Jareditas

Los jareditas () son uno de los cuatro pueblos (junto con los nefitas, los lamanitas y los mulekitas) que los Santos de los Últimos Días creen que se asentaron en la antigua América.

El Libro de Mormón (principalmente su Libro de Éter) describe a los jareditas como los descendientes de Jared y su hermano, que vivieron en la época de la Torre de Babel. Según el Libro de Mormón, huyeron a través del océano en barcazas únicas y establecieron una civilización antigua en América. La mención que hace el Libro de Éter de una "estrecha lengua de tierra" ha llevado a algunos a concluir que la civilización probablemente se extendió desde el Medio Oeste hasta el este de los Estados Unidos, como Nueva York, donde ahora se han descubierto abundantes fósiles de mamuts antiguos, y muchos relatos de nativos americanos describen a Niágara como la estrecha franja de tierra que literalmente se traduce como "el cuello". Otros abogan por una ubicación todavía al norte pero más cercana a los "cuellos de tierra" en Centroamérica o México.

La arqueología convencional no ha encontrado evidencia de la existencia de los jareditas ni de ninguno de los otros tres grupos.

Libro del Éter

Según el Libro de Mormón, los jareditas son los descendientes de Jared, su hermano, su familia inmediata y sus amigos. (Más tarde, José Smith identificó al hermano de Jared como Mahonri Moriancumer.) En la época de la Torre de Babel, cuando las lenguas de todas las naciones estaban confundidas, el Señor accedió a los deseos de Jared, y el idioma de su pueblo fue no confundido. Al pueblo también se le concedió una tierra prometida.

El Señor guió al pueblo a través del desierto y finalmente se les indicó que cruzaran el mar en "barcazas". Los barcos estaban sellados y eran herméticos y podían ser hundidos por las olas sin hundirse. El aire se obtuvo del exterior de los recipientes, según fue necesario. También trajeron consigo animales y comida. La duración registrada del viaje milagroso fue de 344 días. Entre otras cosas que llevaban en su viaje estaban las abejas, que en el idioma de los jareditas se llamaban "deseret". Además, trajeron semillas. Éter 2:3

Éter es el último en la línea real que comenzó con uno de los hijos de Jared. Desde la época del primer rey hasta la destrucción de los jareditas, sólo hubo períodos ocasionales de paz y prosperidad. Los tiempos de paz fueron interrumpidos por intrigas sobre el trono, guerras civiles y el ascenso de reyes malvados. La historia de los jareditas confirmó los temores de Jared y su hermano de que una monarquía conduciría al mal.

El Libro de Mormón afirma que los jareditas crecieron hasta convertirse en una civilización que superó los dos millones de personas justo antes de su destrucción. Finalmente se destruyeron cuando Lehi y los demás refugiados de Jerusalén llegaron a Estados Unidos. Se cumplió una profecía de Éter: el último rey jaredita, Coriántumr, vivió para ver la destrucción total de toda su casa, la dispersión de los jareditas restantes y la llegada de otro pueblo para heredar la tierra.

Otras referencias en el Libro de Mormón

Fuera del Libro de Éter, el Libro de Mormón relata que los mulekitas encontraron Coriántumr. Más tarde, los nefitas se encontraron con los mulekitas y les enseñaron el idioma nefita. Los mulekitas les dijeron que Coriantumr había muerto unos nueve meses después de haber llegado a vivir con ellos. El rey profeta nefita Mosíah I logró traducir una gran piedra con grabados que daba cuenta de Coriántumr. Otro registro en veinticuatro planchas, descubierto por el pueblo del rey Limhi, fue traducido por el rey nefita Mosíah II. Posteriormente, Moroni incluyó un relato abreviado de los registros jareditas, como el Libro de Éter, en el Libro de Mormón.

Geografía

El océano cruzado no está especificado en el Libro de Mormón. Había jareditas y El mundo de los jareditas de Hugh Nibley defienden el Océano Pacífico, pero Milton R. Hunter defiende el Océano Atlántico.

La ubicación de la civilización jaredita tampoco se especifica en el Libro de Mormón, excepto que estaba al norte de una estrecha franja de tierra en lo que se llamó la "Tierra hacia el Norte" por los nefitas. La ubicación de los jareditas y nefitas en el Nuevo Mundo es un tema de desacuerdo entre los mormones. José Smith indicó que los jareditas llegaron a "la región de los lagos de América" y que "los nefitas... vivían en la estrecha franja de tierra que ahora abarca Centroamérica, con todas las ciudades que se pueden encontrar".

Relaciones propuestas

Descendientes de Cam

Algunos de los primeros Santos de los Últimos Días, incluido el apóstol Parley P. Pratt, creían que los jareditas eran descendientes de Cam, basándose en los orígenes del grupo cerca de la Torre de Babel y la migración inicial al Valle de Nimrod, un área asociada con los descendientes de Cam.

Olmecas

Algunos apologistas mormones han defendido paralelos sustanciales entre los jareditas y los olmecas. Por ejemplo, un erudito afirmó que los escritos de un antiguo historiador nativo americano, Fernando de Alva Cortés Ixtlilxochitl, escribieron sobre un grupo de personas que vinieron de la gran torre a Mesoamérica. Ixtlilxochitl escribió que la gente vivía en una zona del norte del país, a lo largo de la costa del Golfo de México. Otros investigadores SUD, como W. Vincent Coon, señalan leyendas nativas y sugieren que los primeros inmigrantes a Centroamérica emigraron por tierra y en barco desde "América del Norte". Phyllis Carol Olive compara la civilización jaredita con las culturas antiguas de la región de los Grandes Lagos.