Efecto Wilson

En astronomía, el efecto Wilson es la depresión percibida de la umbra o centro de una mancha solar en la fotosfera del Sol. La magnitud de la depresión es difícil de determinar, pero puede alcanzar los 1.000 km.
Las manchas solares resultan del bloqueo del transporte de calor convectivo por intensos campos magnéticos. Las manchas solares son más frías que el resto de la fotosfera, con temperaturas efectivas de aproximadamente 4.000 °C (aproximadamente 7.000 °F). La aparición de manchas solares sigue un período de aproximadamente 11 años conocido como ciclo solar, descubierto por Heinrich Schwabe en el siglo XIX.
Historia

En 1769, durante el segundo ciclo solar, el astrónomo escocés Alexander Wilson, que trabajaba en el Observatorio Macfarlane, notó que la forma de las manchas solares se aplanaba notablemente a medida que se acercaban al limbo del Sol debido a la rotación solar. Estas observaciones mostraron que las manchas solares eran características de la superficie solar, a diferencia de los planetas menores u objetos situados encima de ella. Además, observó lo que ahora se denomina efecto Wilson: la penumbra y la umbra varían de la manera esperada por los efectos de perspectiva si las umbras de las manchas son en realidad ligeras depresiones en la superficie de la fotosfera.
Interpretaciones alternativas
Si bien la interpretación del efecto Wilson como depresión superficial está muy extendida, Bray y Loughhead sostuvieron que "la verdadera explicación del efecto Wilson radica en la mayor transparencia del material puntual en comparación con la fotosfera". Una interpretación similar fue expresada por C.H. Pinza.
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