José María Patoni
José María Patoni fue un comandante militar liberal mexicano y gobernador del Estado de Durango durante la Guerra de Reforma y la Segunda Intervención Francesa en México.
Durante la Intervención Francesa, surgió una disputa sobre la sucesión a la presidencia, y él apoyó las afirmaciones de Jesús González Ortega en oposición a las del presidente interino Benito Juárez, lo que llevó al arresto de Patoni. Tras su liberación en 1868, fue secuestrado y asesinado por el general Benigno Canto, lo que generó rumores y una acusación del propio Canto de que estaba actuando por orden del ministro de Guerra Ignacio Mejía, acusación que el gobierno negó con vehemencia. Benigno sería juzgado y condenado a diez años de prisión.
Primeros años de vida
Era el segundo hijo de Mercedes Sánchez y Juán Bautista Patoni, natural de Tirol, Austria (entonces parte del archiducado austríaco). Nació en 1828 en Santiago Papasquiaro, Estado de Durango. Allí vivió hasta 1858 dedicado a la minería, jugando un papel clave en el desarrollo de la industria minera, y debido a su liberalismo fue nombrado comandante de la milicia estatal, por el gobierno de Durango, entonces encabezado por José Patricio de la Bárcena.
Guerra de reforma
Después de que comenzó la Guerra de Reforma, Patoni mantuvo correspondencia con varios líderes liberales, y en 1858 se unió a Ramón Coronado con 100 hombres, armados y equipados a su costa. Asistió al sitio y toma de Durango con el grado de teniente coronel, y por haber sido gravemente herido, además de dirigir de manera brillante la acción, fue ascendido por Santos Degollado. Los liberales aseguraron el estado de Durango, y Patoni, luego de recuperarse de seis meses de enfermedad, regresó a Guanaceví a sus negocios privados.
En el año de 1859, la campaña conservadora volvió al estado, bajo el llamado movimiento "Teulises" que lleva el nombre del pueblo zacatecano de su origen, San Andrés Teúl, comandado por el célebre español Domingo Cajén. Patoni rearmó a sus guerrilleros, a sus expensas, y se dedicó a perseguir a los Teulises. Poco después, fue llamado en ayuda de Durango por el gobernador, Juan José Zaldívar, quien, convencido de su falta de aptitud para gobernar el estado en tan difíciles circunstancias, renunció al cargo, que recayó en Patoni, por acuerdo del mayoría de la Legislatura.
Su primer deber en el poder fue, como era de esperar, organizar y disciplinar a su ejército para combatir a las tropas reaccionarias que, bajo las órdenes de Cajen, habían logrado apoderarse de casi todo el estado. En julio de 1860, con una tropa de infantería, se unió al general Pedro Hinojosa y entre los dos vencieron y derrotaron a Cajén en la Hacienda de la Flor; pero al día siguiente llegó el conservador general Silverio Ramírez con una flamante división y derrotó a las fuerzas liberales.
Segunda intervención francesa
Durante la Segunda Intervención Francesa en México, el General Patoni dejó el gobierno de Durango en manos de Don Cayetano Mascareñas y el 6 de marzo de 1864 marchó con sus tropas a Monterrey para proteger al gobierno en el exilio del presidente Benito Juárez; sin embargo, surgieron problemas y se peleó con el presidente.
En 1864, mientras aún continuaba la guerra, Jesús González Ortega presentó una pretensión a la presidencia, argumentando que como expiró el mandato de Juárez, y no se podía realizar por el momento ninguna elección para reemplazarlo, la presidencia, según la constitución, hay que pasar a Ortega que fue presidente de la Corte Suprema. Se le indicó que la cláusula constitucional no entró en vigor sino hasta el año siguiente en que Ortega salió de México rumbo a Estados Unidos. La demanda se planteó nuevamente cuando expiró el mandato de Juárez en 1865, pero como González Ortega no había estado en el país durante mucho tiempo, su demanda fue declarada caducada. En la disputa, por razones prácticas, la mayoría de los liberales apoyaron a Juárez, aunque la candidatura de González Ortega obtuvo el apoyo del general Patoni y Guillermo Prieto.
Asesinato
Ortega regresó a México y llegó a Zacatecas el 8 de enero de 1867 acompañado del general Patoni. Se anunció al gobernador Anza y el secretario de Estado Márquez fue enviado a Gonzales Ortega para averiguar el propósito de su visita. Gonzales Ortega aún mantuvo su pretensión a la presidencia y pidió una conferencia con el gobernador. Se concedió la conferencia en la que Anza arrestó a Ortega y Patoni y los envió a Juárez, quien los hizo permanecer bajo custodia hasta que sintiera que ya no eran una amenaza.
Luego de su liberación, el general Patoni llegó a Durango la noche del 17 de agosto de 1868, acompañado de su esposa y un sobrino de catorce años y se hospedó en un hotel. A las tres de la mañana Patoni fue despertado por dos oficiales que le ordenaron que los siguiera en nombre del general Canto, jefe de la brigada local perteneciente a la cuarta división del ejército federal. Lo llevaron al sur de la ciudad donde le dispararon y lo dejaron tirado en el suelo. Por la mañana la policía recogió su cadáver, y ese mismo día fue sepultado en el cementerio local. Hubo indignación nacional y rumores de una conspiración del gobierno, pero el gobierno negó cualquier papel en el incidente, y el perpetrador, el general Benigno Canto, fue llevado a juicio y sentenciado el 2 de febrero de 1873 a diez años de prisión.
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