Constitución del Uruguay

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La Constitución de la República Oriental del Uruguay es la ley suprema del país. Su primera versión fue escrita en 1830 y su última modificación se realizó en 2004.

La primera constitución uruguaya fue adoptada en 1830, tras la conclusión de la Guerra Cisplatina, que duró tres años y en la que Argentina y Uruguay actuaron como una federación: las Provincias Unidas del Río de la Plata. Con la mediación del Reino Unido, el Tratado de Montevideo de 1828 permitió sentar las bases de un Estado y una constitución uruguayos. Ha sido reformada en 1918, 1934, 1942, 1952 y 1967, pero aún mantiene varios artículos de su primera versión de 1830.

Versiones

Original Constitution (1830 - 1918)

La Constitución de Uruguay de 1830 entró en vigor

Cuando obtuvo su independencia el 25 de agosto de 1825, la República Oriental del Uruguay redactó su primera constitución, que fue promulgada el 18 de julio de 1830.Este texto ha sido considerado como la carta magna técnicamente más perfecta de Uruguay. Fuertemente influenciada por el pensamiento de las revoluciones francesa y estadounidense, dividió el gobierno entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y estableció a Uruguay como una república unitaria con una forma de gobierno centralizada. La Asamblea General bicameral (Asamblea General) fue facultada para elegir un presidente con poderes considerables para dirigir el poder ejecutivo por un período de cuatro años. El presidente recibió el control sobre todos sus ministros de gobierno y estaba facultado para tomar decisiones con el acuerdo de al menos uno de los tres ministros reconocidos por la constitución de 1830.

Al igual que todas las cartas constitucionales de Uruguay desde entonces, la Constitución de 1830 preveía una Asamblea General compuesta por una Cámara de Senadores, o Senado, elegidos a nivel nacional, y una Cámara de Representantes, elegida por los departamentos. Los miembros de la Asamblea General tenían la facultad de aprobar leyes, pero no tenían la autoridad para destituir al presidente o a sus ministros o emitir votos de censura. Sin embargo, una enmienda de 1834 preveía el juicio político, o impeachment, de los ministros por "conducta inaceptable".

Según lo establecido por la Constitución de 1830, el poder judicial lo ejercían la Suprema Corte de Justicia y tribunales inferiores. La Asamblea General nombraba a los miembros del tribunal superior. Este último, con el consentimiento del Senado en el caso de los tribunales de apelación, nombraba a los miembros de los tribunales inferiores. La Constitución también dividía el país en departamentos, cada uno encabezado por un gobernador designado por el presidente y cada uno contaba con un órgano asesor llamado Consejo de Vecinos.

Aunque la Constitución de 1830 permaneció vigente durante ochenta y siete años, los gobiernos de facto la violaron en repetidas ocasiones. En el período de 1878 a 1890, los blancos y los colorados iniciaron el marco para un sistema más estable mediante acuerdos llamados "pactos entre las partes". Este principio rector, llamado coparticipación, que significa compartir el poder político formal y el poder burocrático informal, se ha practicado formalmente desde 1872.

El aniversario de la promulgación de esta constitución original en 1830, el 18 de julio, es ahora un día festivo en Uruguay.

Segunda Constitución (1918-1934)

En 1913, el presidente José Batlle y Ordóñez (1903-07, 1911-15), el padre del Uruguay moderno, propuso una reforma constitucional que implicaba la creación de un sistema ejecutivo colegiado al estilo suizo, que se llamaría el colegiado. Batlle y Ordóñez, un firme opositor a la presidencia unipersonal y poderosa, creía que un poder ejecutivo colectivo neutralizaría las intenciones dictatoriales de los líderes políticos. Sin embargo, se topó con una intensa oposición, no sólo de los blancos sino también de los miembros de su propio Partido Colorado. La propuesta fue derrotada en 1916, pero Batlle y Ordóñez llegó a un acuerdo con una facción de los blancos por el cual se preveía un sistema de compromiso en la segunda constitución, que fue aprobada por un plebiscito el 25 de noviembre de 1917.

La historia de las sucesivas constituciones es la de una larga lucha entre los defensores del sistema colegiado y los del sistema presidencial. Aunque la constitución de 1917 funcionó bien durante la época próspera posterior a la Primera Guerra Mundial, los conflictos recurrentes entre el presidente y los miembros del colegiado hicieron que el poder ejecutivo fuera ineficaz para hacer frente a las crisis económicas y sociales que azotaban al país. Estos conflictos finalmente llevaron al golpe presidencial de 1933. Las autoridades suspendieron la constitución y designaron una asamblea constituyente para redactar una nueva.

Tercera Constitución (1934 - 1942)

La Constitución de 1934 abolió el colegiado y transfirió su poder al presidente. Sin embargo, los poderes presidenciales siguieron siendo algo limitados. El poder ejecutivo volvió a ser ejercido por un presidente que debía tomar decisiones junto con los ministros. La Carta de 1934 estableció el Consejo de Ministros como el órgano en el que se debían tomar estas decisiones. Este consejo estaba integrado por el presidente y los ministros del gabinete. La Constitución exigía que el jefe del ejecutivo designara a tres de los nueve ministros del gabinete entre los miembros del partido político que recibiera el segundo mayor número de votos en la elección presidencial. La Asamblea General, por su parte, podía emitir votos de censura a los ministros del gabinete, con la aprobación de dos tercios de sus miembros.

La Constitución dividió el Senado entre los blancos y los colorados o, como ha señalado el politólogo Martin Weinstein, entre la facción herrerista de los blancos (que debía su nombre a Luis Alberto de Herrera) y el ala terrista de los colorados (que debía su nombre a Gabriel Terra, presidente entre 1931 y 1938). El partido que obtuviera el segundo mayor número de votos obtenía automáticamente el 50 por ciento de los escaños del Senado. Además, la Carta de 1934 facultaba a la Corte Suprema de Justicia para decidir sobre la constitucionalidad de las leyes. Este sistema, que duró dieciocho años, limitó aún más el poder del presidente y su gobierno.

Cuarta Constitución (1942 - 1951)

Uruguay volvió a un sistema más democrático en 1942.

Quinta Constitución (1951 - 1967)

El 13 de julio de 1951, un pacto formal entre una fracción de los colorados y el Movimiento Herrerista de los Blancos convocó a un plebiscito sobre la reforma constitucional. El plebiscito del 16 de diciembre siguiente atrajo a las urnas a menos de la mitad de los 1,1 millones de votantes, pero el sistema colegial fue aprobado por un pequeño margen.

La quinta constitución se promulgó el 25 de enero de 1952 como culminación de un esfuerzo por restablecer el colegiado y el poder ejecutivo plural, el Consejo Nacional de Gobierno, con seis escaños de partidos mayoritarios y tres de partidos minoritarios. Este colegiado de nueve miembros fue ineficaz porque el presidente carecía de control sobre los ministros y porque la mayoría rara vez estaba unida. Al final, la ineficacia de estos gobiernos hizo que el público se volviera contra el sistema del colegiado.

Sexta Constitución (1967 - 1997)

En las elecciones del 27 de noviembre de 1966, casi el 59 por ciento de los uruguayos votó a favor de modificar la Constitución de 1952 y restablecer un sistema de gobierno presidencial, poniendo fin así a un experimento de quince años con el colegiado. La nueva Constitución, que entró en vigor el 15 de febrero de 1967 y ha permanecido en vigor desde entonces, creó una presidencia unipersonal fuerte, sujeta a controles legislativos y judiciales. En elecciones libres y justas, los uruguayos aprobaron la nueva carta y eligieron al Partido Colorado para el poder nuevamente.

Durante el mandato presidencial de Jorge Pacheco Areco (1968-1972), se aplicó una y otra vez un instrumento peculiar, las medidas prontas de seguridad. Como resultado, el país se encontraba en una especie de estado de excepción permanente, que luego degeneró en autoritarismo. El siguiente presidente, Juan María Bordaberry, enfrentó enormes desafíos por parte de los militares que finalmente llevaron al golpe de Estado de 1973. La Constitución de 1967 fue suprimida durante la dictadura cívico-militar de Uruguay de 1973 a 1985.

Período dictatorial (1973-1985)

En 1976, el gobierno militar emitió una serie de decretos constitucionales que pretendían modificar la Constitución de 1967 creando el Consejo de la Nación, que serviría como el órgano supremo de gobierno, con funciones ejecutivas y legislativas. Estaba integrado por los treinta miembros del Consejo de Estado, el órgano creado por el régimen en junio de 1973 para actuar en lugar de la Asamblea General, que fue disuelta por el régimen, y los veintiocho oficiales superiores de las fuerzas armadas (dieciséis del ejército, seis de la marina y seis de la fuerza aérea). El Consejo de la Nación nombraba al presidente de la República y a los miembros del Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal de Reclamaciones Administrativas, que luego fue disuelto en 1985. Ocho actos institucionales sustituyeron muchas de las disposiciones funcionales y garantías de la Constitución de 1967. Por ejemplo, además de otorgarle al Consejo de la Nación el poder de nombrar al presidente de la República y de fijar la política general del país, los actos institucionales privaron a los ex funcionarios y candidatos de sus derechos políticos y permitieron el despido arbitrario de empleados públicos.

Volver a la institucionalidad

En 1985, Julio María Sanguinetti juró como nuevo presidente electo democráticamente, tras 12 años de dictadura. La cuestión militar fue difícil de abordar; tras muchas negociaciones políticas, a fines de diciembre se aprobó la Ley de Caducidad, que constituía una especie de amnistía para los militares que habían cometido abusos contra los derechos humanos. La constitucionalidad de esta ley fue cuestionada, pero finalmente los ciudadanos la respaldaron en un plebiscito celebrado en abril de 1989.

(1997 - presente)

La Constitución de 1967 sigue vigente, aunque fue enmendada en 1989, 1994, 1996 y 2004. Aunque algunos consideran que las enmiendas de 1996 crearon una nueva constitución, el Parlamento sigue considerándolas cambios a la Constitución de 1967.

Los conceptos más importantes que cambiaron en 1996 fueron los relacionados con las elecciones. A partir de 1999, el ciclo electoral se inicia en junio, con elecciones primarias para todos los partidos, con el fin de elegir candidatos presidenciales únicos; en octubre se realizan elecciones generales, si ningún candidato presidencial obtiene mayoría absoluta, se realiza una segunda vuelta en noviembre; y finalmente, en mayo del año siguiente se realizan elecciones municipales en todos los Departamentos.

Véase también

  • Uruguay
  • Política de Uruguay
  • Constitución
  • Derecho constitucional
  • Economía constitucional
  • Constitucionalismo
  • Elecciones en Uruguay

Referencias

  1. ^ a b c d e f h i j k l m Public Domain Este artículo incorpora texto de esta fuente, que está en el dominio público. Rex A. Hudson (diciembre de 1993). "Contexto constitucional". En Hudson, Rex A.; Meditz, Sandra W. (eds.). Uruguay: Estudio nacional. División Federal de Investigación, Biblioteca del Congreso. LCCN 92006702.
  • Constitución del Uruguay (todas las versiones) - Parlamento del Uruguay (en español)
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