Huaco (cerámica)


Huaco o Guaco es el nombre genérico dado en Perú principalmente a vasijas de barro y otras obras de arte de cerámica finamente elaboradas por los pueblos indígenas de América encontradas en sitios precolombinos. como lugares de enterramiento, santuarios, templos y otras ruinas antiguas. Los huacos no son meras lozas, sino notables ejemplares de cerámica vinculados a usos ceremoniales, religiosos, artísticos o estéticos en las civilizaciones precolombinas de los Andes centrales.
Los Huari (Wari), junto con los Nazca, los Moche y otros, estuvieron entre los principales creadores de figurillas que transmitieron a través de la historia sus habilidades únicas en la cerámica. Los incas, que absorbieron todas las culturas en la época de su expansión, también produjeron huacos.
Etimología
Desde la época de la conquista española del Perú, este tipo de piezas se han encontrado en sitios precolombinos como templos, tumbas y entierros, así como otro tipo de ruinas. Estos sitios, sobre todo si son de significado sagrado, reciben el nombre genérico de huaca o waqa en quechua nativo, de donde es probable que las figurillas tomen su nombre. En Perú, un huaquero es una persona que excava ilegalmente en antiguas ruinas precolombinas para obtener valiosas obras de arte, generalmente destruyendo la estructura.
Variedad de estilos y colores
Las asas de puente son características de algunas culturas; algunos usaban muchos colores, mientras que otros usaban negro y rojo apagado o pocos colores. El Imperio Inca adoptó todo tipo de formas, estilos y calidades. El término "huaco" Estaba reservado para cualquier ejemplar no reservado al uso diario sino al lujo o ritual.
Normalmente estas piezas cerámicas están asociadas con características notables. Figuras esculpidas representan volúmenes complejos y estilizados, incluyendo escenas culturales, edificios y volúmenes naturalistas como la cerámica de retratos que representan caras humanas (por ejemplo, la cerámica del Retrato Moche) o partes corporales por medio de ofrenda votiva, erotismo, herramientas, diversas frutas y alimentos, animales, etc.
Cuando las piezas son cerámicas escultóricas, los huacos se caracterizan por la riqueza pictórica. Hay muchos tipos de vasijas y recipientes cubiertos con llamativos motivos policromados, generalmente representaciones antropomorfas de animales o mitológicas, eróticas, etc. La cerámica moche de dos tonos se caracteriza por complejas escenas pintadas que detallan un nivel narrativo. Ejemplos de huacos eróticos (español: huacos eróticos), conforman el período de 800 años de los Moche (c. 200 a.C. a c. 600 d.C.) la tradición cerámica erótica ininterrumpida más larga del mundo, única en la historia de la humanidad. En la década de 1570, durante la conquista española del Perú, el virrey Francisco de Toledo y sus asesores clericales trabajaron para destruir muchos huacos eróticos, aunque algunos artefactos existentes han sobrevivido.
En ambos casos el huaco se asocia a la complejidad cerámica (en su volumen o decoración) y no a un uso habitual como recipiente por sus dimensiones físicas. Las esbeltas vasijas incas conocidas como aryballos, incluso ejemplos creados opulentamente, no suelen considerarse huacos ya que su carácter utilitario es demasiado pronunciado.
Exposiciones del museo
El Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú en Lima, Perú, alberga una gran cantidad de artefactos cerámicos. El cercano Museo Larco alberga una gran colección de cerámica Moche y es bien conocido por su colección de cerámica erótica.
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