Inundación de Santa Fe de 2003

format_list_bulleted Contenido keyboard_arrow_down
ImprimirCitar
Santa Fe y sus alrededores vistos por el satélite SPOT-4 el 3 de mayo de 2003.

Santa Fe, capital de la provincia de Santa Fe, Argentina, se inundó en abril de 2003. Santa Fe es la quinta ciudad más poblada de Argentina (c. 370.000 habitantes), y está rodeado de ríos. La inundación fue descrita como la peor desde la fundación de la ciudad en 1573.

A finales de abril de 2003, varios días de fuertes lluvias provocaron que algunos ríos importantes en el área de Santa Fe crecieran hasta 50 cm en 12 horas. El nivel del agua del río Salado (que atraviesa el norte de la provincia y desemboca en el Paraná) subió casi dos metros en apenas tres horas.

El 28 de abril, el Salado desbordó sus márgenes e inundó grandes sectores de Santa Fe. Unas 100.000 personas tuvieron que ser evacuadas, 154 murieron y 28.000 casas resultaron dañadas o destruidas. Fue necesario volar un dique para facilitar el flujo de las aguas fuera de la ciudad. En esta zona clave para la industria agrícola y ganadera, más de 30.000 km2 de tierras de cultivo fueron destruidos. La inundación afectó con mayor fuerza a la capital, pero muchas otras comunidades también se vieron afectadas.

La inundación fue inusual porque generalmente es el lado este de Santa Fe, junto al Paraná, el que se ve afectado por las inundaciones. Las inundaciones del río Salado son menos habituales.

Poco después de las inundaciones iniciales, el presidente Eduardo Duhalde declaró la provincia "zona de desastre" y anunció un paquete de ayuda de emergencia de 2 millones de dólares. Posteriormente, el Banco Mundial ofreció 110 millones de dólares adicionales. La Cruz Roja lanzó un llamamiento de emergencia en respuesta a las inundaciones del 6 de mayo.

Según una evaluación de la ONU solicitada por el gobernador provincial Carlos Reutemann, los daños totales ascendieron a unos 1.000 millones de dólares, e implicaron la pérdida de alrededor del 12% del PIB de Santa Fe.

Las lluvias continuaron durante los días siguientes, agravando la catástrofe. Al 8 de mayo, una cuarta parte de Santa Fe seguía bajo el agua. En la capital y en las localidades cercanas aparecieron precarios centros de evacuación para acoger a los evacuados.

El gobierno provincial fue duramente criticado por ignorar las advertencias sobre la posibilidad de una crecida repentina del río Salado y por ignorar los llamamientos para construir la infraestructura preventiva necesaria para contener o desviar las inundaciones. También se cuestionó el trato oficial a las personas que perdieron sus hogares, posesiones y empleos; la ayuda alimentaria y los subsidios prometidos para la reconstrucción fueron insuficientes. El final de su mandato del Gobernador Reutemann estuvo marcado por estos problemas. La crítica situación de Argentina en ese momento (recuperándose de una importante crisis económica) no ayudó. El 30 de enero de 2004, nueve meses después de la inundación y bajo la administración de Jorge Obeid, una manifestación pidiendo ayuda gubernamental a los afectados por la inundación terminó con el incendio de la fachada de la casa de gobierno y varias oficinas destruidas.

Más resultados...
Tamaño del texto:
undoredo
format_boldformat_italicformat_underlinedstrikethrough_ssuperscriptsubscriptlink
save