Denuncia (penología)
La denuncia en el contexto de la filosofía de la sentencia demuestra la desaprobación de un acto por parte de la sociedad expresada por la imposición de un castigo. El propósito de la denuncia no es tanto castigar al infractor sino demostrar a los ciudadanos respetuosos de la ley que el comportamiento particular que se está castigando o denunciando no es aceptable. Al respecto, se ha argumentado que “el castigo no es como una carta privada, es como un cartel colocado en una calle muy transitada… también está destinado a la víctima del delito y al público en general”. La denuncia es una de ellas. de cinco objetivos diferentes que se cree que logra el castigo; los otros cuatro objetivos son la disuasión, la incapacitación (para la protección de la sociedad), la retribución y la rehabilitación.
Teorías
Denuncia instrumental
Durkheim (1960) argumentó que la denuncia era una forma de educación en el sentido de que el castigo "refuerza la conciencia colectiva de la sociedad y, por lo tanto, asegura que los miembros de la sociedad continúen absteniéndose del delito". Este es un enfoque orientado al futuro o utilitario que es similar al concepto de disuasión.
Denuncia expresiva
Esta visión de la denuncia es que el castigo se justifica porque expresa el aborrecimiento de la sociedad por el crimen y muestra el compromiso de una sociedad particular con sus propios valores. Esta perspectiva no 'mira hacia adelante' ya que no incluye la intención de cambiar o afectar el comportamiento de nadie.
Teoría comunicativa del castigo
Antony Duff (1986) afirma que el castigo es "un intento de diálogo moral con los delincuentes, censurando sus acciones y esperando asegurar su 'contrición', con el resultado de que se corrijan". Cavadino dice que esta visión 'se parece a la denuncia' pero también contiene elementos de reforma y vergüenza reintegradora.
Aplicaciones legislativas
Algunas jurisdicciones incluyen la 'denuncia' como propósito de la sentencia en su legislación. Por ejemplo, el Código Penal canadiense describe los principios y el propósito de la sentencia en la sección 718. Uno de esos propósitos es la denuncia, descrita como "asegurarse de que el castigo refleje el aborrecimiento de la sociedad por el delito cometido". En Nueva Zelanda, la sección 7 de la Ley de Sentencias de 2002 describe ocho propósitos diferentes de las sentencias por 'tratar con los delincuentes'. El propósito de la sección 7(a) es "hacer responsable al infractor por el daño causado a la víctima y a la comunidad por el infractor y 7(e) es "denunciar la conducta en la que estuvo involucrado el infractor".
Eficacia
Cavadino dice que la investigación indica que los ciudadanos generalmente parecen tener suficiente respeto por el sistema de justicia para obedecer las leyes de la sociedad y no están particularmente influenciados por el nivel de castigo impuesto por delitos particulares, teniendo en cuenta que las personas a menudo tienen creencias bastante inexactas sobre lo que el las sanciones son para delitos particulares. En consecuencia, argumenta que utilizar la noción de denuncia para justificar el castigo de los infractores es un mecanismo dudoso.
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