Homados
En la mitología griega, Homados (griego antiguo: Όμαδος) era la personificación del ruido de batalla: los gritos y gritos de los hombres y el choque de armas. Probablemente fue contado entre los Makhai, los daimones del campo de batalla.
Mitología
En el poema épico El escudo de Heracles, atribuido a Hesíodo, Homados era una de las muchas figuras representadas en el escudo de Heracles.
En sus manos tomó (Heracles) su escudo, todo reluciente: nadie jamás lo rompió de un golpe ni lo aplastó. Y fue una maravilla verlo... En el centro estaba Phobos (Miedo) trabajado en diamante, indescriptible, mirando hacia atrás con ojos que brillaban con fuego. Su boca estaba llena de dientes en una fila blanca, temible y aterrador, y sobre su frente sombría flotaba la espantosa Eris (Battle-Strife) que organiza la multitud de hombres: despiadada ella, porque ella quitó la mente y los sentidos de los pobres miserables que hizo la guerra contra el hijo de Zeus... Sobre el escudo se forjaron Proioxis (Persecución) y Palioxis (Huida), Homados (Tumulto), Fobos (Pánico) y Androktasia (Masacre). Eris (Battle-Strife) también, y Kydoimos (Confusión) se apresuraban, y el mortal Ker (Destino) estaba allí sosteniendo a un hombre recién herido...
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