José María Paz
General de Brigada José María Paz y Haedo (9 de septiembre de 1791 - 22 de octubre de 1854) fue una figura militar argentina, notable en la Guerra de Independencia Argentina y las Guerras Civiles Argentinas.
Infancia
Nacido en Córdoba, Argentina, hijo de los criollos José Paz y María Tiburcia Haedo, Paz y Haedo estudió filosofía y teología en el colegio de internos del Seminario de Loreto, luego en la Universidad de Córdoba, recibiendo su título de Bachiller en Letras con orientación en matemáticas, latín y derecho. Después de la Revolución de Mayo se unió al ejército que lucharía contra las fuerzas realistas y permitiría la independencia de Argentina. Su hermano, Julián Paz Haedo, nacido en 1793, también fue oficial del ejército revolucionario.
Batallas para la guerra de la independencia
José Paz fue enviado al Alto Perú en 1811 y participó en las victorias de 1812 del Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano. Como ayudante del barón von Holmberg (secretario de Belgrano), fue condecorado con la insignia de "Defensor de la Patria" y ascendido a capitán.
Luego Paz participó, junto a su hermano, en las batallas de Vilcapugio, Ayohuma, Puesto del Marqués y en Venta y Media, en las que resultó herido y mutilado un brazo, por lo que se le conoció como el Manco Paz. En 1814, el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón lo puso al frente de los batallones Dragones de la Nación y lo nombró Coronel.
Guerras civiles
En 1817, Belgrano fue enviado a luchar en la guerra civil que se oponía al centralismo porteño. Paz fue enviado a luchar contra Estanislao López, jefe de las fuerzas federales, y lo derrotó en La Herradura, Córdoba.
Revuelta de Arequito
El 8 de enero de 1820, el general Juan Bautista Bustos, seguido por Alejandro Heredia y el propio Paz, con la esperanza de mantenerse al margen de los conflictos internos, organizaron una revuelta dentro de las fuerzas que se encontraban cerca de Arequito, regresando a Buenos Aires para combatir nuevamente a las fuerzas españolas.
Regresaron a la provincia de Córdoba, donde Bustos intentó tomar el control de la provincia, contra la voluntad de Paz y otros que pretendían alcanzar la frontera norte que estaba amenazada por los españoles y otros realistas. Paz, ya general, fue separado del ejército y enviado a Santiago del Estero, donde pasó dos años alejado de la política. En 1823, fue a la provincia de Catamarca para dar instrucciones a unos 200 soldados, a los que ya había dirigido en batalla en la provincia de Salta, llamándolos el "Batallón de Cazadores", y que volvería a comandar durante la guerra contra el Brasil.
Guerra contra Brasil

La Guerra Cisplatina (conocida en Brasil como Guerra da Cisplatina) enfrentó a los dos países por los territorios entonces denominados Provincia Oriental (actual Uruguay) y las Misiones Orientales, ocupadas por los brasileños desde su victoria en la Batalla de Tacuarembó sobre José Gervasio Artigas en 1820. La guerra entre Argentina y Brasil comenzó en 1825 y concluyó el 27 de agosto de 1828, con el Tratado de Montevideo por el cual Brasil y Argentina reconocieron la Independencia de Uruguay.
En la batalla de Ituzaingó, y en inferioridad numérica, Paz ganó terreno a las fuerzas brasileñas, logrando luego su rendición. Por orden del presidente Bernardino Rivadavia fue nombrado Comandante General, el primero de escuela militar en la Argentina.
Al finalizar la guerra con el Brasil, Paz regresó a Buenos Aires, donde el general Juan Lavalle encabezó la revolución decembrista y le ordenó preparar al ejército para combatir a los numerosos caudillos que estaban surgiendo en las provincias. Así, Paz apoyó a los unitarios, combatiendo a los federales en la guerra civil.
Caudillos
En sus escritos, especialmente en Memorias, Paz cuenta su asombro al ver a los hacendados pelear y declarar la guerra al gobierno central, y a la población apoyarlos.
Paz decidió iniciar su campaña contra los caudillos en la provincia de Córdoba con una pequeña fuerza (unos 1.000 hombres), muchos de ellos veteranos que habían servido bajo sus órdenes en la Guerra Cisplatina. Derrotó a Bustos en la Batalla de San Roque el 22 de abril de 1829 y tomó el puesto de gobernador provincial. Bustos huyó al oeste, a La Rioja, gobernada por su amigo y aliado Facundo Quiroga, y pidió ayuda, pero Quiroga también fue derrotado en la Batalla de La Tablada el 23 de junio; las habilidades militares superiores de Paz neutralizaron los métodos de guerra irregulares e improvisados del caudillo.
Quiroga regresó un año después, al frente de un ejército más grande, más poderoso y disciplinado, pero fue derrotado por segunda vez en la Batalla de Oncativo (llamada por los federales la Batalla de Laguna Larga). En agosto de 1830, nueve de las catorce provincias argentinas se habían unido en la Liga Unitaria liderada por Paz. Irónicamente, declaró a la Provincia de Buenos Aires, ahora bajo el gobierno federalista de Juan Manuel de Rosas, su principal enemigo.
Prisionero de López

En 1831 se firmó el Pacto Federal entre las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, que se unieron para derrotar a la Liga Unitaria. Mientras las fuerzas federalistas invadían la provincia de Córdoba, Paz se preparó para enfrentarse a Estanislao López. Partió en misión de reconocimiento para evaluar un buen lugar para luchar contra el caudillo, pero los bosques que estaba inspeccionando no estaban bajo el control de sus fuerzas, sino que un pequeño grupo de soldados federales los patrullaba. Fue capturado y su ejército se disolvió debido a la ausencia de su competente comandante. La Liga Unitaria estaba ahora condenada.
El general Paz fue entregado a López en la ciudad de Santa Fe, donde pasó cuatro años en prisión, antes de ser entregado a Juan Manuel de Rosas para pasar otros tres años prisionero en Luján. Rosas había pedido previamente la cabeza de Paz, pero López se negó a matarlo. Sin embargo, tras el asesinato de Facundo Quiroga en Córdoba, Paz fue entregado a Rosas, tal vez debido al mal estado de salud de López.
Vida en prisión

Durante su estancia en prisión en Santa Fe, Paz comenzó a escribir sus Memorias. El 21 de marzo de 1835 se casó con su sobrina Margarita Weild, que le sirvió en la cárcel y quedó embarazada. Luego fue trasladado a Luján, donde recibió la libertad de privilegio en abril de 1839, bajo juramento de mantenerse alejado de los opositores de Rosas. Temiendo por la vida de su esposa y sus hijos, huyó a Montevideo el 3 de abril de 1840. Para evitar que Paz reanudara sus actividades militares, Rosas le ofreció una misión diplomática en el exilio. Paz declinó la oferta y se fue a Corrientes para unirse al ejército unitario que estaba bajo el mando de Juan Lavalle.
Paz en Corrientes
Cuando llegó Paz, Lavalle ya había sido derrotado por el caudillo federal Pascual Echagüe en la batalla de Sauce Grande (16 de julio de 1840). Éste decidió cruzar el río Paraná con el resto de sus fuerzas para invadir Buenos Aires y le pidió a Paz que se uniera a él. Al darse cuenta de que tal medida dejaría a Corrientes indefensa, Paz se negó y decidió quedarse para ayudar al gobernador Pedro Ferré a organizar la resistencia a Echagüe. Los dos jefes unitarios (que también eran amigos íntimos) se despidieron y nunca más se volvieron a ver.
Una vez en Corrientes, Paz tuvo que hacer frente a una serie de carencias. La provincia estaba empobrecida por años de lucha civil y por ello tuvo que formar un ejército llamado Ejército de Reserva, compuesto en su mayoría por jóvenes y adolescentes, doscientos mosquetes de chispa, algo de pólvora y sólo unos pocos de sus viejos Hunters, veteranos de la guerra contra el Brasil. Por esta razón, sus novatos reclutas eran apodados por sus enemigos como Escueleros de Paz. Sin embargo, se vio muy favorecido por la timidez e indecisión de Echagüe, que le dio el tiempo que tanto necesitaba para organizar sus fuerzas.
Ambos ejércitos acamparon en orillas opuestas del río Corrientes, que divide aproximadamente la provincia en dos. Después de varios meses de escaramuzas y guerrillas inconclusas, en noviembre de 1841 Paz consideró que sus Escueleros estaban lo suficientemente curtidos en la batalla como para darle una desagradable sorpresa a su enemigo. Además, un pequeño grupo de hombres de Lavalle que lograron escapar del desastre final de su líder regresaron a Corrientes y se unieron a él. Cruzó el río con todas sus fuerzas la noche del 26 de noviembre de 1841 y se enfrentó a Echagüe los dos días siguientes, derrotándolo por completo en la Batalla de Caaguazú, llamada así en lengua guaraní por el vado utilizado para cruzar el río.
En 1842 invadió Entre Ríos, persiguiendo a los maltrechos restos de las fuerzas de Echagüe (que renunció a su cargo de gobernador) y tomó La Bajada (actual ciudad de Paraná), apoderándose del gobierno de la provincia. Desafortunadamente para él y para la causa unitaria, Ferré cada vez desconfiaba más de él y no estaba muy contento con este giro de los acontecimientos. En lugar de apoyar a Paz, ayudándolo a reclutar más hombres en Entre Ríos y llevar la guerra a Buenos Aires (lo que planteaba una seria amenaza para el poder de Rosas), ordenó la retirada del ejército victorioso de regreso a Corrientes, dejando a Paz sin apoyo en Entre Ríos y obligándolo a huir a Montevideo, donde se reunió con su familia.
Exilio
En Montevideo, Paz fue nombrado comandante en jefe del ejército de reserva que enfrentó el sitio de Manuel Oribe a Montevideo, que contaba con el apoyo de Rosas. Paz coordinó ese ejército hasta mediados de 1843, cuando regresó a Corrientes a través del Brasil, para ser designado Director de Guerra contra Rosas por el nuevo gobernador de Corrientes, Joaquín Madariaga, y recibir el mando del Cuarto Ejército.
Corrientes otra vez
Sabiendo que Rosas pretendía anexar Paraguay como provincia de la Confederación, el presidente paraguayo Carlos Antonio López firmó con Madariaga y Paz el 11 de noviembre de 1845 un tratado (Tratado de Alianza y Convicción Adicional) . Juntos planeaban atacar Entre Ríos, debilitado por la ausencia de Justo José de Urquiza y, de ser posible, llegar a Buenos Aires.
Sin embargo, Madariaga y Paz no se tenían confianza entre sí. Madariaga le quitó el mando a Paz, pero éste ya esperaba tal movimiento, atacó y derrotó a Madariaga, tomándolo prisionero en Laguna Limpia. Paz se trasladó a los pantanos de Ubajay, en el este de Entre Ríos, y Urquiza, temiendo enfrentarse a Paz, se replegó al oeste de la provincia.
Últimos años
La inestabilidad política lo obligó a abandonar Corrientes y emprender un viaje hacia Paraguay que se extendería hasta Río de Janeiro, Brasil. Sumido en la pobreza, se instaló como agricultor. Su esposa murió el 5 de junio de 1848, al dar a luz a su noveno hijo, dejándole a Paz la tarea de criar a los hijos, de los cuales seis murieron a temprana edad. Paz continuó durante esos años las memorias que había iniciado estando preso.
Cuando le llegó la noticia del levantamiento de Urquiza contra Rosas, Paz viajó a Montevideo para esperar el triunfo de Urquiza. El 11 de septiembre de 1853, ya en Buenos Aires, Urquiza lo nombró, aunque no estaba convencido, general de brigada, y el gobernador Manuel Pinto le pidió que convenciera a las provincias para que favorecieran la posición de Buenos Aires. Buenos Aires se abstuvo de participar en la Constitución y preparó un ataque. Paz fue nombrado general en jefe y se trasladó a la frontera con la provincia de Santa Fe.
Más tarde Hilario Lagos sitió Buenos Aires y Paz tuvo que organizar la resistencia. El general Pinto lo nombró Ministro de Guerra y Marina del Estado de Buenos Aires. A pesar de la visible posición de Paz contraria al Congreso Constituyente porteño, fue elegido miembro de la convención, a la que no asistió regularmente por problemas de salud. El 11 de abril de 1854, día de la aprobación de la constitución, estuvo presente para manifestar su desacuerdo con el documento que declaraba a Buenos Aires como estado independiente.

Ése fue su último acto político; murió pocos meses después y fue enterrado con los máximos honores por su patriotismo. Durante la presidencia de Domingo Sarmiento, su cuerpo fue trasladado a la Catedral de Córdoba, junto con los restos recuperados de su esposa.
La carretera que separa la capital federal, Buenos Aires, de la provincia de Buenos Aires recibió el nombre de Avenida General Paz en honor a los cordobeses que organizaron la defensa de Buenos Aires.
Notas
- ^ María Tiburcia Haedo Roldán genealogíafamiliar.net
- ^ Las damas del Río de la Plata ISBN 978-9-870-21648-3 p. 107
- ^ Guía para las guerras intraestatales: un examen de las guerras civiles 1816-2014 ISBN 978-0-872-89775-5 p. 137
Enlaces externos
- Biografía (en inglés)