Empirismo feminista

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El empirismo feminista es una perspectiva dentro de la investigación feminista que combina los objetivos y observaciones del feminismo con los métodos de investigación y el empirismo. El empirismo feminista suele estar conectado con las nociones dominantes del positivismo. El empirismo feminista propone que las teorías feministas pueden probarse objetivamente a través de la evidencia. El empirismo feminista critica lo que percibe como insuficiencias y sesgos dentro de los principales métodos de investigación, incluido el positivismo.

El empirismo feminista es una de las tres principales perspectivas epistemológicas feministas. Los otros dos son el feminismo de punto de vista y el feminismo posestructural/posmoderno.

Ejemplo

En las relaciones internacionales, el feminismo racionalista emplea el empirismo feminista para explicar el panorama político. El feminismo racionalista examina a los actores estatales, transnacionales e institucionales y analiza específicamente las relaciones causales entre estos actores y las cuestiones de género. Se utilizan datos cuantitativos para relacionar el género con estos fenómenos. Esto se puede hacer correlacionando directamente los datos de género con comportamientos estatales específicos, o indirectamente examinando una "brecha de género" a través de relaciones causales indirectas. Las perspectivas populares vinculadas al feminismo racionalista dentro de las relaciones internacionales incluyen el constructivismo convencional y la investigación cuantitativa de la paz.

Perspectivas Epistemológicas

Feminismo de punto de vista

Entre otras críticas, el feminismo de punto de vista o también conocido como antirracional, argumenta que el empirismo feminista no puede explicar la forma en que funciona el mundo político porque los cimientos sobre los que se construye se basan en los mismos supuestos de género que enfrentan todas las investigaciones científicas principales. El empirismo feminista argumenta que, debido a su perspectiva epistemológica, puede abordar este sesgo de género inherente dentro de la investigación científica.

Feminismo posmoderno

La epistemología feminista posestructural/posmoderna es completamente discursiva y busca desarrollar la comprensión a través del análisis social; interpretar en lugar de explicar las teorías feministas en el mundo político.

Es más probable que el empirismo feminista favorezca los datos cualitativos. Las mediciones objetivas se consideran importantes para eliminar el sesgo de género que existe. El postestructuralismo se opone inherentemente a la idea de una verdad objetiva en las ciencias sociales. La creencia es que aquellos que estudian dentro de las ciencias humanas están atrapados por las mismas estructuras que afectan a la sociedad en la que estudian. El feminismo posestructural critica la creencia de que cualquier punto de vista es imparcial; el conocimiento no se encuentra sino que se construye. Un resultado específico de este desacuerdo es la forma en que las dos teorías ven el género: el empirismo feminista afirma que las variables de género se basan en el sexo biológico, mientras que el feminismo posestructural/posmoderno ve el género como una entidad socialmente constituida.