Economía tradicional

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Un sistema económico tradicional se basa en las costumbres, la historia y las creencias ancestrales. Una economía tradicional es un sistema económico en el que las tradiciones, costumbres y creencias ayudan a dar forma a los bienes y servicios que produce la economía, así como a la regla y forma de su distribución. Los países que utilizan este tipo de sistema económico suelen ser rurales y basados ​​en granjas. También conocida como economía de subsistencia, una economía tradicional se define por el trueque y el comercio. Se produce un pequeño excedente y, si se fabrican bienes en exceso, generalmente se entregan a una autoridad gobernante o terrateniente.

Una economía puramente tradicional no ha tenido cambios en su forma de operar (hay pocos de estos hoy en día). Ejemplos de estas economías tradicionales incluyen las de los inuit o las de las plantaciones de té en el sur de la India. Las economías tradicionales se conciben popularmente como sistemas económicos "primitivos" o "subdesarrollados", con herramientas o técnicas que se consideran obsoletas. Al igual que con la noción de primitivismo contemporáneo y con la modernidad misma, los estudiosos de la economía y la antropología no comparten la opinión de que las economías tradicionales están atrasadas. Dos ejemplos actuales de una economía tradicional o basada en la costumbre son Bután y Haití (Haití no es una economía tradicional según el Factbook de la CIA).

Las economías tradicionales pueden basarse en la costumbre y la tradición, con decisiones económicas basadas en las costumbres o creencias de la comunidad, familia, clan o tribu.