Esclavitud en Colombia

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La esclavitud se practicó en Colombia desde principios del siglo XVI hasta su abolición definitiva en 1851. Este proceso consistió en el tráfico de personas de origen africano e indígena, primero por los colonizadores europeos desde España y luego por las élites comerciales de la República de Nueva Granada, el país que contenía lo que hoy es Colombia.

Esclavitud indígena

La esclavitud de los pueblos indígenas en lo que ahora es Colombia comenzó con la colonización del país por parte de los españoles a principios del siglo XVI y con la creación del Virreinato de la Nueva Granada en 1717. Con el avance de los conquistadores, los pueblos indígenas derrotados fueron sometidos a la esclavitud como prisioneros de guerra, como era la costumbre española. Por ejemplo, Gonzalo Jiménez de Quesada repartió entre sus capitanes y soldados unos dieciocho mil prisioneros conquistados. Este proceso continuaría sin ninguna intervención estatal ni justificación legal hasta la expedición de las Leyes de Burgos por parte de la corona española, que abolió la esclavitud de los indígenas en 1512 de jure.. El estatus legal de la población americana conquistada sería nuevamente mejorado por las Nuevas Leyes de 1542, que establecerían nuevas protecciones para ellos.

Sin embargo, estas protecciones no deben interpretarse como una abolición de facto de la esclavitud amerindia. Entre los colonizadores españoles de esa época surgió un aforismo, “obedecemos, pero no cumplimos”, que proviene de una fórmula administrativa utilizada en las Cortes de Castilla para detener la ejecución de una ley o mandato de gobierno, pendiente de revisión por parte del monarca., porque la disposición sea considerada injusta o contraria a las disposiciones existentes por el cuerpo legislativo. La esclavitud de los pueblos originarios continuaría al margen de la ley, siendo frecuentemente sometidos los conquistados al mismo trato por parte de los españoles.

Más allá de la práctica informal de la esclavitud, el trabajo forzoso continuaría incluso en el marco de la ley, con instituciones conocidas como la mita y la encomienda. La nueva normativa, así como las Leyes de Burgos, seguían contemplando el trabajo forzoso y, aunque formalmente no era la institución misma de la esclavitud, no se alejaba de ella. La mita establecía cuotas de trabajo que la población nativa debía cumplir a modo de tributo según la asignación que hiciera el corregidor. La encomienda era una forma de clientelismo en la que los indígenas eran obligados a pagar a un encomendero los servicios supuestamente prestados por el mismo. El principal servicio que debía prestar el encomendero según contemplaba la legislación colonial era la evangelización, pero aun en esto hubo negligencia. Por ejemplo, alrededor del siglo XVI,Mientras tanto, en Tunja, los encomenderos no solo descuidaron su deber de educar sino que lo sabotearon activamente, oponiéndose fuertemente a que los indígenas aprendieran a leer y escribir.

Se suspendió la aplicación de las Leyes Nuevas de 1542 y con ellas la intención de la legislación de despojar a los encomenderos privados del poder. Para 1545, las Nuevas Leyes derogaron la heredabilidad de las encomiendas, debilitando a los encomenderos al disolver su concesión a su muerte, permitiendo nuevamente a los virreyes y gobernadores establecer nuevas encomiendas. Esto alcanzó una nueva dimensión con la colonización del Nuevo Mundo, ya que la población nativa subyugada era insuficiente para la explotación de los recursos naturales y su número se reducía, ya fuera por la propagación de enfermedades o por la muerte por abuso de los europeos. Así, el tráfico masivo de esclavos africanos hacia las provincias que serían la Nueva Granada comenzaría recién después de diezmada la población indígena, en la segunda mitad del siglo XVI.Este tráfico se producía a través de las llamadas licencias, una especie de contrato con el estado en el que la corona autorizaba el tráfico de esclavos a las colonias a cambio de una contribución fiscal.

La trata de esclavos se justificaba moralmente bajo la idea de que el esclavo recibía la "valiosa" obra evangelizadora de su amo, y que el principio cristiano de igualdad se refería a la igualdad en el más allá y la superioridad del hombre blanco en el presente. Esto no impidió que los esclavos fueran transportados en condiciones infrahumanas; el viaje de África a América duró unos dos meses y se llevó a cabo en barcos plagados de enfermedades, con poca o ninguna ventilación y hacinados.

Esclavitud africana

El comercio de esclavos ibéricos en África comenzó con los portugueses, que transportaban prisioneros a las islas Madeira y las Azores. Mediante el Tratado de Alcáçovas, en 1479 el Reino de Castilla reconoció la primacía portuguesa en el comercio de esclavos africanos, lo que los convertiría en los principales proveedores de mano de obra esclava durante los siglos venideros.Esto alcanzó una nueva dimensión con la colonización del Nuevo Mundo, ya que la población nativa subyugada era insuficiente para la explotación de los recursos naturales y su número se reducía día a día ya sea por la propagación de enfermedades o por la muerte por abuso de los españoles. Así, el tráfico masivo de esclavos africanos hacia las provincias que serían el Virreinato de la Nueva Granada comenzaría recién después de diezmada la población indígena, a partir de la segunda mitad del siglo XVI. Este tráfico se producía a través de licencias, una especie de contrato con el estado en el que la corona autorizaba el tráfico de esclavos a las colonias a cambio de una contribución fiscal.

La trata de esclavos se justificaba moralmente bajo la idea de que el esclavo recibía la "valiosa" obra evangelizadora de su amo, y que el principio cristiano de igualdad se refería a la igualdad en el más allá y la superioridad del hombre blanco en el presente. Esto no impidió que los esclavos fueran transportados en condiciones infrahumanas; el viaje de África a América duró unos dos meses y se llevó a cabo en barcos plagados de enfermedades, con poca o ninguna ventilación y en condiciones de hacinamiento.

Orígenes étnicos

Los primeros conquistadores portugueses que llegaron a las costas africanas tenían un enfoque bastante directo para esclavizar a los nativos, apoyándose en expediciones de guerra en las que secuestraban a los nativos; sin embargo, el proceso era engorroso y difícil, por lo que finalmente fue reemplazado por puestos comerciales, en los que los líderes locales intercambiaban productos manufacturados a cambio de esclavos capturados.

El grueso de los esclavos africanos que llegaban al Nuevo Mundo procedía de las costas de África occidental, entendida como el espacio entre los ríos Senegal y Cuanza. Determinar el origen étnico de los esclavos es complejo, ya que los registros de la época provienen de europeos interesados ​​en identificar el puerto de origen y no en realizar ningún tipo de valoración etnográfica. Por ello, los diversos investigadores que abordan la cuestión del origen de los esclavos afrocolombianos muchas veces no tienen más remedio que agrupar su origen en regiones más amplias, muchas veces divididas en tres. Luz Adriana Maya las identifica como: sudano-saheliana, la selva tropical y la selva tropical ecuatorial;John Thornton identifica las tres regiones como: Alta Guinea, Baja Guinea y la región de Angola. Estas regiones no comprenden pueblos únicos, e incluyen una gran diversidad entre ellos.

La región occidental del Sahel alberga grupos étnicos como los fulani, los mande y los songhai. La región fue el hogar de los imperios más grandes del África subsahariana, el Imperio de Ghana, el Imperio de Malí y el Imperio Songhai. Estos dos últimos se convertirían en parte directa del comercio de esclavos y colapsarían durante el mismo. Los dos imperios posteriores serían musulmanes, lo que influiría no solo en sus etnias dominantes sino en otros pueblos que llegarían encadenados a los puertos de Cartagena de Indias como los balanta, bijagós, diola, nalu y susu.

En la región del Golfo de Guinea, los pueblos se pueden dividir en dos macrogrupos, los pueblos Kwe y los hablantes de las lenguas Volta-Níger. Esta región estaba dominada por estados más pequeños como el Reino Ashanti, así como las ciudades estado de Ife y Benin. Es el origen de pueblos como el pueblo yoruba, igbo y ashanti. Esta región representa el origen de varias religiones afrocaribeñas que aún se practican en Colombia como la santería, que tiene su origen en la religión yoruba.

En la región más meridional entre el delta del río Congo y la actual Angola, la gran mayoría de los pueblos eran de origen bantú, principalmente hablantes de kikongo y kimbundu. La región incluía estados como el pequeño Imperio Lunda y el gran Reino de Kongo, cuyo rey Afonso I intentó sin éxito detener el comercio de esclavos de su dominio enviando correspondencia a Juan III de Portugal hablando de la "corrupción y depravación" de los esclavistas europeos. que despobló su país. También envió emisarios para tratar con el Papa, pero estos fueron interceptados por los portugueses al desembarcar en Lisboa.

En la costa caribe

Cartagena de Indias fue la principal puerta de entrada de esclavos al país durante la época colonial y durante su mayor auge resultó ser el negocio más lucrativo de la ciudad. Para 1620 la ciudad contaba con 6.000 habitantes, de los cuales 1.400 eran esclavos de origen africano, para 1686 el número de esclavos había aumentado a 2.000. En el censo realizado entre 1778 y 1780 se determinó que la población esclava representaba el 10% de la población en la Provincia de Santa Marta y el 8% en la Provincia de Cartagena.

El uso de mano de obra esclava resultó ser fundamental para la economía de la Provincia de Cartagena, tanto en las zonas urbanas como rurales. Con la muerte de la gran mayoría de la población nativa, la labor de los africanos adquirió gran relevancia. Aunque durante el siglo XVII se utilizó mano de obra esclava tanto en la agricultura como en la ganadería, con el tiempo se concentró solo en esta última ya que la agricultura es estacional y por tanto menos rentable para el dueño de esclavos que quería minimizar las horas en las que el esclavo no trabajaba.

Dentro de las ciudades, la esclavitud adquirió una función no solo de producción sino de estatus, todas las casas de los españoles prósperos en Cartagena y Mompós fueron dotadas de servidumbre negra, que servía como signo de opulencia. Estos esclavos fueron comercializados durante el siglo XVII por un valor de entre 200 y 400 pesos de plata cada uno.

El sistema de producción con mano de obra esclava requería una constante afluencia de nuevos esclavos, ya que la población de origen africano presentaba tasas de crecimiento negativas en el Nuevo Mundo. Esto se debió a varios factores como el número de hombres que excedía al de mujeres por un factor de 5 a 1 por ser considerados más productivos, así como la alta tasa de mortalidad entre los trabajadores. Esto requirió la afluencia constante de nuevos esclavos "Bozales" (nacidos en África).

La esclavitud en la provincia de Cartagena comenzó a declinar en el siglo XVIII. Durante la época republicana la institución entró en un verdadero declive, principalmente en las zonas rurales donde el actual sistema de producción dejó de ser sustituido por mano de obra mestiza barata. En las zonas urbanas la esclavitud logró mantener su relevancia porque estaba más ligada a la exhibición de estatus que a los modos de producción, por lo que siguió siendo un sistema relevante hasta su abolición en el siglo XIX.

En la costa del Pacífico

Los primeros intentos de minería con esclavos de origen africano en la costa del Pacífico de la Nueva Granada se produjeron durante el siglo XVII. Sin embargo, estos intentos fueron muy limitados y en su mayoría infructuosos debido a las grandes dificultades que tuvieron los españoles para someter a las poblaciones nativas. Las grandes operaciones mineras, y con ellas el tráfico masivo de esclavos africanos hacia la costa oeste, no comenzarían hasta las dos últimas décadas del siglo XVII.

La gran mayoría de los esclavos africanos que eventualmente llegarían al Pacífico ingresaron por el puerto de Cartagena de Indias; en el Pacífico se comercializaban por un valor de unos 300 pesos de plata si nacían en África, y entre 400 y 500 si nacían en el Nuevo Mundo. Del análisis de documentos de la época, parece que más de la mitad de los esclavos que llegaron al Chocó eran de origen Kwa, principalmente de los Akan y Ewe, también había minorías importantes de hablantes de Mandé, Gur y Kru.

La costa del Pacífico fue el área colonial con mayor porcentaje de población esclava en el territorio de la Nueva Granada. En el censo de 1778-1780 se encontró que los esclavos en el Chocó constituían el 39% de la población, el 38% en Iscuandé, el 63% en Tumaco y en Raposo (actual Buenaventura), un extraordinario 70%.

Estos esclavos destinados a la producción minera fueron un componente vital en la Región del Pacífico. Entre 1680 y 1700 Popayán fue la fuente del 41% de la producción de oro de la Nueva Granada.

Rebeliones

Rebeliones indígenas

Los primeros en oponerse a la imposición del trabajo forzoso por parte de los europeos fueron los pueblos indígenas. Durante el siglo XVI hubo rebeliones de los Paeces, Muzos y Yariguis. Los chinantos se rebelaron contra el pueblo de San Cristóbal, mientras que los tupes hicieron lo propio en Santa Marta. Sin embargo, los Pijaos fueron los más exitosos en este sentido, logrando detener los trabajos en las minas de Cartago y Buga, interrumpiendo con éxito la comunicación con Popayán y Perú, y matando al Gobernador de Popayán Vasco de Quiroga. La guerra librada durante la primera década del siglo XVII terminaría con la victoria de los europeos, que serían recompensados ​​por su servicio en forma de encomiendas.

Rebeliones africanas

Los esclavos africanos se rebelaron con frecuencia contra sus amos, ya sea mediante la práctica del cimarronaje o mediante la rebelión armada. En Santa Marta en 1530, apenas cinco años después de la construcción de la ciudad, una rebelión de esclavos destruyó el pueblo. La ciudad sería reconstruida solo para sufrir una nueva rebelión en la década de 1550.

Aunque ciertamente era posible que un esclavo individual huyera de sus amos y pasar desapercibido entre la población negra libre de una gran ciudad, era una situación precaria en la que el fugitivo corría el riesgo constante de ser descubierto; por lo que es natural que muchos actos de fuga se organizaran y dirigieran hacia comunidades de cimarrones en las que pudieran encontrar seguridad con los de su propia clase.

No todas las actividades de rebelión terminaron en fuga, en varios casos se utilizó la amenaza de revuelta como método dentro de la negociación colectiva. En 1768 en la provincia de Santa Marta un grupo de esclavos hirió a un capataz a quien acusaron de malos tratos, cuando su amo envió a una pareja de blancos para someterlos, los esclavos mataron a uno de ellos. Lejos de intimidarse, los rebeldes le dieron un ultimátum a su amo, si no accedía a sus demandas quemarían toda la hacienda y escaparían a vivir con los "indios bravos". Sin más remedio, el amo aceptó sus demandas, jurando perdonarlos por la rebelión, cesar los malos tratos y acordar que si alguna vez se vendían los esclavos, se hiciera colectivamente para no dividir a las familias.Incidentes similares ocurrieron en Neiva en 1773 y Cúcuta en 1780, en los que los esclavos habían llegado a una especie de acuerdo con los sacerdotes jesuitas en el que su trato era más parecido al de los campesinos libres en una aparcería, recibiendo una remuneración por sus cosechas y con vacaciones Cuando un nuevo amo se negó a defender lo que los esclavos consideraban sus derechos consuetudinarios, no dudaron en rebelarse abiertamente y exigir que las autoridades del gobierno colonial reconocieran sus derechos.

Por otro lado, es importante reconocer que las estrategias de resistencia de las mujeres negras esclavizadas durante el período colonial estuvieron dirigidas a enfrentar el poder colonial recurriendo a demandas judiciales.

Sin embargo, la rebelión de esclavos más famosa de la Nueva Granada fue sin duda la de los esclavos de San Basilio de Palenque, encabezada por Benkos Biohó. La rebelión tuvo tanto éxito que el 23 de agosto de 1691 el rey de España se vio obligado a emitir un certificado que ordenaba la libertad general de los Palenques y su derecho a la tierra.

A finales del siglo XVII, las autoridades coloniales intentaron nuevamente iniciar una gran campaña contra los cimarrones de Palenque, pero a pesar de que lograron destruir algunos pueblos, toda la campaña resultó ser un fracaso, ya que las comunidades negras atacadas lograron preservar su libertad y simplemente se mudó al sur.

El cimarronaje continuaría hasta el siglo XIX con la abolición de la esclavitud, luego de lo cual los antiguos esclavos ejercerían nuevas formas de resistencia buscando tomar represalias contra sus antiguos amos: vagaban por los campos, derribando alambrados, asaltando propiedades y castigando a los conservadores con sus látigos Este período fue denominado por el presidente José Hilario López como "Las travesuras democráticas".

Abolición

La abolición fue un proceso gradual. La manumisión de los individuos esclavizados se produjo a lo largo de la historia de la colonia, pero la abolición de la esclavitud como institución no se planteó seriamente hasta la invasión napoleónica de España, cuando, a partir de 1809, se planteó en las cortes ibéricas la cuestión de la libertad para impedir " esclavos de buscarlo e incluso lograrlo por medios violentos y coercitivos". Antonio Villavicencio fue un defensor de la libertad de útero, pero la corona española no tuvo en cuenta sus puntos de vista.

Durante la guerra de independencia de Colombia, Simón Bolívar introdujo en 1816 la idea de otorgar la libertad a los esclavos que participaran en la causa independentista. Este proceso fue controvertido, porque los terratenientes que dependían de los esclavos tanto para el trabajo como para el estatus social se opusieron firmemente al proceso de liberación.

Para transigir con las demandas de los esclavistas que exigían que se respetara su propiedad, José Félix de Restrepo logró decretar en el Congreso de Cúcuta la “libertad de útero”, que declaraba que los niños nacidos de esclavas a partir del 21 de julio de 1821, sería gratis. La ley también establecía para los amos la obligación de "Educar, vestir y alimentar a los hijos [...] pero éstos en recompensa tendrán que indemnizar a los amos de sus madres de los gastos que hayan hecho en su crianza, con sus trabajos y servicios, que prestarán hasta la edad de 18 años.” La trata de esclavos fue definitivamente prohibida en 1825.

Aunque la libertad de los jóvenes esclavos debería haber comenzado el 21 de julio de 1839, el proceso se retrasó en gran medida por la Guerra de los Supremos, que se libró de 1839 a 1842. Después de la guerra y bajo la presión de los amos, una nueva ley de Mayo 29 de 1842, extendió la dependencia de los esclavos por otros 7 años a través de lo que se denominó aprendizaje. En otras palabras, los esclavos de 18 años serían presentados a los alcaldes quienes deberían ponerlos al servicio de su antiguo amo o de alguien que pudiera "educarlos e instruirlos" en un oficio o profesión. De esta manera se extendió la esclavitud, mientras que los que se negaron a participar fueron reclutados en el ejército nacional.

La ineficacia de la manumisión, así como la corrupción de funcionarios y terratenientes que continuaban con el comercio de esclavos desconociendo la ley provocó un gran descontento entre las llamadas Sociedades Democráticas (asociaciones liberales de artesanos). Esta gran conmoción política, proveniente tanto de los artesanos como de los propios esclavos, llevó al presidente José Hilario López a proponer la libertad absoluta. Finalmente, el Congreso de Colombia aprobó una ley el 21 de mayo de 1851, mediante la cual los esclavos serían libres a partir del 1 de enero de 1852 y los amos serían indemnizados con bonos.

Aun así, en muchos lugares los amos se negaron a dejar ir a los esclavos de forma pacífica. Esto condujo a la Guerra Civil de 1851, que comenzó con una insurrección en Cauca y Pasto encabezada por los líderes conservadores Manuel Ibáñez y Julio Arboleda con el apoyo del gobierno ecuatoriano. En Antioquia estalló la rebelión a manos de los conservadores encabezados por Eusebio Berrero. La guerra terminaría en cuatro meses con la victoria liberal y la liberación definitiva de los esclavos.

El número de personas esclavizadas fue descendiendo a lo largo del período republicano hasta la abolición definitiva de la institución:

AñoPoblación (#)Esclavos (#)Porcentaje (%)
1778798,95662,5477,82%
18251,129,17445,1334,00%
18351,570 85437,5472,39%
18431,812,78225,5911,41%
18512,105,62215,9720,76%