Impuesto por unidad
Un impuesto por unidad, o impuesto específico, es un impuesto que se define como una cantidad fija por cada unidad de un bien o servicio vendido, como centavos por kilogramo. Por lo tanto, es proporcional a la cantidad particular de un producto vendido, independientemente de su precio. Los impuestos especiales, por ejemplo, entran en esta categoría fiscal. Por el contrario, un impuesto ad valorem es un cargo basado en un porcentaje fijo del valor del producto. Los impuestos por unidad tienen ventajas administrativas cuando es fácil medir las cantidades del producto o servicio que se vende.
Efecto sobre la curva de oferta
Cualquier impuesto aumentará el costo de producción, por lo tanto, desplazará la curva de oferta hacia la izquierda. En el caso del impuesto específico, el desplazamiento será puramente paralelo porque la cuantía del impuesto es la misma a todos los precios. Esa cantidad se ilustra en la distancia entre la curva de oferta con impuestos y la que no tiene impuestos. Los impuestos específicos son impuestos indirectos. Esto elevará la curva de oferta verticalmente por el monto del impuesto, y la nueva curva será paralela a la curva original.
Impuestos al tabaco
El término impuesto específico está relacionado principalmente con la tributación del tabaco. En este caso podemos afirmar que el uso de impuestos específicos ha demostrado ser una de las formas más efectivas de reducir el consumo, mientras que el impuesto ad valorem que se basa en un porcentaje del valor del producto puede conducir a la sustitución por marcas más baratas.
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