Hueso plano
Los huesos planos son aquellos cuya función principal es la protección extensa o la provisión de superficies amplias para la inserción muscular. Estos huesos se expanden en placas anchas y planas, como en el cráneo, el íleon, el isquion y el pubis (pelvis), el esternón y la caja torácica. Los huesos planos son: el occipital, el parietal, el frontal, el nasal, el lagrimal, el vómer, el esternón, las costillas y las escápulas.
Estos huesos están compuestos por dos capas delgadas de hueso compacto que encierran entre ellas una cantidad variable de hueso esponjoso, que es donde se encuentra la médula ósea roja. En un adulto, la mayoría de los glóbulos rojos se forman en huesos planos. En los huesos craneales, las capas de tejido compacto se conocen comúnmente como las tablas del cráneo; la externa es gruesa y resistente; la interna es delgada, densa y quebradiza, y por eso se denomina tabla vítrea (similar al vidrio). El tejido esponjoso intermedio se llama diploe, y este, en la región nasal del cráneo, se absorbe de modo que deja espacios llenos de aire, los senos paranasales entre las dos tablas.
Osificación en huesos planos
La osificación se inicia con la formación de capas de tejido conectivo indiferenciado que sostienen la zona donde se formará el hueso plano. En un bebé, esos puntos se conocen como fontanelas. Las fontanelas contienen células madre de tejido conectivo, que se transforman en osteoblastos, que secretan fosfato de calcio en una matriz de canales. Forman un anillo entre las membranas y comienzan a expandirse hacia afuera. A medida que se expanden, forman una matriz ósea.
Esta matriz endurecida forma el cuerpo del hueso. Como los huesos planos suelen ser más delgados que los huesos largos, solo tienen médula ósea roja, en lugar de médula ósea roja y amarilla (la médula ósea amarilla está compuesta principalmente de grasa). La médula ósea llena el espacio en el anillo de osteoblastos y, finalmente, llena la matriz ósea.
Una vez que el hueso está completamente osificado, los osteoblastos retraen sus tentáculos secretores de fosfato de calcio, dejando diminutos canales en la matriz ósea, conocidos como canalículos. Estos canalículos proporcionan los nutrientes necesarios para los osteoblastos recién transformados, que ahora se denominan osteocitos. Estas células son responsables del mantenimiento general del hueso.
Un tercer tipo de célula ósea que se encuentra en los huesos planos se llama osteoclasto, que destruye el hueso mediante enzimas. Existen tres razones por las que los osteoclastos se utilizan normalmente: la primera es para la reparación de los huesos después de una fractura. Destruyen las secciones de hueso que sobresalen o dificultan la reformación. También se utilizan para obtener el calcio necesario para el crecimiento. A medida que el hueso crece, su forma cambia. Los osteoclastos disuelven la parte del hueso que debe cambiar.
Imágenes adicionales
- Huesos planos en esqueleto humano. (de color rojo)
- Huesos planos en cráneo humano. (de color rojo)
- Clasificación de huesos por forma.
Referencias
Este artículo incorpora texto en el dominio público desde la página 79 de la 20a edición de Anatomía de Gray (1918)
- ^ a b c d e Anatomía de Gray (1918). (Ver infobox)
- ^ Shier, David; Butler, Jackie; Lewis, Ricki (2007). "Skeletal System". Hole's Human Anatomy & Physiology (11a edición). Dubuque, IA: McGraw-Hill. pp. 193+. ISBN 978-0-07-282953-2.