Cama de clavos


Un lecho de clavos es una pieza de madera alargada, del tamaño de una cama, con clavos apuntando hacia arriba. Si bien a primera vista parece que cualquiera que esté acostado en una "cama" sería lastimado por las uñas, si las uñas son lo suficientemente numerosas, el peso se distribuye entre ellas de manera que la presión que ejerce cada uña no sea suficiente para perforar la piel de la persona.
Usos

Un uso de tal dispositivo es para trucos mágicos o demostraciones de física. Por ejemplo, la cama de clavos se utilizó en vaudeville en los Estados Unidos, así como en los lados de circos y carnavales. Un ejemplo famoso requiere un voluntario para acostarse en una cama de varios miles de clavos, con una tabla encima de él. Cinder bloques se colocan en el tablero y luego se rompe con un sledgehammer. A pesar de la fuerza aparentemente inevitable, el voluntario no se daña: la fuerza del golpe se extiende entre los miles de clavos, resultando en una presión reducida; la ruptura de los bloques también disipa gran parte de la energía del martillo. Esta demostración de los principios de la distribución de peso requiere que el peso del voluntario se disemine sobre el mayor número de clavos posible. La parte más peligrosa es el momento de acostarse o levantarse, cuando el peso de uno puede ser soportado brevemente en sólo unos pocos clavos. Algunos "camas" tienen carriles montados en los lados para ayudar a los usuarios a tumbarse y levantarse con seguridad.


Algunos utilizan el lecho de clavos para la meditación, particularmente en Asia, y para ciertos supuestos beneficios para la salud, como el alivio del dolor de espalda, mediante la acupresión.
Los entornos menos tradicionales, como los centros científicos, pueden utilizar una cama de clavos retráctil electrónica, donde el usuario se acuesta sobre una cama de plástico plana con agujeros y luego puede activar la máquina para que los clavos se levanten todos a la vez. Las uñas deben retraerse antes de levantarse de la cama. Esta retracción elimina la parte más peligrosa de un lecho de clavos tradicional, subir y bajar de la cama.