Coatlicue
Coatlicue (náhuatl clásico: cōātl īcue, “falda de serpientes”), esposa de Mixcōhuātl, también conocida como Tēteoh īnnān ('madre de los dioses'), es la diosa azteca que dio a luz a la luna, las estrellas y a Huītzilōpōchtli, el dios del sol y la guerra. Las diosas Toci “nuestra abuela” y Cihuacōātl “mujer serpiente”, la patrona de las mujeres que mueren en el parto, también fueron vistas como aspectos de Cōātlīcue.
Etimología
El nombre náhuatl clásico de la diosa se puede traducir tanto como Cōātlīcue como Cōātl īcue, de cōātl "serpiente" e īcue "su falda", que significa aproximadamente "[la que tiene] la falda de serpientes". El nombre Tēteoh īnnān, de tēteoh, plural de teōtl “dios”, + īnnān “su madre”, se refiere directamente a su papel materno.
Mitos
Coatlicue se representa como una mujer con una falda de serpientes retorciéndose y un collar hecho de corazones, manos y calaveras humanas. Sus pies y manos están adornados con garras y sus senos están representados colgando flácidos por el embarazo. Su rostro está formado por dos serpientes enfrentadas (después de que le cortaron la cabeza y la sangre brotó de su cuello en forma de dos serpientes gigantes), en referencia al mito de que ella fue sacrificada durante el comienzo de la creación actual.
Según la leyenda azteca, Coatlicue fue impregnada mágicamente por una bola de plumas que cayó sobre ella mientras barría un templo y posteriormente dio a luz al dios Huitzilopochtli. Su hija Coyolxauhqui luego reunió a los otros cuatrocientos hijos de Coatlicue y los incitó a atacar y decapitar a su madre. En el instante en que la mataron, el dios Huitzilopochtli emergió repentinamente de su matriz completamente desarrollado y armado para la batalla. Mató a muchos de sus hermanos y hermanas, incluido Coyolxauhqui, a quien ella le cortó la cabeza y la arrojó al cielo para convertirse en la luna. En una variación de esta leyenda, el propio Huitzilopochtli es el niño concebido en el incidente de la bola de plumas y nace justo a tiempo para salvar a su madre de cualquier daño.
Cecelia Klein argumenta que la famosa estatua de Coatlicue en el Museo Nacional de Antropología de México, y varias otras versiones completas y fragmentarias, en realidad pueden representar una falda de serpiente personificada.La referencia es a una versión de la creación del Sol actual. El mito relata que el Sol actual comenzó después de que los dioses se reunieran en Teotihuacan y se sacrificaran. La versión más conocida afirma que Tezzictecatl y Nanahuatzin se inmolaron, convirtiéndose en la luna y el sol. Sin embargo, otras versiones añaden un grupo de mujeres a las que se sacrificaron, entre ellas Coatlicue. Posteriormente, se dice que los aztecas adoraban las faldas de estas mujeres, que volvían a la vida. Coatlicue tiene así aspectos creativos, que pueden equilibrar los cráneos, corazones, manos y garras que la conectan con la deidad de la tierra Tlaltecuhtli. La tierra consume y regenera vida.
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