Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

Ajustar Compartir Imprimir Citar

Fernando de Alva Cortés Ixtlilxóchitl (entre 1568 y 1580, muerto en 1648) fue un noble de ascendencia noble azteca parcial en el virreinato español de Nueva España, México moderno; es conocido principalmente por sus obras que narran la historia indígena azteca.

Vida

Nacida entre 1568 y 1580, Alva Cortés Ixtlilxóchitl era descendiente directa de Ixtlilxóchitl I e ​​Ixtlilxóchitl II, quienes habían sido tlatoque (gobernantes) de Texcoco. Descendía de un abuelo indígena y tres abuelos españoles. También era tataranieto de Cuitláhuac (Cuitláhuac era el undécimo hijo del gobernante Axayácatl y hermano menor de Moctezuma II, el anterior gobernante de Tenochtitlan), el penúltimo gobernante azteca de Tenochtitlan y vencedor de la Noche Triste. A la muerte de su hermano mayor en 1602, fue declarado por real cédula heredero de los títulos y bienes de su familia. La propiedad, sin embargo, no parece haber sido grande, ya que se quejó en 1608 del deplorable estado de miseria a que se vio reducida la posteridad de los reyes de Texcoco.

Fue un estudiante distinguido en el Colegio Imperial de Santa Cruz de Tlatelolco, donde se educó tanto en náhuatl como en español. Vivió en San Juan Teotihuacán de 1600 a 1604.

En 1608 fue empleado como intérprete por el virrey, nombramiento que debió a su saber y habilidad para explicar los jeroglíficos de los antiguos mexicanos. También tenía un profundo conocimiento de las tradiciones de sus antepasados ​​que se conservaban en las canciones nacionales, y "tenía intimidad con varios antiguos nativos americanos famosos por su conocimiento de la historia de México". Aprovechó su propio trabajo y el de sus amigos para componer obras sobre la historia de su país. Permanecieron desconocidos hasta que su importancia fue revelada por Clavijero y luego por Humboldt. El primero dice que fueron escritos en español por mandato del virrey, y fueron depositados en la biblioteca de los jesuitas en México. Había copias también en otras bibliotecas.

En 1612 fue gobernador de Texcoco y en 1613 gobernador de Tlalmanalco. A pesar de su ilustre nacimiento, buena educación y evidente capacidad, vivió la mayor parte de su vida en la pobreza extrema. La mayoría de sus obras fueron escritas para aliviar sus necesidades. Murió en la Ciudad de México en 1648.

Obras

Fue comisionado por el virrey español de Nueva España para escribir historias de los pueblos indígenas de México. Su Relación histórica de la nación tulteca (generalmente llamada Relación) fue escrita entre 1600 y 1608. Este fue un relato de muchos eventos en la Nueva España y muchos eventos del pueblo tolteca. La Relación y la mayoría de sus otros relatos y compilaciones contienen fragmentos de escritura y canciones, con mucha repetición y poca organización. Da cuenta detallada del importante papel que jugó su bisabuelo don Fernando Ixtlilxóchitl II en la conquista de México y la pacificación de los indígenas de la Nueva España, elogiándolo de todas las formas posibles y condenando la ingratitud de los conquistadores.

Posteriormente (1610 a 1640, según Chavero), Alva escribió la obra española Historia chichimeca, que se refiere a los mismos hechos, pero con más organización. Historia chichimeca no es el título original, que se desconoce, sino que fue aportado por Carlos de Sigüenza y Góngora cuando el manuscrito estaba en su poder. Lorenzo Boturini Bernaducci, quien posteriormente poseyó el mismo manuscrito, lo llamó Historia general de la Nueva España. Hay indicios de que formaba parte de una obra mayor, el resto de la cual se ha perdido, o tal vez quedó sin terminar. Termina con el sitio de México. La obra da la versión texcoca de la historia precolombina y la conquista, en contraste con la obra de Fernando Alvarado Tezozómoc, que da la versión mexica. losHistoria chichimeca es considerada la mejor obra de Alva.

Sus obras contienen datos muy importantes para la historia de México, pero a excepción de la Historia chichimeca, están escritas sin orden ni método, la cronología es muy defectuosa y hay mucha repetición.

Alfredo Chavero publicó sus obras, anotadas, con el título de Obras históricas en 1891-1892. José Ignacio Dávila Garibi reprodujo esa edición con un nuevo prólogo en 1952.

Se le atribuye el Códice Ixtlilxóchitl.

Escribió dos memoriales, Sucinta y Sumaria, dirigidas al virrey Luis de Velasco, hijo, ya fray García Guerra. Estos fueron intentos de recuperar algunas de las propiedades y privilegios de sus antepasados ​​​​reales. En parte por estas súplicas, y en parte por el favor de Fray García Guerra, quien después fue arzobispo de México y virrey de la Nueva España, se le otorgaron algunas concesiones de tierras, y en los últimos años de su vida fue nombrado intérprete en el Indio. corte judicial. Todavía trabajaba allí cuando murió en 1648, pobre y olvidado. Su hijo, Juan de Alva Cortés, heredó sus documentos y antes de su muerte fueron entregados a Don Carlos de Sigüenza y Góngora.