Giuliano Kremmerz

Giuliano M. Kremmerz (1861–1930), nacido como Ciro Formisano, fue un alquimista italiano que trabajó dentro de la tradición del hermetismo. En 1896, Kremmerz fundó la Confraternita Terapeutica e Magica di Myriam (Hermandad Terapéutica y Mágica de Myriam).
Biografía
J.M. KREMM-ERZ, simplificado como Giuliano Kremmerz, es el nombre de Ciro Formisano, nacido en Portici, cerca de Nápoles, el 8 de abril de 1861. Fue filósofo, terapeuta y taumaturgo, fundador de la S.P.H.C.I (Schola Philosophica Hermetica Classica Italica) Fratellanza Terapeutica Magica di Miriam, con fines exclusivamente terapéuticos para el beneficio de todos, y todavía hoy en funcionamiento a través de algunas filiaciones que heredaron el patrimonio doctrinal y ritual de la escuela.
Ciro Formisano entró pronto en contacto con Pasquale De Servis, conocido por los estudiosos del hermetismo mágico de la época como IZAR y vinculado a las raíces itálicas de la tradición iniciática, la tradición que, antes del cristianismo, había florecido en la Magna Grecia en la Escuela Pitagórica, que había recogido los cultos isíacos y osirianos de Egipto.
Prácticamente sepultada bajo los efectos de la erupción del Vesubio en el año 79 a. C., esta tradición intentó resurgir más tarde bajo diversas formas, disfrazada en las obras y pensamientos de algunos de los grandes nombres de la cultura y la medicina, como Dante y los Fedeli d’Amore (la Hermandad de los Fieles en el Amor), Cecco D’Ascoli, Pico della Mirandola, Marsilio Ficino (Marsilius Ficinus), Giordano Bruno, Cornelio Agrippa y Paracelso, hasta llegar a Raimondo di Sangro, príncipe de Sansevero, y al conde de Cagliostro en el siglo XVIII y, en tiempos más recientes, a las corrientes esotéricas del Risorgimento italiano.
Según lo que afirma el mismo Kremmerz, fue De Servis quien inició al joven Ciro Formisano en los misterios de la Ciencia Sagrada, reconociendo en él las características constitutivas de un maestro del hermetismo, unidas a un gran carácter humanitario, tolerante y generoso.
Ciro Formisano se licenció en Humanidades y, tras una breve experiencia como docente y luego como periodista, partió en un misterioso viaje a Montevideo, donde se dice que entró en contacto con las culturas chamánicas de América Latina.
No es imposible que la idea del viaje de Formisano surgiera del propio De Servis (Izar), quien, protegido por su anonimato, controlaba gran parte de la tradición iniciática hermética itálica y neoegipcia de la época.
En 1887, cuando ya había adoptado el seudónimo de Giuliano Kremmerz, Ciro Formisano empezó a escribir sobre elementos de magia natural y divina a través de la revista Il Mondo Secreto. Al mismo tiempo, puso en marcha la SPHCI, vinculándola a fines terapéuticos realizados mediante la “medicina a distancia” para los enfermos. La forma y el contenido que trazó para la Schola se han mantenido inalterados hasta hoy y tienen forma estatutaria en los 60 párrafos de la Pragmática Fundamental de la S.P.H.C.I Fratellanza Terapeutica Magica di Miriam.
Las obras de Kremmerz sentaron las bases para llevar la tradición iniciática al nuevo milenio, llevándola de vuelta al arquetipo –que, con el paso de los siglos, se había vuelto confuso– de la forma femenina de la tradición mistérica. Fue sobre este arquetipo que modeló la Schola, introduciendo instrucciones y prácticas diseñadas para entrenar a los discípulos en el ejercicio del bien desinteresado y desarrollar poderes latentes en ellos.
Hay que decir también que la labor divulgativa de Kremmerz se topó con numerosos obstáculos, algunos de ellos procedentes del propio mundo esotérico, de ámbitos todavía atados a una visión conservadora y elitista de la sabiduría antigua y de su transmisión.
Pensamiento y palabra
La base de las ideas filosóficas de Giuliano Kremmerz es el "materialismo sagrado", que no debe confundirse con el sentido despectivo que se da a la palabra “materialismo” tanto por las doctrinas económicas como por una particular visión de la filosofía de la ciencia.
El “materialismo sagrado” de Kremmerz se basa en la idea de la unidad de todo lo existente, lo que significa que no puede haber separación entre espíritu y materia. Por el contrario, es precisamente hacia la integración plena de los dos polos aparentemente opuestos (es decir, origen inteligente y manifestación material) hacia donde se dirige el camino evolutivo del hombre. Esta integración es consciente y, sobre todo, concreta en cuanto a los efectos que puede tener sobre la materia viva del ser humano. Es el objetivo último de la filosofía hermética y de las prácticas que pretende llevar a cabo. Es también el objetivo de la Schola fundada por Kremmerz.
La consecución de este objetivo se simboliza como “matriarcado”, término que no se utiliza en su sentido más habitual, el social. “Matriarcado” proviene de la unión de dos palabras: “meter”, o “madre”, “matriz”, que tiene la misma raíz que “materia”, y “arché”, o “comienzo”, “origen”, “sustancia”. En la visión de la unidad de la existencia, tal como la propone Kremmerz, el dualismo de espíritu y materia no tiene razón de existir.
Kremmerz afirma que la “realidad hermética” se encuentra en el equilibrio entre la inteligencia libre y la sensibilidad del organismo, y que el predominio de una u otra conduce siempre a un estado de desequilibrio que aleja de la unidad fundamental. En el equilibrio de la visión hermética, la idea creadora (es decir, el espíritu inteligente) no puede prescindir de la sustancia (materia) a través de la cual la idea misma toma forma.
Trivia
- El álbum Numen Lumen, por la banda de neofolk italiana Hautville con frases de Klemmerz, estaba dedicada a su memoria.
Enlaces externos
- Sitio oficial de S.P.H.C.I., heredero escolar a su tradición.
- Enlace a algunas filiaciones de la Hermandad de Miriam
- http://ermetismo-kremmerziano.it
- Roma Article on Kremmerz and his school in the Naples newspaper "Roma"