Peñuela. Allí enfermó y viajó al monasterio de Úbeda para recibir tratamiento. Sin embargo, su estado empeoró y murió allí, de erisipela, el 14 de diciembre de 1591.
Veneración
A la mañana siguiente de la muerte de Juan, un gran número de vecinos de Úbeda entraron en el monasterio para ver su cuerpo; en la aglomeración, muchos pudieron llevarse a casa partes de su hábito. Inicialmente fue enterrado en Úbeda, pero, a petición del monasterio de Segovia, su cuerpo fue trasladado en secreto allí en 1593. Sin embargo, el pueblo de Úbeda, descontento con este cambio, envió un representante para solicitar al Papa que trasladara el cuerpo. de vuelta a su lugar de descanso original. El Papa Clemente VIII, impresionado por la petición, emitió un Breve el 15 de octubre de 1596 ordenando el regreso del cuerpo a Úbeda. Finalmente, en un compromiso, los superiores de las Carmelitas Descalzas decidieron que el monasterio de Úbeda recibiera una pierna y un brazo del cadáver de Segovia (el monasterio de Úbeda ya había conservado una pierna en 1593, y el otro brazo había sido removido ya que el cadáver pasó por Madrid en 1593, para formar allí una reliquia). Una mano y una pierna permanecen visibles en un relicario del Oratorio de San Juan de la Cruz en Úbeda, un monasterio construido en 1627 aunque conectado con el monasterio original de Descalzos de la ciudad fundado en 1587.
La cabeza y el torso fueron conservados por el monasterio de Segovia. Fueron venerados hasta 1647, cuando por órdenes de Roma diseñadas para evitar la veneración de restos sin aprobación oficial, los restos fueron enterrados en el suelo. En la década de 1930 fueron desenterrados y ahora están ubicados en una capilla lateral en una caja de mármol sobre un altar especial.
Los procedimientos para beatificar a Juan comenzaron entre 1614 y 1616. Finalmente fue beatificado en 1675 por el Papa Clemente X y fue canonizado por Benedicto XIII en 1726. Cuando se agregó su fiesta al Calendario Romano General en 1738, se le asignó al 24 de noviembre, ya que su fecha de muerte fue impedida por la entonces existente octava de la Fiesta de la Inmaculada Concepción. Este obstáculo fue eliminado en 1955 y en 1969 el Papa Pablo VI lo trasladó al dies natalis (cumpleaños en el cielo) de Juan, el 14 de diciembre. La Iglesia de Inglaterra y la Iglesia Episcopal lo honran en la misma fecha. En 1926, fue declarado Doctor de la Iglesia por el Papa Pío XI tras la consulta definitiva de Reginald Garrigou-Lagrange O.P., profesor de filosofía y teología en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, Angelicum de Roma..
Obras literarias
Juan de la Cruz es considerado uno de los más destacados poetas en lengua española. Aunque sus poemas completos suman menos de 2500 versos, dos de ellos, el Cántico espiritual y la Noche oscura del alma, son ampliamente considerados obras maestras de la poesía española, ambos por su estilo formal y su rico simbolismo e imaginería. Sus obras teológicas a menudo consisten en comentarios sobre los poemas. Todas las obras fueron escritas entre 1578 y su muerte en 1591.
El Cántico Espiritual es un églogo en el que la novia, que representa al alma, busca al novio, que representa a Jesucristo, y se angustia por haberlo perdido. Ambos se llenan de alegría al reencontrarse. Puede verse como una versión en español de forma libre del Cantar de los Cantares en un momento en que las traducciones vernáculas de la Biblia estaban prohibidas. Las primeras 31 estrofas del poema fueron compuestas en 1578 mientras Juan estaba preso en Toledo. Después de su fuga fue leído por las monjas de Beas, quienes hicieron copias de las estrofas. Durante los años siguientes, John agregó más líneas. Hoy existen dos versiones: una con 39 estrofas y otra con 40 con algunas de las estrofas ordenadas de manera diferente. La primera redacción del comentario al poema se escribió en 1584, a petición de la Madre Ana de Jesús, cuando era priora de las Carmelitas Descalzas de Granada. Una segunda edición, que contiene más detalles, se escribió en 1585-6.
La Noche Oscura, de la que toma su nombre la frase Noche Oscura del Alma, narra el viaje del alma desde su hogar corporal hasta la unión con Dios. Ocurre durante la "oscuridad", que representa las penalidades y dificultades encontradas en el desapego del mundo y alcanzar la luz de la unión con el Creador. Hay varios pasos durante el estado de oscuridad, que se describen en estrofas sucesivas. La idea principal del poema es la dolorosa experiencia necesaria para alcanzar la madurez espiritual y la unión con Dios. El poema probablemente fue escrito en 1578 o 1579. En 1584-1585, John escribió un comentario sobre las dos primeras estrofas y sobre la primera línea de la tercera estrofa.
La Subida del Monte Carmelo es un estudio más sistemático del esfuerzo ascético de un alma que busca la unión perfecta con Dios y los eventos místicos encontrados en el camino. Aunque comienza como un comentario sobre La noche oscura, después de las dos primeras estrofas del poema, rápidamente se convierte en un tratado completo. Fue compuesta en algún momento entre 1581 y 1585.
Una obra de cuatro estrofas, Llama de amor viviente, describe una mayor intimidad, a medida que el alma responde al amor de Dios. Fue escrito en una primera versión en Granada entre 1585 y 1586, aparentemente en dos semanas, y en una segunda versión casi idéntica en La Peñuela en 1591.
Estos, junto con sus Dichos de Luz y Amor o "Dichos de Luz y Amor" junto con los propios escritos de Teresa, son las obras místicas más importantes en español y han influido profundamente en los escritores espirituales posteriores de todo el mundo. Incluyen: T. S. Eliot, Thérèse de Lisieux, Edith Stein (Teresa Benedicta de la Cruz) y Thomas Merton. Se dice que Juan también influyó en filósofos (Jacques Maritain), teólogos (Hans Urs von Balthasar), pacifistas (Dorothy Day, Daniel Berrigan y Philip Berrigan) y artistas (Salvador Dalí). El Papa Juan Pablo II escribió su disertación teológica sobre la teología mística de Juan de la Cruz.
Ediciones de sus obras
Sus escritos fueron publicados por primera vez en 1618 por Diego de Salablanca. Salablanca introdujo las divisiones numéricas en la obra, que todavía se usan en las ediciones modernas del texto (no estaban en los escritos originales de Juan) para ayudar a que la obra fuera más manejable para el lector. Sin embargo, esta edición no contiene el Cántico Espiritual, y también omite o adapta ciertos pasajes, quizás por temor a caer en contra de la Inquisición.
El Cántico Espiritual se incluyó por primera vez en la edición de 1630, producido por Fray Jerónimo de San José, en Madrid. Esta edición fue seguida en gran medida por editores posteriores, aunque las ediciones de los siglos XVII y XVIII incluyeron gradualmente algunos poemas y cartas más.
La primera edición en francés se publicó en París en 1622, y la primera edición en castellano en 1627 en Bruselas.
E. Allison Peers publicó una edición crítica de la obra de San Juan de la Cruz en inglés en 1935.
Influencias intelectuales
Las influencias en la escritura de John están sujetas a un debate en curso. Es ampliamente reconocido que en la universidad de Salamanca habría existido un abanico de posiciones intelectuales. En la época de Juan incluyeron las influencias de Tomás de Aquino, de Escoto y de Durandus. A menudo se supone que Juan habría absorbido el pensamiento de Tomás de Aquino para explicar el marco escolástico de sus escritos.
Sin embargo, se ha cuestionado la creencia de que a Juan se le enseñó tanto en el Colegio Carmelita de San Andrés como en la Universidad de Salamanca. Bezares cuestiona si John incluso estudió teología en la Universidad de Salamanca. Los cursos de filosofía que John probablemente tomó en lógica, filosofía natural y moral pueden reconstruirse, pero Bezares argumenta que John, de hecho, abandonó sus estudios en Salamanca en 1568 para unirse a Teresa, en lugar de graduarse. En la primera biografía de Juan, publicada en 1628, se afirma, sobre la base de la información de los compañeros de estudios de Juan, que en 1567 hizo un estudio especial de los escritores místicos, en particular de Pseudo-Dionisio y el Papa Gregorio. YO. Hay poco consenso sobre los primeros años de John o sus posibles influencias.
Escritura
Juan fue fuertemente influenciado por la Biblia. Las imágenes bíblicas son comunes tanto en sus poemas como en prosa. En total, hay 1.583 citas explícitas y 115 implícitas de la Biblia en sus obras. La influencia del Cantar de los Cantares en el Cántico Espiritual de Juan se ha señalado a menudo, tanto en términos de la estructura del poema, con su diálogo entre dos amantes, el relato de sus dificultades para encontrarse y el "coro fuera del escenario" que comenta la acción, y también en cuanto a la imaginería por ejemplo, de granadas, bodega, tórtola y lirios, que hace eco a la del Cantar de los Cantares.
Además, Juan muestra en puntos ocasionales la influencia del Oficio Divino. Esto demuestra cómo Juan, inmerso en el lenguaje y los rituales de la Iglesia, se basó en ocasiones en las frases y el lenguaje aquí.
Pseudo-Dionisio
Rara vez se ha discutido que la estructura general de la teología mística de Juan y su lenguaje de la unión del alma con Dios están influenciados por la tradición pseudo-dionisíaca. Sin embargo, no ha quedado claro si Juan pudo haber tenido acceso directo a los escritos de Pseudo-Dionisio, o si esta influencia pudo haber sido mediada por varios autores posteriores.
Místicos medievales
Se reconoce ampliamente que Juan pudo haber sido influenciado por los escritos de otros místicos medievales, aunque existe un debate sobre el pensamiento exacto que pudo haberlo influenciado y sobre cómo pudo haber estado expuesto a sus ideas.
La posibilidad de influencia de los llamados "místicos de Renania" como Meister Eckhart, Johannes Tauler, Henry Suso y John of Ruysbroeck también ha sido discutido por muchos autores.
Poesía profana española
También se puede hacer un fuerte argumento a favor de las influencias literarias españolas contemporáneas en Juan. Este caso fue desarrollado por primera vez en detalle por Dámaso Alonso, quien creía que, además de inspirarse en las Escrituras, Juan estaba transformando temas no religiosos, profanos, derivados de canciones populares (romanceros) en poesía religiosa.
Influencia islámica
Una teoría controvertida sobre los orígenes de las imágenes místicas de Juan es que pudo haber sido influenciado por fuentes islámicas. Esto fue propuesto por primera vez en detalle por Miguel Asín Palacios y ha sido presentado más recientemente por la académica puertorriqueña Luce López-Baralt. Argumentando que Juan fue influenciado por fuentes islámicas en la península, rastrea los antecedentes islámicos de las imágenes de la "noche oscura", el "pájaro solitario" del Cántico Espiritual, vino y embriaguez mística (el Cántico Espiritual), lámparas de fuego (la Llama Viviente). Sin embargo, concluye Peter Tyler, hay "suficientes antecedentes medievales cristianos para muchas de las metáforas que Juan emplea para sugerir que debemos buscar fuentes cristianas en lugar de fuentes musulmanas". Como indica José Nieto, al tratar de localizar un vínculo entre el misticismo cristiano español y el misticismo islámico, podría tener más sentido referirse a la tradición neoplatónica común y las experiencias místicas de ambos, en lugar de buscar una influencia directa.
Libros
- Juan de la Cruz, Noche oscura del alma, Londres, 2012. limovia.net ISBN 978-1-78336-005-5
- Juan de la Cruz, Ascensión al Monte Carmelo, Londres, 2012. limovia.net ISBN 978-1-78336-009-3
- Juan de la Cruz, Cántico Espiritual del Alma y el Esposo Cristo, Londres, 2012. limovia.net ISBN 978-1-78336-014-7
- La noche oscura: una obra maestra en la literatura del místico (Traducido y editado por E. Allison Peers), Doubleday, 1959. ISBN 978-0-385-02930-8
- Los Poemas de San Juan de la Cruz (Inglés Versiones e Introducción de Willis Barnstone), Indiana University Press, 1968, revisó 2a edición. Nuevas orientaciones, 1972. ISBN 0-8112-0449-9
- La noche oscura, San Juan de la Cruz (Traducido por Mirabai Starr), Riverhead Books, Nueva York, 2002, ISBN 1-57322-974-1
- Poemas de San Juan de la Cruz (Translated and Introduction by Kathleen Jones), Burns and Oates, Tunbridge Wells, Kent, UK, 1993, ISBN 0-86012-210-7
- Las Obras Coleccionadas de San Juan de la Cruz (Eds. K. Kavanaugh y O. Rodríguez), Institute of Carmelite Studies, Washington DC, edición revisada, 1991, ISBN 0-935216-14-6
- "St. Juan de la Cruz: Su mística profética en España del siglo XVI" por el Prof. Cristobal Serran-Pagan