Erupción peleana

Las erupciones de Peléan son un tipo de erupción volcánica. Pueden ocurrir cuando está involucrado magma viscoso, típicamente de tipo riolítico o andesítico, y comparten algunas similitudes con las erupciones vulcanianas. La característica más importante de una erupción peleana es la presencia de una avalancha incandescente de ceniza volcánica caliente, llamada flujo piroclástico. Otra característica es la formación de domos de lava. También se pueden observar pequeños flujos de ceniza o formación de conos de piedra pómez.
Las fases iniciales de la erupción se caracterizan por flujos piroclásticos. Los depósitos de tephra tienen menor volumen y rango que las erupciones Plinianas y Vulcanianas correspondientes. El magma viscoso luego forma una cúpula de lado empinado o columna volcánica en la ventilación del volcán. La cúpula puede luego colapsar, dando lugar a flujos de ceniza y bloques calientes. El ciclo de erupción suele completarse en unos pocos años, pero en algunos casos puede continuar durante décadas, como en el caso de Santiaguito.
La erupción del Monte Pelée (VEI-4) en 1902 es el primer caso descrito de una erupción peleana; el término se deriva del nombre del volcán.
Otros ejemplos de erupciones peléanas incluyen:
- la erupción 1948–1951 de Hibok-Hibok; (VEI-3)
- la erupción de 1951 del Monte Lamington, que sigue siendo la observación más detallada de este tipo; (VEI-4)
- la erupción de 1968 del volcán Maya (VEI-3)
- La erupción 2021 de La Soufrière (VEI-4)