Jerarquía de la Iglesia católica

format_list_bulleted Contenido keyboard_arrow_down
ImprimirCitar
Organización de la Iglesia Católica

La jerarquía de la Iglesia Católica está formada por sus obispos, sacerdotes y diáconos. En el sentido eclesiológico del término, "jerarquía" significa estrictamente el "orden sagrado" de la iglesia, el Cuerpo de Cristo, para respetar la diversidad de dones y ministerios necesarios para una unidad genuina.

En uso canónico y general, se refiere a aquellos que ejercen autoridad dentro de una iglesia cristiana. En la Iglesia católica, la autoridad recae principalmente en los obispos, mientras que los sacerdotes y diáconos sirven como asistentes, colaboradores o ayudantes. En consecuencia, la "jerarquía de la Iglesia católica" También se usa para referirse solo a los obispos. El término "papa" Todavía se usó libremente hasta el siglo VI, y en ocasiones fue asumido por otros obispos. El término "jerarquía" Se hizo popular sólo en el siglo VI, debido a los escritos de Pseudo-Dionisio.

Al 31 de diciembre de 2020, la Iglesia Católica constaba de 2.903 diócesis o jurisdicciones equivalentes, cada una supervisada por un obispo. Las diócesis se dividen en comunidades individuales llamadas parroquias, cada una de las cuales cuenta con uno o más sacerdotes, diáconos o ministros eclesiales laicos. Normalmente, el cuidado de una parroquia se confía a un sacerdote, aunque existen excepciones. Aproximadamente el 19,3% de todas las parroquias no tienen un pastor residente, y 1.948 parroquias en todo el mundo están confiadas a un diácono o ministro eclesial laico.

Todo el clero, incluidos diáconos, sacerdotes y obispos, puede predicar, enseñar, bautizar, presenciar matrimonios y conducir liturgias funerarias. Sólo los sacerdotes y obispos pueden celebrar los sacramentos de la Eucaristía (aunque otros pueden ser ministros de la Sagrada Comunión), Penitencia (Reconciliación, Confesión), Confirmación (los sacerdotes pueden administrar este sacramento con previa aprobación eclesiástica) y Unción de los enfermos. Sólo los obispos pueden administrar el sacramento del Orden Sagrado, mediante el cual los hombres son ordenados obispos, presbíteros o diáconos.

Obispo

Los obispos, que poseen la plenitud del orden, y por tanto la plenitud tanto del sacerdocio como del diaconado, son considerados como un cuerpo (el Colegio de Obispos) los sucesores de los Apóstoles y están "pastores constituidos en la Iglesia. , para ser los maestros de la doctrina, los sacerdotes del culto sagrado y los ministros del gobierno" y "representar a la Iglesia" En 2012, había 5.133 obispos católicos; A finales de 2021, había 5.340 obispos católicos. El propio Papa es obispo (el obispo de Roma) y tradicionalmente utiliza el título de "Venerable Hermano" al escribir formalmente a otro obispo.

El papel típico de un obispo es proporcionar gobierno pastoral para una diócesis. Los obispos que cumplen esta función se conocen como ordinarios diocesanos, porque tienen lo que el derecho canónico llama autoridad ordinaria (es decir, no delegada) para una diócesis. Estos obispos pueden ser conocidos como jerarcas en las Iglesias católicas orientales. Se pueden nombrar otros obispos para ayudar a los ordinarios (obispos auxiliares y obispos coadjutores) o para llevar a cabo una función en un campo más amplio de servicio a la iglesia, como nombramientos como nuncios papales o como funcionarios de la Curia Romana.

Los obispos de un país o región pueden formar una conferencia episcopal y reunirse periódicamente para discutir los problemas actuales. Las decisiones en determinados campos, en particular la liturgia, son competencia exclusiva de estas conferencias. Las decisiones de las conferencias son vinculantes para los obispos individuales sólo si son acordadas por al menos dos tercios de los miembros y confirmadas por la Santa Sede.

Los obispos normalmente son ordenados al episcopado por al menos otros tres obispos, aunque para su validez sólo se necesita uno y un mandato de la Santa Sede. La ordenación al episcopado se considera la culminación del sacramento del Orden Sagrado; Incluso cuando un obispo se retira de su servicio activo, sigue siendo obispo, ya que el efecto ontológico del Orden Sagrado es permanente. Por otro lado, títulos como arzobispo o patriarca no implican ninguna alteración ontológica, y los obispos existentes que ascienden a esos cargos no requieren ordenación adicional.

Sacramentalmente, todos los obispos son iguales. Sin embargo, según la jurisdicción, el cargo y los privilegios, se distinguen varios rangos, como se indica a continuación. Todos los obispos son "vicarios de Cristo".

Papa (Obispo de Roma)

Papa Francisco, obispo de Roma desde 2013

El Papa es el obispo de Roma. Es también, en virtud de ese cargo:

Vicario de Jesucristo, Sucesor del Príncipe de los Apóstoles, Sumo Pontífice de la Iglesia Universal, Patriarca de la Iglesia Latina, Primado de Italia, Arzobispo y Metropolitano de la Provincia Romana, Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, Servidor de los siervos de Dios.

Oficios y títulos

"Papa" es un honorífico pronominal, no un cargo ni un título, y significa "Padre" (el honorífico común para todo el clero). El honorífico "papa" Fue usado desde principios del siglo III para cualquier obispo en Occidente, y se conoce en griego ya en la Odisea de Homero (6:57). En Oriente, el "papa" Sigue siendo una forma común de dirigirse al clero en la Iglesia Ortodoxa Búlgara y la Iglesia Ortodoxa Rusa, y es el estilo del obispo de Alejandría. El Papa Marcelino (fallecido en 304) es el primer obispo de Roma que, según las fuentes, tuvo el título de "papa"; usado de él. A partir del siglo VI, la cancillería imperial de Constantinopla reservaba normalmente esta designación para el obispo de Roma. Desde principios del siglo VI, comenzó a limitarse en Occidente al obispo de Roma, una práctica que estaba firmemente establecida en el siglo XI, cuando el Papa Gregorio VII la declaró reservada al obispo de Roma.

Como obispo de la Iglesia de Roma, es sucesor de los copatronos de esa iglesia local, San Pedro y San Pablo. Como tal, la Iglesia de Roma y su obispo siempre han tenido una prominencia en la comunión católica y al menos hasta cierto punto una primacía entre sus pares, los otros obispos, así como Pedro tenía cierta primacía entre sus pares, los otros apóstoles. La naturaleza exacta de esa primacía es una de las cuestiones ecuménicas más importantes de la época y se ha desarrollado como doctrina a lo largo de toda la historia de la Iglesia Católica.

El Catecismo de la Iglesia Católica, citando el documento del Concilio Vaticano II Lumen gentium, afirma: "El Papa, Obispo de Roma y sucesor de Pedro, 'es la fuente y el fundamento perpetuo y visible de la unidad tanto de los obispos como de todo el compañía de los fieles.'" La comunión con el obispo de Roma se ha convertido en un identificador tan significativo de la identidad católica que en ocasiones la Iglesia católica ha sido conocida en su totalidad como "católica romana" aunque esto es inexacto en la teología católica (eclesiología).

Otros tres cargos del Papa se derivan directamente de su cargo como obispo de la Iglesia de Roma. Como la Iglesia latina debe su identidad y desarrollo a sus orígenes en el patrimonio litúrgico, jurídico y teológico de Roma, el obispo de Roma es de facto el patriarca de la Iglesia latina. Según el Papa Benedicto XVI, ha habido mucha 'confusión' entre el primado del Papa como patriarca de la Iglesia occidental y su primado como primer patriarca entre iguales, que esta "falta de distinción" entre los roles y responsabilidades de estas dos posiciones distintas conduce con el tiempo a la "centralización extrema de la Iglesia Católica" y el cisma entre Oriente y Occidente.

Como primera Iglesia local de Italia, el obispo de Roma es el Primado de Italia y está facultado para nombrar al presidente de los obispos italianos. Conferencia.

La Iglesia de Roma es también la iglesia principal de la Provincia de Roma, por lo que el obispo de Roma es Arzobispo y Metropolitano de la provincia romana.

Como obispo, al Papa se le conoce como Vicario de Cristo. Este título era común a todos los obispos desde el siglo IV al XII, reservado al obispo de Roma desde el siglo XII hasta principios del XX y restaurado a todos los obispos en el Concilio Vaticano Segundo.

El Papa reside en la Ciudad del Vaticano, un estado independiente dentro de la ciudad de Roma, creado por los Pactos de Letrán de 1929 entre la Santa Sede e Italia. Así como los papas fueron soberanos de los estados papales (754-1870), también ejercen autoridad civil absoluta en el microestado de la Ciudad del Vaticano desde 1929.

Los embajadores no están acreditados ante el Estado de la Ciudad del Vaticano sino ante la Santa Sede, que estaba sujeta al derecho internacional incluso antes de que se instituyera el Estado. El cuerpo de funcionarios que ayudan al Papa en el gobierno de la iglesia en su conjunto se conoce como curia romana. El término "Santa Sede" (es decir, de Roma) se usa generalmente sólo para el Papa y la curia, porque el Código de Derecho Canónico, que se refiere al gobierno de la Iglesia latina en su conjunto y no a los asuntos internos de la sede (diócesis) de Roma misma, necesariamente usa el término en este sentido técnico.

Finalmente, el título "Siervo de los siervos de Dios" fue una adición del Papa Gregorio Magno, un recordatorio de que en el cristianismo, el liderazgo siempre tiene que ver con el servicio/ministerio (diaconía).

El estilo de discurso del obispo de Roma es "Su Santidad".

Elección

Las reglas actuales que rigen la elección de un Papa se encuentran en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis. Se trata de los poderes, desde la muerte de un Papa hasta el anuncio de la elección de su sucesor, de los cardenales y los departamentos de la curia romana; con los preparativos del funeral del Papa muerto; y con el lugar, hora y forma de votación de la reunión de los cardenales electores, reunión conocida como cónclave. Esta palabra se deriva del latín com- (juntos) y clavis (llave) y se refiere al aislamiento de los participantes de influencias externas, una medida que se introdujo por primera vez como un medio en lugar de obligarles a tomar una decisión.

Como todos los obispos, el Papa tiene la opción de renunciar, aunque a diferencia de otros obispos, no es obligatorio. Los casos más conocidos son los del Papa Celestino V en 1294, el Papa Gregorio XII en 1415 y el Papa Benedicto XVI en 2013. Aproximadamente el 10% de todos los papas abandonaron o fueron destituidos de su cargo antes de morir.

Patriarcas orientales

Los jefes de algunas iglesias particulares autónomas (en latín, sui iuris) compuestas por varias iglesias locales (diócesis) tienen el título de Patriarca.

El Papa, como patriarca de la Iglesia latina, es el jefe de la única Iglesia sui iuris en Occidente, lo que lleva al título de Patriarca de Occidente. Los patriarcas orientales son elegidos por el sínodo de obispos de su iglesia particular.

Los patriarcas que presiden las iglesias particulares autónomas son:

  • El patriarca copto católico de Alejandría (Iglesia Católica copta)
  • El patriarca católico de Melkite de Antioquía (Iglesia católica griega melkita)
  • El patriarca maronita de Antioquía (Iglesia Mayor)
  • El patriarca católico sirio de Antioquía (Iglesia Católica siria)
  • El patriarca católico caldeo de Babilonia (Iglesia Católica)
  • El patriarca católico armenio de Cilicia (Iglesia Católica Armenia)

Estos tienen autoridad no sólo sobre los obispos de su iglesia particular, incluidos los metropolitanos, sino también directamente sobre todos los fieles. Los patriarcas católicos orientales tienen precedencia sobre todos los demás obispos, con las excepciones establecidas por el Papa. El título honorífico antepuesto a sus nombres es "Su Beatitud".

Patriarcados católicos actuales e históricos
Tipo Iglesia Patriarcado Patriarca
Patriarcas de sui iuris Iglesias Coptic Alexandria Patriarca Ibrahim Isaac Sidrak
Griego-Melkite Antioquía Patriarca Youssef Absi
Maronite Antioquía Cardenal Bechara Boutros al-Rahi
Siriac Antioquía Patriarca Ignacio José III Younan
Armenia Cilicia Patriarca Raphaël Bedros XXI Minassian
Chaldean Bagdad Cardenal Louis Raphaël I Sako

Arzobispos mayores

Sviatoslav Shevchuk, el Arzobispo Mayor de Kiev–Galicia desde 2011

Otras iglesias particulares autónomas están dirigidas por un arzobispo mayor. La Iglesia católica siro-malankara utiliza el título Catholicos para su arzobispo principal. Con pocas excepciones, la autoridad de un arzobispo mayor en su iglesia sui iuris es equivalente a la de un patriarca en su iglesia. Este cargo menos prestigioso fue establecido en 1963 para aquellas Iglesias católicas orientales que han crecido en tamaño y estabilidad para permitir un autogobierno total si las condiciones históricas, ecuménicas o políticas no permiten su elevación a patriarcado.

En la actualidad, hay cuatro arzobispos principales:

Lista de los principales arzobispos católicos
Arquidiócesis mayor País Iglesia Arzobispo Mayor
Trivandrum India Syro-Malankara Cardinal Baselios Cleemis
Ernakulam-Angamaly India Syro-Malabar Cardenal Raphael Thattil
Făgăraş y Alba Iulia Rumania Rumania Cardenal Lucian Mureșan
Kyiv-Galicia Ucrania Ucrania Arzobispo Mayor Sviatoslav Shevchuk

Patriarcas latinos

También hay patriarcas titulares en la Iglesia Latina, a quienes, por diversas razones históricas, se les concedió el título, pero nunca el cargo y las responsabilidades correspondientes, de "patriarca". Incluyen el Patriarca Latino de Jerusalén, el Patriarca de Venecia, el Patriarca de Lisboa y el Patriarca de las Indias Orientales. Todos estos cargos son honorarios y los patriarcas no son jefes de iglesias particulares autónomas. El Patriarca de las Indias Orientales es el arzobispo de Goa, mientras que los demás patriarcas son los arzobispos de las ciudades nombradas. El título de Patriarca de las Indias Occidentales fue concedido en el pasado a algunos obispos españoles (no siempre de la misma sede), pero está en suspenso desde hace mucho tiempo.

Patriarcados latinos actuales e históricos
Tipo Patriarcado Patriarca
Patriarcas de la Iglesia Latina Jerusalén Cardenal Pierbattista Pizzaballa
Lisboa Cardenal Manuel Clemente
Venecia Patriarca Francesco Moraglia
Patriarcas titulares de la Iglesia Latina East Indies Patriarca Filipe Neri Ferrão
West Indies vacante de 1963
Títulos suprimidos Alexandria suprimido en 1964
Antioquía suprimido en 1964
Constantinopla suprimido en 1964
Aquileia suprimido en 1751
Grado transferido a Venecia en 1451

Cardenales

Un cardenal (segundo de izquierda) y obispos

Los cardenales son príncipes de la iglesia nombrados por el Papa. Generalmente elige obispos que dirigen departamentos de la Curia Romana o sedes episcopales importantes en todo el mundo. En conjunto, los cardenales componen un Colegio Cardenalicio que asesora al Papa, y aquellos cardenales menores de 80 años, a la muerte o dimisión de un Papa, eligen a su sucesor. Su logro heráldico está coronado por el galero rojo y las borlas como forma de posición de mártir en la iglesia.

No todos los cardenales son obispos. Domenico Bartolucci, Karl Josef Becker, Roberto Tucci y Albert Vanhoye son ejemplos de cardenales no obispos del siglo XXI. El Código de Derecho Canónico de 1917 introdujo el requisito de que un cardenal debe ser al menos sacerdote. Anteriormente sólo necesitaban ser de órdenes menores y ni siquiera diáconos. Teodolfo Mertel, fallecido en 1899, fue el último cardenal no sacerdote. En 1962, el Papa Juan XXIII estableció como regla que un hombre que ha sido nombrado cardenal debe ser consagrado obispo, si aún no lo es, pero algunos piden y obtienen la dispensa de este requisito. Es raro que el Papa nombre cardenales que sean únicamente sacerdotes y no estén consagrados como obispos.

El Código de Derecho Canónico de 1917, continuando la tradición observada, por ejemplo, en el Concilio Vaticano I, estableció que los cardenales tienen precedencia sobre todos los demás prelados, incluso los patriarcas. El Código de Derecho Canónico de 1983 no abordó cuestiones de precedencia.

El cardenalato no es una parte integral de la estructura teológica de la Iglesia Católica, sino en gran medida una distinción honorífica que tiene su origen en la asignación en 1059 del derecho de elegir al Papa exclusivamente al clero principal de Roma y a los obispos de las siete diócesis suburbicarias. Debido a su importancia resultante, se les aplicó el término cardinal (del latín cardo, que significa "bisagra"). En el siglo XII comenzó la práctica de nombrar cardenales a eclesiásticos de fuera de Roma. A cada cardenal todavía se le asigna una iglesia en Roma como su "iglesia titular" o está vinculado con una de las diócesis suburbicarias. De estas sedes, el Decano del Colegio Cardenalicio ocupa la de Ostia, manteniendo su vínculo anterior con una de las otras seis sedes. Tradicionalmente, sólo seis cardenales tenían el rango de cardenal obispo, pero cuando los patriarcas orientales son nombrados cardenales, ellos también ostentan el rango de cardenal obispo, sin que se les asigne una sede suburbicaria. Los otros cardenales tienen el rango de Cardenal Sacerdote o Cardenal Diácono, siendo el primero asignado normalmente a los obispos encargados de las diócesis, y el segundo a los funcionarios de la Curia y a los sacerdotes elevados al cardenalato.

Primates

En algunos países, el título de primado de la Iglesia latina se ha otorgado al obispo de una sede particular (generalmente metropolitana). Alguna vez implicó autoridad sobre todas las demás sedes del país o región, pero ahora solo otorga una "prerrogativa de honor" sin poder de gobierno a menos que se haga una excepción en ciertas materias por un privilegio otorgado por la Santa Sede o por una costumbre aprobada. El título suele asignarse al ordinario de la primera diócesis o de la archidiócesis más antigua del país. Así, en Polonia, el primado es el arzobispo de la archidiócesis más antigua (Gniezno, fundada en 1000), y no la diócesis más antigua (Poznań, fundada en 968).

Cabe destacar que el arzobispo de Baltimore no es considerado formalmente un primado de la Iglesia católica en los Estados Unidos, sino una "prerrogativa del lugar".

La posición equivalente más cercana en la ortodoxia oriental es la de un exarca que tiene autoridad sobre otros obispos sin ser un patriarca. En las Iglesias católicas orientales, los exarcas, ya sean apostólicos o patriarcales, no tienen autoridad sobre otros obispos (ver más abajo).

Obispos metropolitanos

Arzobispo Robert Carlson, Arzobispo Metropolitano de San Luis. Lleva el palio.

Un Metropolitano de la Iglesia Latina es el obispo de la sede principal (la "metropolitana") de una provincia eclesiástica compuesta por varias diócesis. El metropolitano recibe un palio del Papa como símbolo de su cargo. El obispo metropolitano tiene una autoridad de supervisión limitada sobre las diócesis sufragáneas de su provincia, incluida la garantía de que la fe y la disciplina eclesiástica se respeten adecuadamente. También tiene el poder de nombrar un administrador diocesano para un sufragáneo vacante y ver si el consejo diocesano de consultores no elige adecuadamente a uno. Su tribunal diocesano actúa además, por defecto, como tribunal eclesiástico de apelación para sufragáneos (tribunal de segunda instancia), y el metropolitano tiene la opción de juzgar esas apelaciones personalmente.

Los metropolitanos de un territorio dado también participan en la selección de obispos. Cada tres años, recopilan una lista de promovendis - una lista de sacerdotes que pueden ser adecuados para la oficina del obispo. Esto se remite al nuncio apostólico local, que evalúa a los candidatos en un proceso consultivo y confidencial. El nuncio, a su vez, presenta los mejores candidatos al Dicasterio para los Obispos de Roma, que realizan una evaluación final de los candidatos y ofrecen sus conclusiones al Papa para su decisión final de nombramiento.

Los metropolitanos orientales en iglesias patriarcales o arzobispales principales tienen un nivel de autoridad similar al de los metropolitanos latinos, sujetos a las leyes y costumbres específicas de su iglesia sui iuris. Los metropolitanos orientales que encabezan una iglesia metropolitana sui iuris tienen mucha mayor autoridad dentro de su iglesia, aunque es menor que la de un arzobispo o patriarca importante.

Todos los metropolitanos tienen el título de Arzobispo, y la sede metropolitana generalmente se conoce como arquidiócesis o arqueparquía, un título que ostentan no sólo las 553 sedes metropolitanas sino también otras 77 sedes. Una excepción es la Diócesis metropolitana de Roma.

Arzobispos

El título de arzobispo lo ostentan no sólo los obispos que encabezan sedes metropolitanas, sino también los que encabezan arquidiócesis que no son sedes metropolitanas (la mayoría de ellas se encuentran en Europa y el Levante). Además, lo ocupan otros obispos, denominados "Arzobispos titulares" (ver "Otros obispos" a continuación) a quienes se les han asignado arquidiócesis que ya no son residenciales como sedes titulares, muchos de ellos en puestos administrativos o diplomáticos, por ejemplo como nuncios papales o secretarios de congregaciones curiales. Al obispo de una sede no arzobispal se le puede otorgar el título personal de arzobispo sin elevar también su sede (dicho obispo se conoce como arzobispo ad personam), aunque esta práctica ha visto un uso significativamente reducido desde el Concilio Vaticano Segundo.

Obispos diocesanos

El obispo o eparca de una sede, incluso si no ostenta también un título como arzobispo, metropolitano, arzobispo mayor, patriarca o papa, es el centro de unidad de su diócesis o eparquía y, como miembro de el Colegio de Obispos, comparte la responsabilidad del gobierno de toda la Iglesia (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 886).

Dentro de la Iglesia Católica, los siguientes puestos tienen similitudes con los de un obispo diocesano, pero no necesariamente los ocupa un obispo.

Equivalentes de los obispos diocesanos en derecho

El Canon 368 del Código de Derecho Canónico de 1983 enumera cinco áreas jurisdiccionales de la Iglesia latina que se consideran equivalentes a una diócesis. Estos están encabezados por:

  • Un Prelado Territorial, antes llamado Prelado nullius diócesisos (de ninguna diócesis), a cargo de una zona geográfica que aún no se ha elevado al nivel de la diócesis
  • Un Abad Territorial, encargado de una zona, que en los países de la misión puede ser bastante vasto, asociado con una abadía
  • Un Vicario Apostólico (normalmente obispo de una sede titular), encargado de un vicariato apostólico, generalmente en un país misionero, aún no dispuesto a ser diócesis
  • Prefecto Apostólico (normalmente no obispo), a cargo de una prefectura apostólica, aún no dispuesto a ser convertido en vicariato apostólico
  • Un Administrador Apostólico Permanente, encargado de una zona geográfica que por razones graves no puede hacerse diócesis.

A éstos se puede añadir:

  • Un Exarca Apostólica (normalmente obispo de una sede titular), a cargo de un exarcado apostólico, aún no dispuesto a ser eparcado, para los fieles de una Iglesia católica oriental en una zona situada fuera del territorio de la Iglesia oriental.
  • Un Exarca Patriarcal, obispo a cargo de un exarcado patriarcal, aún no dispuesto a ser eparcado, para los fieles de una Iglesia católica oriental en una zona situada dentro del territorio de la Iglesia oriental patriarcal.
  • Un Ordinario Militar, sirviendo a católicos en las fuerzas armadas de un país
  • Un Prelado Personal, encargado de un grupo de personas sin importar la geografía: la única prelatura personal existente es la del Opus Dei.
  • Un administrador apostólico de una administración apostólica personal: sólo existe la Administración Apostólica Personal de San Juan María Vianney
  • Un ordinario de un ordinario personal para los antiguos anglicanos
  • Un superior de una misión autónoma

De una posición algo similar es el administrador diocesano (anteriormente llamado vicario capitular) elegido para gobernar una diócesis durante una vacante. Aparte de ciertas limitaciones de naturaleza y derecho, tiene, con carácter interino, las mismas obligaciones y poderes que un obispo diocesano (cánones 427–429 del Código de Derecho Canónico de 1983). Ocasionalmente, la Santa Sede nombra un administrador apostólico para administrar una diócesis vacante, o incluso una diócesis cuyo obispo está incapacitado o impedido de alguna otra manera.

Otros obispos

Un obispo diocesano puede tener obispos que le ayuden en su ministerio. El obispo coadjutor de una sede tiene derecho de sucesión en caso de muerte o renuncia del obispo diocesano y, si la sede es una arquidiócesis, ostenta el título de arzobispo. De manera similar, un obispo diocesano retirado mantiene su conexión con la sede para la que fue designado y se le conoce como obispo (o arzobispo) emérito de esa sede. Por otra parte, un obispo auxiliar, que también puede desempeñar cargos como el de vicario general o vicario episcopal, es nombrado obispo de una sede titular, sede que a lo largo de la historia ha dejado de existir como unidad jurisdiccional propiamente dicha.

Los títulos o funciones importantes que generalmente, pero no necesariamente, ostentan los (ar)obispos que no están a cargo de una diócesis o una comunidad equivalente incluyen los de Delegado Apostólico, Nuncio Apostólico, Legado Papal, Vicario Patriarcal, Delegado Pontificio.

Ordinarios y ordinarios locales

(feminine)

Los ordinarios locales están encargados o ejercen el poder ejecutivo ordinario en iglesias particulares o comunidades equivalentes.

  • El Sumo Pontífice (el Papa) es un ordinario local para toda la Iglesia Católica.
  • En las Iglesias católicas orientales, los patriarcas, los principales arzobispos y los metropolitanos tienen el poder ordinario de gobernanza para todo el territorio de sus respectivas iglesias autónomas particulares.
  • Obispos diocesanos y eparcas eparquiales
  • Otros prelados que dirigen, aunque sólo temporalmente, una iglesia particular o una comunidad equivalente a ella (ver arriba)
  • Vicarios generales y protosyncelli
  • Vicarios episcopal y sincelli

Los superiores mayores de los institutos religiosos (incluidos los abades) y de las sociedades de vida apostólica son ordinarios de sus respectivas membresías, pero no ordinarios locales.

Presbiterio

En general

Los obispos cuentan con la asistencia de sacerdotes y diáconos. Todos los sacerdotes y diáconos están incardinados en una diócesis u orden religiosa. Las parroquias, ya sean territoriales o personales, dentro de una diócesis normalmente están a cargo de un sacerdote, conocido como párroco o párroco.

En la Iglesia latina, por regla general, sólo los hombres célibes son ordenados sacerdotes, mientras que las Iglesias orientales, nuevamente por regla general, ordenan tanto a hombres célibes como a hombres casados. Entre las Iglesias particulares orientales, la Iglesia católica etíope ordena únicamente clérigos célibes, aunque también tiene sacerdotes casados que fueron ordenados en la Iglesia ortodoxa, mientras que otras Iglesias católicas orientales, que sí ordenan a hombres casados, no tienen sacerdotes casados en ciertos países. La Iglesia occidental o latina a veces, aunque raramente, ordena a hombres casados, normalmente clérigos protestantes que se han convertido al catolicismo. Un hombre casado de 35 años o más puede ser ordenado diácono, con el permiso de su esposa. Todas las iglesias sui iuris de la Iglesia Católica mantienen la antigua tradición de que, tras la ordenación, no se permite el matrimonio. Incluso un sacerdote o diácono casado cuya esposa muere no puede volver a casarse.

La Iglesia católica y las antiguas iglesias cristianas ven la ordenación sacerdotal como un sacramento que dedica al ordenando a una relación permanente de servicio y, como el bautismo y la confirmación, que tiene un efecto ontológico en él. Es por esta razón que una persona sólo puede ser ordenada una vez a cada una de las tres órdenes. Consideran también que la ordenación sólo puede ser conferida a los varones.

Sacerdotes en servicio fuera de su diócesis

Aunque los sacerdotes están incardinados en una diócesis u orden, pueden obtener el permiso de su superior ordinario o religioso diocesano para servir fuera de la jurisdicción normal de la diócesis u orden. Estas asignaciones pueden ser de naturaleza temporal o más permanente.

Las asignaciones temporales pueden incluir estudios para obtener un título avanzado en una Universidad Pontificia en Roma. También pueden incluir asignaciones de corto plazo a la facultad de un seminario ubicado fuera del territorio de la diócesis.

Las asignaciones a largo plazo incluyen servir a la iglesia universal en el personal de un dicasterio o tribunal de la Curia Romana o en el cuerpo diplomático de la Santa Sede. También podrán ser nombrados rector o para tareas docentes de larga duración en la facultad de un seminario o universidad católica. Los sacerdotes también pueden formar parte del personal de su conferencia episcopal, como capellanes militares en los ordinariatos militares o como misioneros.

Cargos dentro de una diócesis a nivel diocesano

El obispo diocesano nombra un vicario general para que lo ayude en el gobierno de la diócesis. Por lo general, sólo se nombra un vicario general; Las diócesis particularmente grandes pueden tener más de un vicario general. El vicario general o uno de ellos suele ser nombrado moderador de la curia que coordina las oficinas administrativas y los ministerios diocesanos. Un obispo diocesano también puede nombrar uno o más vicarios episcopales para la diócesis. Tienen el mismo poder ordinario que un vicario general, pero se limita a una división determinada de la diócesis, a un tipo específico de actividad, a los fieles de un rito particular o a ciertos grupos de personas. Los vicarios generales y episcopales deben ser sacerdotes u obispos. En las Iglesias católicas orientales se denominan protosyncelli y syncelli (canon 191 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales).

Los obispos diocesanos deben nombrar un vicario judicial en quien se delega el poder ordinario del obispo para juzgar casos (canon 1420 del Código de Derecho Canónico de 1983, canon 191 del Código de Cánones del Iglesias Orientales). En la Iglesia latina, el vicario judicial también puede denominarse officialis. La persona que ocupe este cargo debe ser sacerdote, haber obtenido un doctorado en derecho canónico (o al menos una licencia), tener al menos treinta años de edad y, a menos que la pequeñez de la diócesis o el número limitado de casos sugieran lo contrario, debe No ser vicario general. Como una de las funciones del vicario judicial es presidir los tribunales colegiados, muchas diócesis tienen vicarios judiciales adjuntos que pueden presidir los tribunales colegiados en lugar del vicario judicial y deben tener las mismas calificaciones.

El obispo diocesano nombra un canciller, posiblemente un vicecanciller, y notarios de la cancillería diocesana. Estos funcionarios mantienen los registros y archivos de la diócesis. También sirven como secretarios de la curia diocesana. El obispo también nombra un funcionario de finanzas y un consejo de finanzas para supervisar el presupuesto, los bienes temporales, los ingresos y los gastos de la diócesis.

El obispo diocesano puede nombrar sacerdotes para que sean miembros del capítulo de su catedral o de una colegiata (llamada así por su capítulo). Estos sacerdotes reciben el título de canónigos. También nombra de seis a doce sacerdotes del consejo presbiteral para que sirvan como colegio de consultores. Tienen la responsabilidad de elegir al administrador diocesano en caso de vacante de la sede.

El obispo nombra sacerdotes y otros miembros de los fieles para varios órganos asesores. Estos incluyen el consejo presbiteral, el sínodo diocesano y el consejo pastoral.

Vicarios foranos o decanos

"El Vicario Forane conocido también como Decano o Arcipreste o por algún otro título, es el sacerdote que está a cargo de un vicariato forane" (canon 553 del Código de Derecho Canónico de 1983), es decir, de un grupo de parroquias dentro de una diócesis. A diferencia de un vicario episcopal regional, un vicario forano actúa como una ayuda para los párrocos y otros sacerdotes del vicariato forano, en lugar de como una autoridad intermedia entre ellos y el obispo diocesano.

Párroco/párroco

Esta sección se refiere al sacerdote a quien en el Código de Derecho Canónico de 1983 se le conoce con el término parochus, que en algunos países de habla inglesa se traduce como "el párroco&#34 ;, en otros como "el pastor". El término inglés "pastor" también se utiliza en un sentido más genérico correspondiente al término latino pastor:

El párroco es el propio pastor de la parroquia que se le ha confiado. Realiza el cuidado pastoral de la comunidad confiada a él bajo la autoridad del Obispo diocesano, cuyo ministerio de Cristo está llamado a compartir, para que para esta comunidad pueda llevar a cabo las oficinas de enseñanza, santificación y gobernación con la cooperación de otros sacerdotes o diáconos y con la ayuda de miembros laicos de los fieles de Cristo, de acuerdo con la ley

-canon 519 del 1983 Código de Derecho Canónico in the English translation by the Canon Law Society of Great Britain and Ireland, assisted by the Canon Law Society of Australia and New Zealand and the Canadian Canon Law Society

El pastorparochus) es el pastor apropiado (Pastor) de la parroquia confiada a él, ejerciendo el cuidado pastoral de la comunidad comprometida con él bajo la autoridad del obispo diocesano en cuyo ministerio de Cristo ha sido llamado a compartir, para que para esa misma comunidad lleve a cabo las funciones de enseñanza, santificación y gobierno, también con la cooperación de otros presbíteros o diáconos y con la ayuda de miembros laicos de los fieles cristianos, según la norma de la ley

-canon 519 del 1983 Código de Derecho Canónico en la traducción al inglés por la Canon Law Society of America).

Sacerdotes asistentes/vicarios parroquiales

El párroco/párroco puede ser asistido por uno o más sacerdotes:

Siempre que sea necesario o oportuno para el debido cuidado pastoral de la parroquia, uno o más sacerdotes asistentes pueden unirse con el párroco. Como cooperadores con el párroco y los accionistas en su preocupación, son, por consejo común y esfuerzo con el párroco y bajo su autoridad, para trabajar en el ministerio pastoral

-canon 545 del 1983 Código de Derecho Canónico in the English translation by the Canon Law Society of Great Britain and Ireland, assisted by the Canon Law Society of Australia and New Zealand and the Canadian Canon Law Society

Siempre que sea necesario o oportuno para llevar a cabo el cuidado pastoral de una parroquia adecuadamente, uno o más vicarios parroquiales pueden estar asociados con el pastor. Como compañeros de trabajo con el pastor y los accionistas en su solicitud, deben ofrecer servicio en el ministerio pastoral por consejo común y esfuerzo con el pastor y bajo su autoridad

-canon 545 del 1983 Código de Derecho Canónico en la traducción al inglés por la Canon Law Society of America

Títulos honoríficos

El título honorífico de monseñor es conferido por el Papa a los sacerdotes diocesanos (no miembros de institutos religiosos) al servicio de la Santa Sede, y puede ser concedido por él también a otros sacerdotes diocesanos en la petición del obispo sacerdote. El sacerdote así honrado se considera miembro de la casa papal. El título va con cualquiera de los siguientes tres premios:

  • capellán de su santidad (llamado Papal Chamberlain hasta una reforma de 1969), el nivel más bajo, distinguido por los botones púrpura y el borde en la cubierta negra, con una correa púrpura.
  • Prelado honorario (hasta 1969 llamado Prelado nacional), el nivel medio, distinguido por botones rojos y bordes en la cubierta negra, con una correa púrpura, y por el vestido de coro que incluye un cassock púrpura.
  • Protonotary Apostolic, el nivel más alto, con el mismo vestido que el de un Prelado Honorario, excepto que el capa de seda púrpura no-obligatorio conocido como un ferraiolo también puede ser usado.

En diciembre de 2013, el Papa Francisco decidió otorgar en el futuro el título de Monseñor a sacerdotes que no están al servicio de la Santa Sede, solo en el rango de Capellán de Su Santidad y solo a sacerdotes de edad avanzada. 65 años o más.

Bajo la legislación del Papa Pío X, los vicarios generales y los vicarios capitulares (estos últimos ahora se llaman administradores diocesanos) son protonotarios titulares (no reales) durante munere, es decir, mientras ocupen esos cargos. , y por lo tanto tienen derecho a ser llamados Monseñor, como lo indica también la colocación del título abreviado "Mons", antes del nombre de cada miembro del clero secular (diocesano) que figura como vicario general en el Anuario Pontificio. (Los títulos honoríficos como el de "Monseñor" no se consideran apropiados para los religiosos).

Algunas de las Iglesias católicas orientales de tradición siríaca utilizan el título Chorbishop, aproximadamente equivalente al título occidental de Monseñor. Otras Iglesias católicas orientales otorgan el título honorífico de Archimandrita a los sacerdotes solteros como muestra de respeto o gratitud por sus servicios. Los presbíteros casados podrán ser honrados con el cargo de Arcipreste, el cual tiene dos grados, el superior es "Arcipreste Mitrado" que permite al sacerdote llevar mitra.

En la Iglesia latina, el título de Arcipreste a veces está apegado a los pastores de las iglesias históricas, incluyendo los principales basílicas de Roma. Estos arzobispos no son presbíteros, sino obispos o cardenales. Del mismo modo, el título de Archdeacon a veces se confiere a los presbíteros.

Diaconado

Los diáconos son ministros ordenados de la iglesia que son colaboradores del obispo junto con los presbíteros, pero están destinados a centrarse en los ministerios de servicio directo y extensión a los pobres y necesitados, en lugar del liderazgo pastoral. Suelen estar relacionados con una parroquia, donde tienen una función litúrgica como ministro ordinario del Evangelio y de las Oraciones de los Fieles. Pueden predicar homilías y, en el Rito Romano, pueden presidir liturgias no eucarísticas como bautismos, bodas. , funerales y adoración/bendición. En las Iglesias católicas orientales, en ausencia de un sacerdote, los diáconos no reciben sus investiduras y sólo pueden dirigir servicios como lectores, nunca presidiendo bodas o funerales.

La base bíblica y la descripción del papel y las calificaciones del diácono se pueden encontrar en Hechos 6:1–9 y en 1 Timoteo 3:1–13.

Pueden ser seminaristas que se preparan para la ordenación al sacerdocio, "diáconos de transición" o "diáconos permanentes" que no tienen la intención de ser ordenados sacerdotes. Para ser ordenados diáconos, estos últimos deben tener al menos 25 años, si son solteros; si está casado, el futuro diácono debe tener al menos 35 años y contar con el consentimiento de su esposa. En la Iglesia latina, los diáconos casados son diáconos permanentes. En la mayoría de las diócesis existe una edad límite para ser aceptado en la formación para el diaconado.

El paso de la membresía de los laicos a la del clero ocurre con la ordenación al diaconado. Anteriormente, la regla de la Iglesia Latina era que uno se convirtió en clérigo en recibir la tonsión clerical, que fue seguida por órdenes menores y por el subdiaconado, que se consideró como una de las órdenes principales. Por su motu proprio Ministeria quaedam del 15 de agosto de 1972, el Papa Pablo VI decretó: "Las órdenes que hasta ahora se llaman menores de edad son, en adelante, para ser habladas como "ministros". El mismo motu proprio también decretó que la Iglesia latina ya no tendría el orden principal del subdiaconado, pero permitió cualquier conferencia episcopal que tan deseara aplicar el término "subdeacon" a aquellos que sostienen el ministerio (anteriormente llamado orden menor) del "acolyte". Incluso en aquellas sociedades dentro de la Iglesia latina que, con la aprobación de la Santa Sede, continúan administrando los ritos de la tonsión, órdenes menores y subdiaconados, los que reciben esos ritos siguen siendo laicos, convirtiéndose en clérigos sólo en ser ordenados como diáconos.

Laity

La mayoría de los católicos son laicos, un término derivado del griego λαὸς Θεοῦ (Laòs Theoû), que significa "pueblo de Dios". Todos los fieles cristianos tienen el derecho y el deber de llevar cada vez más el mensaje del Evangelio a "todas las personas en todas las épocas y en todos los países". Todos tienen participación en la misión de la Iglesia y tienen derecho a emprender la actividad apostólica según su propio estado y condición.

El ministerio laico puede tomar la forma de ejercer el sacerdocio de todos los bautizados, y más específicamente emprender el trabajo de catequistas, sirviendo a la iglesia pastoralmente, administrativamente y de otras maneras, incluyendo los servicios litúrgicos como acólitos, lectores, cantores, y similares, patrocinadores de iniciación, ministros de atención pastoral y miembros de órganos consultivos parroquiales y diocesanos.

Algunos católicos laicos llevan a cabo un servicio profesional y vocacional de tiempo completo en nombre de la iglesia, en lugar de un llamamiento secular. Aunque el fenómeno está muy extendido en América del Norte y gran parte de Europa, la organización y definición del ministerio se deja en manos de las conferencias episcopales nacionales. La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha adoptado el término ministerio eclesial laico para estos individuos, como intencionalmente distinto del apostolado general o ministerio de los laicos descrito anteriormente.

El liderazgo consultivo de la iglesia, tanto en la diócesis como en la parroquia, generalmente comprende un Consejo Pastoral y un Consejo de Finanzas, así como varias Comisiones que generalmente se centran en aspectos importantes de la vida y misión de la iglesia, tales como como formación en la fe o educación cristiana, liturgia, justicia social, ecumenismo o administración.

Religioso

Los religiosos, que pueden ser laicos o clérigos, son miembros de institutos religiosos, sociedades en las que los miembros hacen votos públicos y viven una vida fraterna en común. Se trata de una forma de vida consagrada distinta de otras formas, como la de los institutos seculares. Se distingue también de las formas que no implican la pertenencia a un instituto, como la de los ermitaños consagrados, la de las vírgenes consagradas y otras formas cuya aprobación está reservada a la Santa Sede.

Históricamente, los institutos religiosos se han subdividido en categorías de órdenes y congregaciones. Los miembros masculinos de órdenes o congregaciones pueden usar los títulos de hermano, monje o fraile, mientras que las mujeres pueden usar los títulos de hermana o monja. Cada orden puede tener su propia jerarquía de cargos, como superior general, abad/abadesa, madre superiora, prior/priora u otros, y los deberes y responsabilidades específicos de cada cargo dependerán de la orden o comunidad específica. Aquellos que están en proceso de ingresar a un instituto religioso pero aún no han emitido sus votos perpetuos pueden denominarse postulantes o novicios.

Más resultados...
Tamaño del texto:
undoredo
format_boldformat_italicformat_underlinedstrikethrough_ssuperscriptsubscriptlink
save