Azteca (novela)

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Aztec es una novela de ficción histórica de 1980 del autor estadounidense Gary Jennings. Es la primera de las dos novelas que Jennings escribió en la serie Aztec, seguida de Aztec Autumn, de 1997. Las cuatro novelas restantes (Aztec Blood, 2002; Aztec Rage, 2006; Aztec Fire, 2008; Aztec Revenge, 2012) fueron escritas por otros autores después de que Jennings muriera en 1999.

Parcela

En 1529, el obispo de la sede de la Nueva España, Juan de Zumárraga, recibe una solicitud del rey Carlos de España para recopilar información sobre la población indígena y su cultura. El obispo contrata a regañadientes a Chicóme-Xochitl Tliléctic Mixtli ("Nube Oscura de Siete Flores"), un anciano mexica, para la tarea de narrar su biografía para que sea transcrita por los monjes de la Ciudad de México y enviada a España.

Nacido en 1466 en la isla de Xaltocan, hijo de una familia común, Mixtli describe las tradiciones, la política y las prácticas de la Triple Alianza. A los cuatro años acompaña a su padre, un albañil, a Tenochtitlan para transportar una piedra solar para la plaza central. En su juventud, Mixtli también mantiene una relación sexual incestuosa con su hermana Tzitzilíni. En la escuela, Mixtli se hace amigo de Chimáli y Tlatli, con quienes inicia una relación sexual. En estas escuelas, a los niños se les enseña a luchar y a leer, pero la vista de Mixtli impide su progreso. Al terminar su educación, Mixtli recibe una invitación de su gobernador, el señor Garza Roja, para trabajar en el palacio de Nezahualpíli, el Uey-Tlatoáni de Texcóco, como escriba. Allí, se hace amigo de su propio esclavo, Cozcatl. Durante su estancia allí, descubre una conspiración que conduce a la muerte de Tlatli, lo que enfurece a Chimáli. En ese momento, Ahuítzotl termina la construcción de la Gran Pirámide y espera participar en una Guerra Florida con Texcóco para celebrar sacrificios humanos.

Mixtli participa en esta Guerra Florida, reuniendo suficientes prisioneros de guerra para sacrificarlos a la piedra del sol. Mientras Mixtli visita una colección de animales salvajes y una colección de personas con deformidades, Chimáli emascula a Cozcatl. Mixtli obtiene de Ahuítzotl una carrera como pochtécatl, viaja por múltiples regiones y regresa con bienes valiosos para vender. En una celebración del regreso de los comerciantes, Mixtli se entera de un "hombre del cacao" (que lo había visitado mucho antes, y se insinúa que era un antiguo dios azteca) que Tzitzilíni fue torturado y mutilado en su ausencia. De luto, huye de Tenochtitlan a la aldea del Pueblo de las Nubes que habla zapoteco. Mixtli invita a Zyanya a una aldea huave de caníbales para robarles su alijo de valioso tinte púrpura. Zyanya y Mixtli se enamoran y se casan en Tenochtitlan, aunque en la ceremonia está presente Chimáli, ahora miembro de la corte de Ahuítzotl. Enfurecido, Mixtli lo desafía a un duelo, que termina con Cozcatl quitándole los ojos y la lengua a Chimáli. Zyanya da a luz y llaman a su hija Cocóton. Durante este tiempo, Ahuítzotl inaugura un nuevo acueducto en Tenochtitlan, pero una inundación arrasa la isla y destruye las casas de la gente. Aunque la casa de Mixtli no sufre daños, Zyanya desaparece en el agua y nunca más se la vuelve a ver. De luto, Mixtli deja a su hija a Cozcatl y su esposa mientras deambula hacia el norte, donde se encuentra con una aldea rarámuri que está siendo atacada por bandidos yakis.

Regresa a Tenochtitlan y encuentra a Ahuítzotl muerto y al vanidoso Motecuzoma recién coronado, quien le asigna a Mixtli la tarea de desarrollar un pueblo en territorio michihuácano con varios colonos y sacerdotes. Después de su llegada, los sacerdotes sacrifican brutalmente a Cocotón a Xipe Totec, y Mixtli ordena a sus soldados violar y matar a los colonos. A su regreso a Tenochtitlan, Mixtli se casa con Béu Ribé, la hermana distanciada de Zyanya, solo para partir de inmediato hacia los desiertos del norte para encontrar el legendario Aztlan. Se encuentra con nómadas chichimecas, quienes lo dirigen a la zona de Sinalobóla, donde encuentra un pantano baldío habitado por el pueblo azteca. Mixtli le enseña al líder tribal (tlatocapíli) sobre Tenochtitlan y negocia una posible alianza con su propia piedra solar. Cansado de sus viajes, Mixtli regresa a su hogar y se detiene en Teotihuacán, donde se encuentra con Motecuzoma, quien le informa de algunos presagios misteriosos provenientes de los países mayas del sur. Allí, Mixtli se encuentra con un señor Xiu que hospeda a dos españoles náufragos que se niegan a abandonar sus aposentos. Después de mucho curiosear, los españoles (Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar) aceptan explicar su presencia, ya que llegaron de una colonia española en Cuba. En ese momento, Nezahualpíli muere, pero su heredero Flor Negra es usurpado cuando el otro hijo de Nezahualpíli y aliado de Motecuzoma, Cacáma, asume el trono en Texcóco.

Los colonos de Cuba llegan al país totonaca, entre ellos Hernán Cortés y Pedro de Alvarado, quienes emplean a De Aguilar y a un esclavo ambicioso llamado Ce-Malináli para que les interpreten. Motecuhzoma, convencido de que los hombres blancos son dioses, hace poco para disuadir la llegada de los españoles. A pesar de que invaden las ciudades circundantes, Motecuhzoma expresa indecisión, lo que incita a Mixtli y a la corte de Tenochtitlan a desarrollar una conspiración en su contra. Las fuerzas españolas llegan a Tenochtitlan y Motecuhzoma simpatiza con su campaña, incluso les permite ejecutar su propio pochtecatl y acepta suministrarles el tesoro de oro de la nación. Frustrados, los ciudadanos de Tenochtitlan participan en una masacre contra las fuerzas españolas, mientras Hernán Cortés se dirige al este para resolver una acusación criminal. La revuelta fracasa y Hernán Cortés incita a Motecuhzoma a apaciguar a su pueblo. Cuando sube a su plataforma, le lanzan piedras y lo dejan inconsciente. En la enfermería, Mixtli descubre que sobrevivió y lo apuñala, matándolo finalmente y nombrando a Cuitláhuac como su sucesor, quien ordena a su pueblo lanzar un ataque mayor contra los españoles, quienes huyen de la ciudad. Los ciudadanos de Tenochtitlan no logran recuperarse del todo, ya que sufren viruela, cólera y peste, y una vez que los españoles se recuperan, lanzan un ataque final sobre Tenochtitlan que arrasa la ciudad hasta las cenizas y obliga a los mexicas sobrevivientes a reconstruir la ciudad al estilo español. El anciano Mixtli encuentra empleo con Cortés y presencia el ahorcamiento de los últimos tres tlahtohqueh, lo que considera el fin de la Triple Alianza.

En 1531, una vez terminada su biografía, el obispo de México enjuicia a Mixtli por herejía, a pesar de la tardía petición del rey de concederle una pensión a Mixtli y a Béu Ribé (aunque se da a entender que el obispo ignoró por completo la petición). Mixtli no se defiende y acepta su ejecución por inmolación.

Precisión histórica

La novela recrea fielmente una gran cantidad de lugares geográficos históricos y de la historia, en particular la relacionada con la conquista española del imperio azteca en una expedición liderada por Hernán Cortés. Jennings, a través de Dark Cloud, presenta descripciones generalmente precisas de los eventos que rodearon a una serie de figuras históricas reales, cuyos nombres generalmente se expresan en náhuatl tradicional. Esto incluye descripciones de muchos gobernantes ('Reverenciados Oradores') de muchas civilizaciones, como Ahuizotl y Moctezuma II de los mexicas, Nezahualpilli de los acolhuas o Patzínca de los totonacas, La Malinche (traducida como Cé-Malinali, 'Una Hierba' en náhuatl, y más tarde autoproclamada 'Dama Hierba', Malintzin), los náufragos Gerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero, así como el propio Hernán Cortés y muchos de su séquito.

El narrador de la novela mantiene una voz de crítica cuidadosa hacia las autoridades españolas a lo largo de la novela. Aunque se profesa cristiano, gran parte de la novela está dedicada a un discurso detallado sobre la religión azteca, que incluye una gran cantidad de información sobre los dioses Quetzalcóatl, Tláloc, Huitzilopochtli, Tonatiuh y, especialmente, Ehécatl. La novela tampoco rehúye las descripciones de sacrificios humanos rituales. A lo largo de la novela, Mixtli critica no solo el cristianismo, sino también la hipocresía de los españoles al abrazar el cristianismo mientras al mismo tiempo cometían actos de gran violencia y degradación hacia las poblaciones nativas.

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