Fantasía dura
La fantasía dura o Hard fantasy es un subgénero de la literatura fantástica que se esfuerza por presentar historias ambientadas (y, a menudo, centradas en) un mundo racional y conocible. La fantasía dura es similar a la ciencia ficción dura, de la que toma su nombre, en el sentido de que todos pretenden construir sus respectivos mundos de forma rigurosa y lógica.
Orígenes
Jane Lindskold, cuya escritura se ha llamado fantasía dura, en 2009 atribuyó el origen de este término a un entrevistador de radio anónimo. Brian Stableford rastrea los orígenes del término hasta la década de 1980 según lo propuesto por escritores anónimos de fantasía histórica.
Definición
La definición de fantasía dura es amorfa en la práctica. Marie Brennan comentó en 2008 que "el término ha existido durante un tiempo sin que nadie haya llegado a un consenso sobre a qué se refiere" y propuso una definición amplia de que "es cualquier historia que trata la magia como ciencia" o historias de fantasía que "están relacionadas con cómo funcionan las cosas y por qué ". Brian Stableford en The A to Z of Fantasy Literature estuvo de acuerdo en que el término "se usa de varias maneras diferentes", todas intentando crear una analogía con el término ciencia ficción dura, con las primeras definiciones reservadas para obras que son "escrupulosamente fieles a la historia y datos antropológicos" fuera de tener algunos elementos argumentales mágicos o míticos, siendo las definiciones posteriores más amplias.
John Clute y John Grant en The Encyclopedia of Fantasy la definieron como un género donde "la magia es considerada como una fuerza casi científica de la naturaleza y sujeta al mismo tipo de reglas y principios", y que "podría referirse a historias de fantasía equivalentes a las forma de ciencia ficción dura conocida como la historia del 'problema científico', donde el héroe debe resolver lógicamente una situación mágica problemática".
Lindskold enumera los puntos clave del género respetando la razón, la lógica y las "leyes del mundo real". Fernando Savater traza líneas similares al contrastar la fantasía dura con la fantasía blanda, aunque no está claro si distingue entre fantasía y ciencia ficción, ya que enumera a Julio Verne y HG Wells como ejemplos de escritores de fantasía dura.
Misha Grifka-Wander ha argumentado que el término es impopular e inexacto.
Ejemplos
Las siguientes obras han sido denominadas fantasía dura:
- Caldero de dragón (1991) de Laurence Yep
- La hija del dragón de hierro (1993) de Michael Swanwick
- Serie Lord Darcy (1964-1979) de Randall Garrett
- El Señor de los Anillos de JRR Tolkien (1936-1970)
- Crónica del asesino de reyes de Patrick Rothfuss
- Memoria, dolor y espina (1988-1993) de Tad Williams
- Metropolitano (1995) de Walter Jon Williams
- Nacido de la bruma (2006-2016) de Brandon Sanderson
- Serie Canción de hielo y fuego de George RR Martin (1996-presente)
- El país no conquistado (1986) de Geoff Ryman
- Maestro de las cinco magias (1980) de Lyndon Hardy
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