Hernán Siles Zuazo
Hernán Siles Zuazo (21 de marzo de 1914 – 6 de agosto de 1996) fue un político boliviano que se desempeñó como el 46.º presidente de Bolivia en dos ocasiones no consecutivas, de 1956 a 1960 y de 1982 a 1985. También se desempeñó brevemente como presidente interino en abril de 1952 y como el 27.º vicepresidente de Bolivia entre 1952 y 1956.
Vida temprana
Hernán Siles era hijo ilegítimo del último presidente del Partido Republicano de Bolivia, Hernando Siles Reyes e Isabel Zuazo Cusicanqui. Siles fue criado por su madre. Su medio hermano Luis Adolfo Siles Salinas fue presidente durante cinco meses en 1969.
En 1931, Siles se graduó en el Instituto Americano de La Paz. Sirvió en el ejército boliviano y fue condecorado por las heridas sufridas durante la Guerra del Chaco de 1932-35. Después de la guerra, se licenció en Derecho en la Universidad de San Andrés.
Siles estuvo casado con María Teresa Ormachea del Carpio y tuvo tres hijas, Marcela, Ana María e Isabel.
Formación del MNR y la Revolución de 1952En 1940 Siles fue elegido diputado. Gravitando hacia el lado reformista del espectro político (a pesar de que su padre había sido uno de los pilares del Antiguo Régimen), en 1941 fundó junto con Víctor Paz Estenssoro y otros, el influyente Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
El MNR estuvo detrás del golpe de Estado que instaló el gobierno militar progresista de Gualberto Villarroel (1943-1946), pero fue expulsado del poder debido a la presión de los Estados Unidos y también por el derrocamiento de Villarroel en 1946, tras lo cual Siles se exilió en Argentina, donde trabajó como corresponsal de Associated Press desde noviembre de 1947 hasta septiembre de 1948.
En las elecciones de 1951, Paz Estenssoro se presentó a la presidencia con Siles como compañero de fórmula para vicepresidente, y ganó la contienda con el 42,9% de los votos. Sin embargo, el gobierno ultraconservador de Mamerto Urriolagoitía se negó a reconocer los resultados y en su lugar entregó la presidencia al comandante del ejército boliviano, el general Hugo Ballivián. En ese momento, el partido MNR pasó a la clandestinidad y entre el 9 y el 11 de abril de 1952 lideró la histórica Revolución Nacional Boliviana, ayudado por las deserciones de las fuerzas armadas hacia la causa rebelde (entre las que se encontraba el general Antonio Seleme). Siles jugó un papel importante en el levantamiento revolucionario, junto con Juan Lechín, ya que el líder del MNR, Paz Estenssoro, se encontraba en ese momento exiliado en Argentina.
Vicepresidenta (1952–1956)
(feminine)Tras derrotar a los militares y derrocar al gobierno de Ballivián, Siles ejerció como presidente provisional desde el 11 de abril de 1952 hasta el 16 de abril de 1952, cuando Estenssoro regresó del exilio. Los resultados electorales de 1951 se confirmaron y Paz Estenssoro se convirtió en presidente constitucional de Bolivia con Siles como vicepresidente.
Durante los primeros cuatro años de mandato del MNR, el gobierno instituyó reformas de gran alcance, entre ellas el establecimiento del voto universal, la nacionalización de las mayores empresas mineras del país y la adopción de una importante reforma agraria. En 1956 Estenssoro dejó el cargo, ya que la Constitución boliviana prohibía que un presidente en ejercicio se postulara para otro mandato consecutivo. Siles, su sucesor lógico, ganó fácilmente las elecciones de 1956 y se convirtió en Presidente de la República el 6 de agosto de 1956.
Primera presidencia (1956–1960)

La primera administración de Siles fue más conflictiva y difícil que la revolucionaria de Estenssoro. Durante este tiempo, el MNR comenzó a fragmentarse en función de líneas personales y debido a crecientes desacuerdos sobre políticas.
La economía estaba en graves problemas, ya que la producción de alimentos y minerales se había desplomado; en consecuencia, la inflación se disparó, y Estados Unidos condicionó cualquier ayuda y apoyo adicional a la adopción de un programa económico de su propia receta (el llamado plan Eder) a fines de 1956. Siles aceptó estas condiciones, recibiendo ayuda norteamericana a cambio de recortar los gastos gubernamentales y los programas sociales.
Siles también tuvo que afrontar la difícil cuestión de desarmar a los milicianos obreros y mineros que habían luchado en la Revolución de 1952 y a quienes se les había permitido conservar sus armas. Habían servido como contrapeso útil a la posibilidad de un golpe conservador o militar contra la Revolución, pero ahora estaban al servicio de las crecientes ambiciones del líder de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Lechín. Mientras tanto, el partido Falange Socialista Boliviana conspiraba para derrocar al MNR del poder, lo que provocó una reacción represiva bastante desproporcionada que disminuyó la popularidad del MNR (y la de Siles).
Ruptura con el MNR y exilio (1960-1978)Tras finalizar el mandato de Siles en 1960, Estenssoro se presentó de nuevo a las elecciones presidenciales de 1960 y, tras ser elegido, envió a Siles como embajador en Uruguay hasta 1963 y como embajador en España (1963-1964). En 1964, Siles rompió con Estrassoro por la decisión de este último de presentarse a otro mandato consecutivo.
Siles inicialmente apoyó el golpe de estado de noviembre de 1964 del vicepresidente, general René Barrientos, y del jefe del ejército Alfredo Ovando, pero luego fue exiliado cuando se hizo evidente que los militares tenían la intención de manipular los resultados electorales de 1966 para perpetuarse en el poder. A excepción de un interludio de cinco meses durante el cual su medio hermano ocupó la presidencia, las fuerzas armadas mantuvieron el control del Palacio Presidencial Quemado hasta 1982.
En 1971, Siles se opuso al golpe de Estado de derecha del general Hugo Banzer, lo que provocó una ruptura irreversible con Estenssoro, que apoyaba el golpe. En 1971, Siles formó el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), con lo que comenzó una deriva constante hacia la izquierda.
Los falsos comienzos democráticos de 1978-1982Tras la apertura democrática de 1978, Siles regresó a Bolivia y formó una gran alianza de izquierda con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, el Partido Comunista y otros. Juntos formaron la Unión Democrática y Popular (UDP), que triunfó en las elecciones generales de 1978, 1979 y 1980, principalmente como resultado de una grave erosión del apoyo a Estenssoro.
Las elecciones de 1978 fueron anuladas debido a un fraude masivo a favor del candidato militar oficial, el general Juan Pereda, aunque las encuestas de salida indicaban que Siles habría ganado fácilmente si las elecciones se hubieran llevado a cabo honestamente. Las elecciones de 1979 no fueron concluyentes porque ningún candidato recibió el 50% de los votos y el Congreso eligió a Wálter Guevara como presidente interino.
Siles quedó en primer lugar en 1980, pero no logró la mayoría. Días antes de que el Congreso se reuniera para elegir al ganador, el ejército lanzó el sangriento golpe de Estado del 17 de julio de 1980, que instaló una dictadura reaccionaria (y contaminada por la cocaína) del general Luis García Meza. Siles escapó al exilio en Perú cruzando el lago Titicaca en un barco. Regresó en 1982, cuando el experimento militar había llegado a su fin y la economía boliviana estaba al borde del colapso.
Segunda presidencia (1982-1985)
Con su reputación muy dañada por los excesos de la dictadura de 1980-82, los militares se enfrentaban a dos opciones: convocar nuevas elecciones o aceptar los resultados de 1980. Para entonces, sin embargo, era evidente que el país se hundiría en una guerra civil antes de que pudieran celebrarse nuevas elecciones. En esas circunstancias, los militares anunciaron en septiembre de 1982 que, para ahorrar el gasto de nuevas elecciones y evitar más disturbios, volverían a convocar a la legislatura elegida en 1980 y aceptarían a quien eligieran como presidente. El Congreso volvió a reunirse el 23 de septiembre y reconfirmó los resultados de las elecciones de 1980. El 5 de octubre, eligió a Siles como presidente por una abrumadora mayoría. Juró su segundo mandato el 10 de octubre, con Jaime Paz, del MIR, como vicepresidente.
En 1983, Siles Zuazo reabrió las relaciones con Cuba, que habían terminado veinte años antes. Los médicos cubanos comenzaron a reorganizar el sistema de salud boliviano.
El 30 de junio de 1984 fue secuestrado de su domicilio y retenido durante diez horas durante un fallido golpe militar. 60 miembros del ejército y la policía intentaron dar un golpe de Estado. Según el gobierno boliviano, miembros de la unidad de élite antidrogas, los Leopardos, estuvieron involucrados en el secuestro. El comandante de la unidad fue detenido.
La situación económica era desesperada, con una hiperinflación creciente. Siles tuvo grandes dificultades para controlar la situación y recibió escaso apoyo de los partidos políticos o de los miembros del Congreso, la mayoría de los cuales estaban ansiosos por mostrar su poder político después de tantos años de autoritarismo militar. Los sindicatos, encabezados por su antiguo líder Juan Lechín, paralizaron el gobierno con huelgas constantes, e incluso el vicepresidente, Jaime Paz, desertó del barco que se hundía cuando la popularidad de Siles cayó a un mínimo histórico.
La hiperinflación de 1982-86 terminaría siendo la cuarta más grande jamás registrada en el mundo. Aun así, Siles se negó a adoptar medidas extraconstitucionales y prefirió en cambio consolidar la democracia boliviana, ganada con tanto esfuerzo, sin importar el costo personal que esto le implicara. Incluso se declaró en huelga de hambre como una forma desesperada de ganarse la simpatía del público. Finalmente, aceptó acortar su propio mandato y el Congreso adelantó un año las elecciones presidenciales.
Un momento positivo de la administración Siles fue la extradición a Francia en 1983 del criminal de guerra nazi Klaus Barbie, conocido como el Carnicero de Lyon. Había vivido en Bolivia desde finales de los años 50 o principios de los 60, tras haber sido sacado clandestinamente de Europa con la ayuda de los Estados Unidos, y las dictaduras de 1964-1982 lo emplearon a menudo como especialista en interrogatorios. Tras su extradición fue condenado por sus crímenes y murió en una prisión francesa.
Vida posterior
En 1985, la impotencia del gobierno llevó al Congreso a convocar elecciones anticipadas, alegando que Siles había sido elegido originalmente cinco largos años antes. Su antiguo rival, Víctor Paz Estenssoro, del MNR, fue elegido presidente y Siles partió hacia Uruguay, país en el que había vivido antes en el exilio y al que sentía un afecto especial. Murió en Montevideo, Uruguay, en agosto de 1996, a los 82 años.
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