Derivación urinaria por conducto ileal
Una desviación urinaria por conducto ileal es una de varias técnicas quirúrgicas para la derivación urinaria. A veces se le ha denominado conducto ileal Bricker en honor a su inventor, Eugene M. Bricker. Es una forma de urostomía incontinente, se desarrolló durante la década de 1940 y sigue siendo una de las técnicas más utilizadas para la desviación de orina después de que a un paciente le han extirpado la vejiga, debido a su baja tasa de complicaciones y alto nivel de satisfacción del paciente. Suele utilizarse junto con la cistectomía radical para controlar el cáncer de vejiga invasivo.

Para crear un conducto ileal, los uréteres se resecarán quirúrgicamente de la vejiga y se realizará una anastomosis ureteroentérica para drenar la orina en una sección desprendida del íleon en el intestino delgado distal, a través de los 25 cm más distales del íleon terminal. Se evitan ya que aquí es donde se reabsorben las sales biliares. Luego se saca el extremo del íleon a través de una abertura (un estoma) en la pared abdominal. El intestino delgado residual se reanastamosa con el íleon terminal residual, generalmente situado en posición inferior con respecto a la anastomosis.
La orina se recolecta a través de una bolsa que se coloca en el exterior del cuerpo, sobre el estoma. La bolsa se cambia cada 3 a 5 días, o según las indicaciones de un estomaterapeuta. En realidad, el riesgo de infección es bastante pequeño, pero existe un alto riesgo de rotura del estoma si no se cuida adecuadamente.
Otro uso muy eficaz de un conducto ileal es para el aislamiento sistémico de un trasplante de riñón, a menudo debido a una neuropatía de la vejiga que puede representar un riesgo inaceptable de reflujo y, por lo tanto, de infección u obstrucción, hacia el órgano trasplantado. La urostomía se forma como se describió anteriormente y se conecta mediante anastomosis ureteroentérica al uréter trasplantado. Lamentablemente, las infecciones del tracto urinario son muy comunes porque los estomas son colonizadores naturales de bacterias; En pacientes trasplantados, el tratamiento con antibióticos, a menudo a largo plazo, y cambios más frecuentes de aparatos son contramedidas eficaces pero no curativas.
La bolsa se adhiere a la piel mediante un disco fabricado con materiales flexibles y adherentes. Desafortunadamente, puede haber problemas con fugas y erupciones (excoriación), y el esfuerzo físico intenso exacerbará el deterioro del aparato. A veces, la fuga se produce inesperadamente y los "ostomados" (como se les conoce) suelen llevar un electrodoméstico de repuesto para hacer frente a emergencias inesperadas.