Ernesto renán

Joseph Ernest Renan (francés: [ʁənɑ̃]; 27 de febrero de 1823 - 2 de octubre de 1892) fue un erudito semítico y orientalista francés que escribió sobre lenguas y civilizaciones semíticas, historiador de la religión, filólogo, filósofo, erudito bíblico y crítico. Escribió obras sobre los orígenes del cristianismo primitivo y defendió teorías políticas populares, especialmente sobre el nacionalismo, la identidad nacional y la supuesta superioridad de los blancos sobre otras "razas" humanas. Renan es conocido por ser uno de los primeros eruditos en promover la teoría jázara, ahora desacreditada, que sostenía que los judíos asquenazíes eran descendientes de los jázaros, pueblos túrquicos que habían adoptado la religión judía y emigraron a Europa occidental tras el colapso de su kanato.

Vida

Nacimiento y familia

Museo Ernest Renan en Tréguier

Nació en Tréguier en Bretaña en una familia de pescadores. Su abuelo, habiendo hecho una pequeña fortuna con su pesca, compró una casa en Tréguier y se instaló allí, y su padre, capitán de un pequeño cúter y republicano ardiente, se casó con la hija de un comerciante realista de la vecina ciudad de Lannion. Toda su vida, Renan fue consciente del conflicto entre las creencias políticas de su padre y de su madre. Tenía cinco años cuando murió su padre, y su hermana, Henriette, doce años mayor que él, se convirtió en la cabeza moral de la familia. Habiendo intentado en vano mantener una escuela para niñas en Tréguier, partió y se fue a París como maestra en una escuela de señoritas. internado.

Educación

Ernest, por su parte, se educó en el seminario eclesiástico de su ciudad natal. Sus informes escolares lo describen como "dócil, paciente, diligente, meticuloso, minucioso". Mientras los sacerdotes le enseñaban matemáticas y latín, su madre completó su educación. La madre de Renan era mitad bretona. Sus antepasados paternos procedían de Burdeos, y Renan solía decir que, por su propia naturaleza, el gascón y el bretón estaban constantemente en desacuerdo.

Durante el verano de 1838, Renan ganó todos los premios en el colegio de Tréguier. Su hermana le contó al médico de la escuela de París donde enseñaba sobre su hermano, y él le informó a F. A. P. Dupanloup, quien participó en la organización del colegio eclesiástico de Saint-Nicolas-du-Chardonnet, una escuela en la que la joven nobleza católica y la los alumnos más talentosos de los seminarios católicos debían ser educados juntos, con la idea de crear amistades entre la aristocracia y el sacerdocio. Dupanloup mandó llamar a Renan, que entonces tenía quince años y nunca había salido de Bretaña. "Aprendí con estupor que el conocimiento no era un privilegio de la Iglesia... Desperté al significado de las palabras talento, fama, celebridad." La religión le parecía completamente diferente en Tréguier y en París. Llegó a ver al Abbé Dupanloup como una figura paterna.

Estudiar en Issy-les-Moulineaux

En 1840, Renan dejó San Nicolás para estudiar filosofía en el seminario de Issy-les-Moulineaux. Ingresó apasionado por la escolástica católica. Entre los filósofos, Thomas Reid y Nicolas Malebranche lo atrajeron primero, y luego se dirigió a G. W. F. Hegel, Immanuel Kant y J. G. Herder. Renan comenzó a ver una contradicción entre la metafísica que estudiaba y la fe que profesaba, pero el apetito por las verdades verificables reprimió su escepticismo. "La filosofía excita y sólo satisface a medias el apetito por la verdad; Estoy ansioso por las matemáticas”, le escribió a Henriette. Henriette había aceptado en la familia del conde Zamoyski un compromiso más lucrativo que su antiguo trabajo. Ella ejerció la mayor influencia sobre su hermano.

Estudiar en la universidad de St Sulpice

No fueron las matemáticas sino la filología las que resolverían las crecientes dudas de Renan. Completado su curso en Issy, en 1844 ingresó en el colegio de St Sulpice para obtener su título en filología antes de ingresar a la iglesia y, aquí, comenzó el estudio del hebreo. Se dio cuenta de que la segunda parte del Libro de Isaías difiere de la primera no solo en el estilo sino también en la fecha, que la gramática y la historia del Pentateuco son posteriores al tiempo de Moisés, y que el Libro de Daniel está claramente escrito siglos después del tiempo en el que está ambientado. Por la noche leía las novelas nuevas de Víctor Hugo; de día, estudiaba hebreo y siríaco con Arthur-Marie Le Hir. En octubre de 1845, Renan dejó St Sulpice para Stanislas, un colegio laico de los oratorianos. Todavía sintiéndose demasiado bajo el dominio de la iglesia, terminó de mala gana con la última de sus asociaciones con la vida religiosa y entró como maestro en la escuela para niños de M. Crouzet.

Carrera académica

Retrato de Joseph Ernest Renan, por F. Mulnier

Renan, educado por sacerdotes, aceptará el ideal científico con una extraordinaria expansión de todas sus facultades. Quedó embelesado por el esplendor del cosmos. Al final de su vida, escribió sobre Amiel: "El hombre que tiene tiempo para llevar un diario privado nunca ha entendido la inmensidad del universo". Las certezas de las ciencias físicas y naturales le fueron reveladas a Renan en 1846 por el químico Marcellin Berthelot, entonces un muchacho de dieciocho años, alumno suyo en la escuela de M. Crouzet. Hasta el día de la muerte de Renan, su amistad continuó. Renan estaba ocupado como ujier solo durante las noches. Durante el día prosiguió sus investigaciones en filología semítica. En 1847 obtuvo el premio Volney, una de las principales distinciones que otorga la Academia de Inscripciones, por el manuscrito de su "Historia general de las lenguas semíticas". En 1847, se graduó como Agrégé de Philosophie, es decir, miembro de la universidad, y se le ofreció un trabajo como maestro en el lycée Vendôme.

En 1856, Renan se casó en París con Cornélie Scheffer, hija de Hendrik Scheffer y sobrina de Ary Scheffer, ambos pintores franceses de ascendencia holandesa. Tuvieron dos hijos, Ary Renan, nacido en 1858, que se convirtió en pintor, y Noémi, nacida en 1862, que finalmente se casó con el filólogo Yannis Psycharis. En 1863, la American Philosophical Society lo eligió miembro internacional.

Vida de Jesús

Durante su vida, Renán fue mejor conocido como el autor de la enormemente popular Vida de Jesús (Vie de Jésus, 1863). Renan atribuyó la idea del libro a su hermana, Henriette, con quien viajaba por la Siria otomana y Palestina cuando, atacada por una fiebre, murió repentinamente. Con solo un Nuevo Testamento y una copia de Josefo como referencias, comenzó a escribir. El libro fue traducido por primera vez al inglés en el año de su publicación por Charles E. Wilbour y se ha mantenido impreso durante los últimos 145 años. La vida de Jesús de Renan fue prodigada con irónicas alabanzas y críticas por parte de Albert Schweitzer en su libro La búsqueda del Jesús histórico.

Renan argumentó que Jesús pudo purificarse a sí mismo de "rasgos judíos" y que se hizo ario. Su Vida de Jesús promovió ideas raciales e infundió la raza en la teología y la persona de Jesús; describió a Jesús como un galileo que se transformó de judío a cristiano, y que el cristianismo emergió purificado de cualquier influencia judía. El libro se basó en gran medida en el Evangelio de Juan y fue un trabajo académico. Representaba a Jesús como un hombre pero no como Dios, y rechazaba los milagros del Evangelio. Renán creía que al humanizar a Jesús le devolvía una mayor dignidad. Las controvertidas afirmaciones del libro de que la vida de Jesús debe escribirse como la vida de cualquier persona histórica, y que la Biblia podría y debería estar sujeta al mismo escrutinio crítico que otros documentos históricos causaron controversia y enfurecieron a muchos cristianos, y judíos por su descripción del judaísmo como tonto y absurdamente ilógico y por su insistencia en que Jesús y el cristianismo eran superiores.

Sin embargo, es cuestionable si Renan puede ser considerado racista, y mucho menos antisemita. El historiador estadounidense George Mosse, en Hacia la solución final. A History of European Racism, menciona a Renan solo un par de veces (pp. 88 y 129-130), y en ambos casos habla de la Vida de Jesús de Renan. En estas páginas, Mosse argumenta que, según Renan, la intolerancia sería una característica judía y no cristiana, pero el judaísmo bíblico habría perdido su importancia incluso entre los mismos judíos a medida que avanzaba la civilización. Es por eso que los judíos modernos ya no están en desventaja por su pasado y pueden hacer importantes contribuciones al progreso moderno.

Continuación de la carrera académica: puntos de vista sociales

Renan no solo era un erudito. En su libro sobre San Pablo, como en los Apóstoles, muestra su preocupación por la vida social más amplia, su sentido de fraternidad y un renacimiento del sentimiento democrático que había inspirado L'Avenir de la Science. En 1869, se presentó como candidato de la oposición liberal a las elecciones parlamentarias de Meaux. Si bien su temperamento se había vuelto menos aristocrático, su liberalismo se había vuelto más tolerante. En vísperas de su disolución, Renan estaba medio preparado para aceptar el Imperio y, de haber sido elegido para la Cámara de Diputados, se habría unido al grupo de l'Imperio liberal, pero no fue elegido. Un año después, se declaró la guerra a Alemania; el Imperio fue abolido y Napoleón III se exilió. La guerra franco-prusiana fue un punto de inflexión en la historia de Renan. Alemania siempre había sido para él el asilo del pensamiento y de la ciencia desinteresada. Ahora, vio la tierra de su ideal destruir y arruinar la tierra de su nacimiento; vio al alemán ya no como un sacerdote, sino como un invasor.

Ernest Renan en su estudio de Anders Zorn

En La Réforme Intellectuelle et Morale (1871), Renan trató de salvaguardar el futuro de Francia. Sin embargo, todavía estaba influenciado por Alemania. El ideal y la disciplina que propuso a su país derrotado eran los de su conquistador: una sociedad feudal, un gobierno monárquico, una élite a la que el resto de la nación existe simplemente para apoyar y nutrir; un ideal de honor y deber impuesto por unos pocos elegidos a la multitud recalcitrante y sometida. Los errores atribuidos a la Comuna confirmaron a Renan en esta reacción. Al mismo tiempo, la ironía siempre perceptible en su obra se vuelve más amarga. Sus Diálogos filosóficos, escritos en 1871, su Eclesiastés (1882) y su Anticristo (1876) (el cuarto volumen de los Orígenes del cristianismo, que trata del reinado de Nerón) son incomparables en su genio literario, pero son ejemplos de un temperamento desencantado y escéptico. Había tratado en vano de hacer que su país obedeciera sus preceptos. La marcha de los acontecimientos le mostró, por el contrario, una Francia que, cada día, salía un poco más fuerte, y se despertó de su talante incrédulo y desilusionado y observó con interés la lucha por la justicia y la libertad de una sociedad democrática. Los volúmenes quinto y sexto de los Orígenes del cristianismo (la Iglesia cristiana y Marco Aurelio) lo muestran reconciliado con la democracia, confiado en el ascenso gradual del hombre, consciente de que las mayores catástrofes no interrumpen realmente la seguridad si imperceptible el progreso del mundo y reconciliado, también, si no con las verdades, al menos con las bellezas morales del catolicismo y con el recuerdo de su piadosa juventud.

Definición de nacionalidad

La definición de nación de Renan ha sido extremadamente influyente. Esto se dio en su discurso de 1882 Qu'est-ce qu'une nation? ("¿Qué es una nación?"). Mientras que escritores alemanes como Fichte habían definido la nación según criterios objetivos como una raza o un grupo étnico "que comparte características comunes" (lenguaje, etc.), Renan lo definió como el deseo de un pueblo de vivir juntos, que resumió en una frase célebre, "habiendo hecho grandes cosas juntos y deseando hacer más". Escribiendo en medio de la disputa sobre la región de Alsacia-Lorena, declaró que la existencia de una nación se basaba en un "plebiscito diario." Algunos autores critican esa definición, basada en un "plebiscito diario", por la ambigüedad del concepto. Argumentan que esta definición es una idealización y debe interpretarse dentro de la tradición alemana y no en oposición a ella. Dicen que los argumentos utilizados por Renan en la conferencia ¿Qué es una Nación? no son consistentes con su pensamiento.

Karl Deutsch (en 'El nacionalismo y sus alternativas') sugirió que una nación es 'un grupo de personas unidas por una visión errónea del pasado y el odio a sus vecinos'.; Esta frase se atribuye con frecuencia, pero erróneamente, al mismo Renan. De hecho, escribió que si "el elemento esencial de una nación es que todos sus individuos deben tener muchas cosas en común", ellos "también deben haber olvidado muchas cosas". Todo ciudadano francés debe haber olvidado la noche de San Bartolomé y las masacres del siglo XIII en el Sur."

Renan creía que "Las naciones no son eternas. Tuvieron un principio y tendrán un final. Y probablemente serán reemplazados por una confederación europea".

El trabajo de Renan ha influido especialmente en el teórico del nacionalismo del siglo XX, Benedict Anderson.

Carrera académica tardía

Renan en su estudio en el Colegio de Francia

Renan caricaturada por GUTH en Vanity Fair, 1910

Alejándose de su pesimismo con respecto a las perspectivas del liberalismo durante la década de 1870, sin dejar de creer en la necesidad de una élite intelectual para influir en la sociedad democrática para el bien, Renan se unió para apoyar a la Tercera República francesa, describiéndose a sí mismo con humor como un légitimiste, es decir, una persona que necesita "alrededor de diez años para acostumbrarme a considerar legítimo cualquier gobierno" y añadiendo "yo, que no soy republicano a priori, que soy un simple liberal bastante dispuesto a ajustarme a una monarquía constitucional, sería más leal a la República que los republicanos recién convertidos. " El progreso de las ciencias bajo la República y la libertad de pensamiento que Renan apreciaba sobre todo habían disipado muchos de sus miedos anteriores y se oponía a las teorías deterministas y fatalistas de filósofos como Hippolyte Taine.

A medida que crecía, contemplaba su infancia. Tenía casi sesenta años cuando, en 1883, publicó los Souvenirs d'Enfance et de Jeunesse autobiográficos que, después de la Vida de Jesús, es la obra por la que se conoce principalmente.

Mostraron al lector moderno hastiado que un mundo no menos poético, no menos primitivo que el de los Orígenes del cristianismo todavía existía en la memoria viva en la costa noroeste de Francia. Tiene la magia celta del romance antiguo y la sencillez, la naturalidad y la veracidad que tanto valoraba el siglo XIX. Pero su Eclesiastés, publicado unos meses antes, sus Drames Philosophiques, recopilados en 1888, dan una imagen más adecuada de su espíritu crítico meticuloso, desencantado pero optimista. Muestran la actitud hacia el Socialismo inculto de un filósofo liberal por convicción, aristócrata por temperamento. Aprendemos en ellos cómo Calibán (democracia), el bruto sin mente, educado para su propia responsabilidad, se convierte después de todo en un gobernante adecuado; cómo Próspero (el principio aristocrático o la mente) acepta su destronamiento en aras de una mayor libertad en el mundo intelectual, ya que Calibán demuestra ser un efectivo policía y deja a sus superiores las manos libres en el laboratorio; cómo Ariel (el principio religioso) adquiere un control más firme sobre la vida y ya no abandona el espíritu ante el menor indicio de cambio. De hecho, Ariel florece al servicio de Próspero bajo el gobierno externo del bruto de muchas cabezas. La religión y el conocimiento son tan imperecederos como el mundo que dignifican. Así, de las profundidades surge invicto el idealismo esencial de Renan.

Renan fue prolífico. A los sesenta años, habiendo terminado Los orígenes del cristianismo, comenzó su Historia de Israel, basada en un estudio de toda la vida del Antiguo Testamento. y sobre el Corpus Inscriptionum Semiticarum, publicado por la Académie des Inscriptions bajo la dirección de Renan desde el año 1881 hasta el final de su vida. El primer volumen de la Historia de Israel apareció en 1887; el tercero, en 1891; los dos últimos a título póstumo. Como historia de hechos y teorías, el libro tiene muchos defectos; como ensayo sobre la evolución de la idea religiosa, es (a pesar de algunos pasajes de frivolidad, ironía o incoherencia) de extraordinaria importancia; como reflejo de la mente de Renan, es la más realista de las imágenes. En un volumen de ensayos recopilados, Feuilles Détachées, publicado también en 1891, encontramos la misma actitud mental, una afirmación de la necesidad de la piedad independientemente del dogma. Durante sus últimos años, recibió muchos honores y fue nombrado administrador del Collège de France y gran oficial de la Legión de Honor. Dos volúmenes de la Historia de Israel, su correspondencia con su hermana Henriette, sus Cartas a M. Berthelot, y la Historia de la Política Religiosa de Philippe-le -Bel, que escribió en los años inmediatamente anteriores a su matrimonio, todas aparecieron durante los últimos ocho años del siglo XIX.

Renan murió después de unos días' enfermedad en 1892 en París, y fue enterrado en el Cimetière de Montmartre en el barrio de Montmartre.

Reputación y controversias

Muy influyente durante su vida, Renan fue elogiado después de su muerte como la encarnación del espíritu progresista en la cultura occidental. Anatole France escribió que Renan era la encarnación de la modernidad. Las obras de Renan fueron leídas y apreciadas por muchas de las principales figuras literarias de la época, incluidos James Joyce, Marcel Proust, Matthew Arnold, Edith Wharton y Charles Augustin Sainte-Beuve. Uno de sus mayores admiradores fue Manuel González Prada en Perú quien tomó la Vida de Jesús como base de su anticlericalismo. En su documento de 1932 "La doctrina del fascismo", el dictador italiano Benito Mussolini también aplaudió las percibidas "intuiciones prefascistas" en una sección de "Meditaciones" de Renan que argumentó contra la democracia y los derechos individuales como "quiméricos" e intrínsecamente opuesto a los 'planes de la naturaleza'.

Estatua

Estatua de Ernest Renan en la plaza de Tréguier

En 1903, una gran controversia acompañó la instalación de un monumento en Tréguier diseñado por Jean Boucher. Ubicado en la plaza de la catedral local, se interpretó como un desafío al catolicismo y provocó protestas generalizadas, especialmente porque el sitio se usaba normalmente para el púlpito temporal erigido en la tradicional fiesta católica del Perdón de San Yves. También incluía a la diosa griega Atenea levantando su brazo para coronar a Renan haciendo un gesto de aparente desafío hacia la catedral. El clero local organizó una escultura de calvario de protesta diseñada por Yves Hernot como "símbolo de la iglesia ultramontana triunfante".

Visualizaciones de la carrera

Renan creía que las características raciales eran instintivas y deterministas. Ha sido criticado por sus afirmaciones de que la raza semítica es inferior a la raza aria. Renan afirmó que la mente semítica estaba limitada por el dogmatismo y carecía de una concepción cosmopolita de la civilización. Para Renan, los semitas eran "una raza incompleta". Algunos autores argumentan que Renan desarrolló su antisemitismo a partir del antijudaísmo de Voltaire.

Él no consideraba a los judíos Ashkenazi de Europa como un pueblo semítico. Renan es reconocido por lanzar la llamada teoría Khazar. Esta teoría establece que Ashkenazim tuvo su origen en refugiados túrquicos que se habían convertido al judaísmo y luego emigraron desde el Kanato jázaro colapsado hacia el oeste hacia Renania, e intercambiaron su idioma jázaro nativo por el idioma yiddish mientras continuaban practicando la religión judía. En su conferencia de 1883 "Le Judaïsme comme race et comme religion" cuestionó el concepto de que el pueblo judío constituye una entidad racial unificada en un sentido biológico, lo que hizo que sus puntos de vista fueran desagradables dentro del antisemitismo racial. Renan también era conocido por ser un fuerte crítico del nacionalismo étnico alemán, con sus matices antisemitas. Sus nociones de raza y etnicidad estaban completamente en desacuerdo con el antisemitismo europeo de los siglos XIX y XX.

Renan escribió lo siguiente sobre la larga historia de persecución de los judíos:

Cuando todas las naciones y todas las edades te han perseguido, debe haber algún motivo detrás de todo. El judío, hasta nuestro propio tiempo, se insinuó en todas partes, reclamando la protección del common law; pero, en realidad, permaneciendo fuera del common law. Conservó su propio estatus; deseaba tener las mismas garantías que todos los demás, y sobre todo, sus propias excepciones y leyes especiales. Deseaba las ventajas de las naciones sin ser nación, sin ayudar a soportar las cargas de las naciones. Nadie ha podido tolerar esto. Las naciones son creaciones militares fundadas y mantenidas por la espada; son obra de campesinos y soldados; para establecerlas los judíos no han contribuido nada. Aquí está la gran falacia inspirada en las pretensiones israelitas. El extranjero tolerado puede ser útil para un país, pero sólo a condición de que el país no se permita ser invadido por él. No es justo reclamar los derechos de familia en una casa que uno no ha construido, como las aves que vienen y ocupan sus cuartos en un nido que no les pertenece, o como los crustáceos que roban la concha de otra especie.

Sin embargo, durante la década de 1880, Renan se alejó de estos puntos de vista. En una conferencia sobre "El judaísmo como raza y religión", afirmó:

Cuando, en 1791, la Asamblea Nacional decretó la emancipación de los judíos, se refería muy poco a la raza. Consideraba que los hombres debían ser juzgados, no por la sangre que corre en sus venas, sino por su valor moral e intelectual. Es la gloria de Francia tomar estas preguntas por su lado humano. La obra del siglo XIX es derribar cada gueto, y no tengo alabanza para aquellos que buscan reconstruirlos. La raza israelita ha prestado en el pasado los mayores servicios al mundo. En armonía con las diversas naciones, en armonía con las diversas naciones nacionales de Europa, seguirá haciendo en el futuro lo que ha hecho en el pasado. Mediante su colaboración con todas las fuerzas liberales de Europa, contribuirá eminentemente al progreso social de la humanidad.

En la mencionada conferencia de 1882 sobre ¿Qué es una nación?, Renan se había pronunciado en contra de las teorías que se basaban en la raza:

Tanto el principio de las naciones es correcto y legítimo, ya que el derecho primordial de las razas es incorrecto y lleno de peligros para el verdadero progreso... La verdad es que la raza pura no existe y que basar la política en el análisis etnográfico significa basarla en una quimera.

Y en 1883, en una conferencia titulada "La identidad original y la separación gradual del judaísmo y el cristianismo":

El judaísmo, que ha servido tan bien en el pasado, seguirá sirviendo en el futuro. Servirá la verdadera causa del liberalismo, del espíritu moderno. Cada judío es un liberal... Los enemigos del judaísmo, sin embargo, si sólo los miras más de cerca, verás que son los enemigos del espíritu moderno en general.

Otros comentarios sobre la raza también han resultado controvertidos, especialmente su creencia de que la política debería tener en cuenta las supuestas diferencias raciales:

La naturaleza ha hecho una carrera de trabajadores, la raza china, que tienen una destreza manual maravillosa y casi ningún sentido del honor... Una raza de labradores del suelo, el Negro; tratarlo con bondad y humanidad, y todo será como debería; una raza de maestros y soldados, la raza europea. Reducir esta noble raza a trabajar en el ergastulum como negros y chinos, y se rebelan... Pero la vida en la que nuestros trabajadores se rebelan haría feliz a un chino o a un hombre, ya que no son criaturas militares en lo menos. Que cada uno haga lo que está hecho, y todo estará bien.

Este pasaje, entre otros, fue citado por Aimé Césaire en su Discurso sobre el colonialismo, como evidencia de la supuesta hipocresía del humanismo occidental y su "sórdidamente racista" concepción de los derechos del hombre.

Racismo republicano

Durante el surgimiento de las teorías del racismo en Europa y específicamente en la Tercera República Francesa, Renan tuvo una influencia importante en el asunto. Era un defensor del concepto de autodeterminación de los pueblos, pero por otro lado estaba de hecho convencido de una "jerarquía racial de los pueblos" que dijo que estaba "establecido". Discursivamente, subordinó el principio de autodeterminación de los pueblos a una jerarquía racial, es decir, apoyó la expansión colonialista y la visión racista de la Tercera República porque creía que los franceses eran jerárquicamente superiores (en materia racial) a las naciones africanas.. Este racismo sutil, llamado por Gilles Manceron "racismo republicano", era común en Francia durante la Tercera República y también era un conocido discurso de defensa en la política. Los partidarios del colonialismo utilizaron el concepto de superioridad cultural y se describieron a sí mismos como "protectores de la civilización" para justificar sus acciones coloniales y de expansión territorial.

Honores

• El crucero blindado Ernest Renan, lanzado en 1906, fue nombrado en su honor.
• La comunidad de Renan, Virginia fue nombrada por él.

Archivos y recuerdos

• Musée de la Vie romantique, Hôtel Scheffer-Renan, Paris

Obras