Hepatectomía

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Hepatectomía es la resección quirúrgica (extirpación total o parcial) del hígado. Si bien el término se emplea a menudo para la extirpación del hígado de un donante de trasplante de hígado, este artículo se centrará en las resecciones parciales de tejido hepático y la hepatoportoenterostomía.

Historia

Las primeras hepatectomías fueron reportadas por el Dr. Ichio Honjo (1913–1987) de (Universidad de Kyoto) en 1949, y el Dr. Jean-Louis Lortat-Jacob (1908–1992) de Francia en 1952. En el último caso, La paciente era una mujer de 58 años diagnosticada de cáncer colorrectal con metástasis en el hígado.

Indicaciones

La mayoría de las hepatectomías se realizan para el tratamiento de neoplasias hepáticas, tanto benignas como malignas. Las neoplasias benignas incluyen adenoma hepatocelular, hemangioma hepático e hiperplasia nodular focal. Las neoplasias malignas (cánceres) del hígado más comunes son las metástasis; los que surgen del cáncer colorrectal se encuentran entre los más comunes y los más susceptibles de resección quirúrgica. El tumor maligno primario del hígado más común es el carcinoma hepatocelular. Otro tumor hepático maligno primario es el colangiocarcinoma. La hepatectomía también puede ser el procedimiento de elección para tratar cálculos biliares intrahepáticos o quistes parásitos del hígado. Las hepatectomías parciales también se realizan para extraer una porción de hígado de un donante vivo para su trasplante.

Técnica

Una hepatectomía se considera un procedimiento quirúrgico mayor que se realiza bajo anestesia general. El acceso se logra mediante laparotomía, históricamente mediante una incisión subcostal bilateral ("chevron"), posiblemente con extensión a la línea media (incisión de Calne o "Mercedes-Benz"). Hoy en día un abordaje ampliamente utilizado para las resecciones hepáticas abiertas es la incisión en J, que consiste en una incisión subcostal derecha con extensión a la línea media. El abordaje anterior, uno de los más innovadores, se simplifica mediante la maniobra de suspensión del hígado. En los últimos años, el abordaje mínimamente invasivo, consistente en cirugía laparoscópica y luego robótica, se ha vuelto cada vez más común en la cirugía resectiva hepática. Las hepatectomías pueden ser anatómicas, es decir, las líneas de resección coinciden con los límites de uno o más segmentos funcionales del hígado según lo definido por la clasificación de Couinaud (cf. hígado # Anatomía funcional); o pueden ser no anatómicos, irregulares o en forma de “cuña” hepatectomías. Generalmente se prefieren las resecciones anatómicas debido al menor riesgo de hemorragia y fístula biliar; sin embargo, en casos seleccionados también se pueden realizar resecciones no anatómicas de forma segura.

La maniobra de Pringle generalmente se realiza durante una hepatectomía para minimizar la pérdida de sangre; sin embargo, esto puede provocar una lesión por reperfusión en el hígado debido a la isquemia.

Complicaciones

El sangrado es una complicación técnica temida y puede ser motivo de reintervención urgente. Se ha demostrado que la pérdida de sangre intraoperatoria durante las resecciones hepáticas afecta el resultado en términos de morbilidad y mortalidad posoperatoria. La fístula biliar también es una posible complicación, aunque es más susceptible de tratamiento no quirúrgico. Las complicaciones pulmonares como atelectasia y derrame pleural son comunes y peligrosas en pacientes con enfermedad pulmonar subyacente. La infección es relativamente rara.

La insuficiencia hepática es la complicación más grave de la resección hepática; este es un importante elemento disuasorio en la resección quirúrgica del carcinoma hepatocelular en pacientes con cirrosis. También es un problema, en menor grado, en pacientes con hepatectomías previas (por ejemplo, resecciones repetidas por metástasis recurrentes de cáncer colorrectal).

Resultados

La cirugía hepática es segura cuando la realizan cirujanos experimentados con el apoyo tecnológico e institucional adecuado. Como ocurre con la mayoría de los procedimientos quirúrgicos importantes, existe una marcada tendencia hacia resultados óptimos por parte de cirujanos con un gran número de casos en centros seleccionados (normalmente centros oncológicos y centros de trasplantes).

Para obtener resultados óptimos, se debe considerar el tratamiento combinado con quimioterapia o terapia biológica sistémica o de infusión regional. Antes de la cirugía, los agentes citotóxicos como el oxaliplatino administrado por vía sistémica para la metástasis colorrectal o la quimioembolización para el carcinoma hepatocelular pueden disminuir significativamente el tamaño de la masa tumoral, permitiendo entonces resecciones que eliminarían un segmento o porción en cuña del hígado únicamente. Estos procedimientos también pueden verse favorecidos por la aplicación de una pinza hepática (pinza hepática Lin o Chu; Pilling no.604113-61995) para minimizar la pérdida de sangre.

Etimología

La palabra "hepatectomía" se deriva del griego. En griego hígado es hepar y -ectomía proviene del griego ektomē, "extirpar".

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