Don de la perseverancia

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El don de la perseverancia es la doctrina de Agustín de Hipona de que perseverar en la fe es un don dado por Dios, pero una persona nunca puede saber si tiene el don. Según Agustín, sin tener el don de la perseverancia una persona se condena, aunque parezca haber sido elegida por la gracia. El mismo Agustín también creía que Cipriano tenía un punto de vista similar acerca de que la perseverancia era una obra de Dios y, por lo tanto, presagiaba el punto de vista agustiniano. Algunos calvinistas argumentan que el punto de vista agustiniano presagia la doctrina calvinista de la perseverancia de los santos.

Fondo

Agustín creía que uno recibe el Espíritu Santo en su bautismo, que produce la salvación. Sin embargo, Agustín quería explicar por qué algunas personas regeneradas se apartaron de la fe, a pesar de que ambos grupos tenían el Espíritu Santo. Así, Agustín concluyó que a algunas personas se les da un segundo don de perseverancia, que solo se les da a algunas personas regeneradas.

Doctrina

Agustín definió la perseverancia como el don por el cual uno persevera hasta el final de su vida, si una persona muere como creyente se le ha dado el don, pero si uno muere como incrédulo, aunque alguna vez creyó, no lo hizo. tener este regalo dado. Agustín creía que el don se puede recibir a través de la oración, pero cuando una persona tiene el don, no puede perderlo.