Augusto Roa Bastos
Augusto Roa Bastos (13 de junio de 1917 -26 de abril de 2005) fue un novelista y cuentista paraguayo. Siendo adolescente luchó en la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia, y luego trabajó como periodista, guionista y profesor. Es mejor conocido por su compleja novela Yo el Supremo y por ganar el Premio Miguel de Cervantes en 1989, de literatura española& #39;el premio más prestigioso. Yo el Supremo explora los dictados y pensamientos internos de José Gaspar Rodríguez de Francia, el excéntrico dictador de Paraguay que gobernó con mano de hierro, desde 1814 hasta su muerte en 1840.
La vida y los escritos de Roa Bastos estuvieron marcados por su experiencia con regímenes militares dictatoriales. En 1947 se vio obligado a exiliarse en Argentina y en 1976 huyó de Buenos Aires a Francia en circunstancias políticas similares. La mayor parte de la obra de Roa Bastos fue escrita en el exilio, pero esto no le impidió abordar ferozmente las cuestiones sociales e históricas paraguayas en su obra. Escribiendo en un español que a veces estaba muy complementado con palabras guaraníes (la principal lengua indígena paraguaya), Roa Bastos incorporó mitos y símbolos paraguayos en un estilo barroco conocido como realismo mágico. Se le considera un recién llegado al movimiento literario del boom latinoamericano. El canon de Roa Bastos incluye las novelas Hijo de hombre (1960; Son of Man) y El fiscal (1993; El Fiscal), así como muchas otras novelas, cuentos, poemas y guiones.
Biografía
Vida temprana (1917-1932)
Roa Bastos nació en Asunción el 13 de junio de 1917. Pasó su infancia en Iturbe, localidad de provincia de la región de Guaira donde su padre era administrador de una plantación de azúcar. Fue aquí, a unos 200 kilómetros (120 millas) al sur de Asunción, la capital paraguaya, donde Roa Bastos aprendió a hablar español y guaraní, el idioma de los indígenas de Paraguay. A los diez años lo enviaron a la escuela en Asunción, donde permaneció con su tío, Hermenegildo Roa, el obispo liberal de Asunción.
La extensa biblioteca personal de su tío proporcionó al joven Roa Bastos su primer contacto con la literatura clásica española de las tradiciones barroca y renacentista que imitaría en sus primeros poemas a lo largo de las décadas de 1930 y 1940. Además, el énfasis de su tío en los aspectos místicos de la literatura clásica tendría una profunda influencia en los escritos posteriores de Roa Bastos. Su experiencia de las costumbres sociales y el idioma guaraní, combinada con la educación tradicional española que recibió en Asunción, crearon una dualidad cultural y lingüística que se manifestaría en gran parte de los escritos de Roa Bastos. Su educación rural también expuso a Roa Bastos a la explotación y opresión de los pueblos indígenas y campesinos del Paraguay, lo que se convertiría en un tema destacado en sus escritos.
Guerra y escritura (1932-1947)
En 1932 comenzó la Guerra territorial del Chaco entre Paraguay y Bolivia y continuó hasta 1935. En algún momento, quizás tan tarde como 1934, Roa Bastos se unió al ejército paraguayo como auxiliar médico. La guerra tendría un efecto profundo en el futuro escritor quien dijo: "cuando partí para esa guerra soñé con la purificación en el fuego de las batallas". En lugar de gloria encontró "cuerpos mutilados" y "destrucción" lo que lo dejó preguntándose "por qué dos países hermanos como Bolivia y Paraguay se estaban masacrando entre sí", y como consecuencia Roa Bastos se volvió pacifista.
Inmediatamente después de la guerra trabajó como empleado de banco y más tarde como periodista. Durante este tiempo comenzó a escribir obras de teatro y poesía. En 1941 Roa Bastos ganó el premio del Ateneo Paraguayo por Fulgencia Miranda, aunque el libro nunca llegó a publicarse. A principios de la década de 1940 pasó un tiempo considerable en las plantaciones de yerba mate en el norte de Paraguay, experiencia que luego aprovecharía en su primera novela publicada, Hijo de hombre (1960; Son of Man). En 1942 fue nombrado secretario de redacción del diario de Asunción El País.
En 1944, el British Council concedió a Roa Bastos una beca de periodismo de nueve meses en Londres. Durante este tiempo, viajó mucho por Gran Bretaña, Francia y África y fue testigo de primera mano de la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Fue corresponsal de guerra de El País, realizando en particular una entrevista con el general Charles de Gaulle tras su regreso a París en 1945. Roa Bastos también transmitió programas latinoamericanos por invitación del BBC y el Ministerio de Información de Francia.
A lo largo de este agitado período de su vida, Roa Bastos continuó escribiendo y fue considerado un poeta de la vanguardia paraguaya. En 1942 publicó un libro de poemas de estilo clásico español, al que tituló El Ruiseñor De La Aurora, obra a la que luego renunció. También hizo representar con éxito obras de teatro durante la década de 1940, aunque nunca se publicaron. De su prolífica poesía de finales de los años cuarenta sólo "El naranjal ardiente" (1960; "El naranjal en llamas").
Exilio en Argentina (1947-1976)
Durante la Guerra Civil Paraguaya de 1947, Roa Bastos se vio obligado a huir a Buenos Aires, Argentina, porque había hablado en contra del presidente Higinio Moríñigo. Alrededor de 500.000 de sus compatriotas paraguayos partieron hacia Argentina al mismo tiempo. Roa Bastos permaneció en Argentina hasta poco antes del establecimiento de la dictadura militar allí en 1976, y no regresó permanentemente a Paraguay hasta 1989. Encontró el exilio difícil, pero su estancia en Buenos Aires fue un período prolífico. Roa Bastos dijo esto en referencia a su exilio:
No puedo quejarme... El exilio me trajo, además de una revulsión contra la violencia y contra la depreciación de la condición humana, un sentimiento por la universalidad del hombre. Exile me prestó perspectivas desde las cuales conocer a mi propio país desde el punto de vista de otros, y desde donde vivir por la enormidad de su desgracia.
En 1953 se publicó y circuló internacionalmente la colección de 17 cuentos El trueno entre las hojas (1953; Trueno entre las hojas), pero no fue hasta el 1960 publicación de la novela Hijo de hombre con la que Roa Bastos obtuvo gran éxito de crítica y público. La novela se basa en la opresiva historia de Paraguay desde el gobierno del Dr. José Gaspar de Francia a principios del siglo XIX hasta la Guerra del Chaco en la década de 1930. Sus múltiples perspectivas narrativas y temas históricos y políticos anticipan su obra más famosa, Yo, el Supremo, escrita más de una década después. Roa Bastos adaptó Hijo de hombre a una película premiada el mismo año de su publicación.
Roa Bastos se consagró aún más como guionista con el guión de Shunko (1960), dirigida por Lautaro Murúa y basada en las memorias de un maestro de escuela rural. En 1961 volvió a colaborar con Murúa en Alias Gardelito (1961), que describía la vida de pequeños delincuentes urbanos y se convirtió en una importante película independiente del movimiento nuevo cine. En 1974 Roa Bastos publicó su influyente obra maestra Yo, el Supremo, resultado de siete años de trabajo. trabajar. Sin embargo, cuando la dictadura militar de Jorge Rafael Videla llegó al poder en 1976, el libro fue prohibido en Argentina y Roa Bastos fue exiliado una vez más, esta vez a Toulouse, Francia.
Francia (1976-1989)
En Toulouse Roa Bastos enseñó literatura guaraní y española en la Universidad de Toulouse. Aunque se le había permitido visitar Paraguay para trabajar con una nueva generación de escritores paraguayos, a partir de 1970, se le volvió a prohibir la entrada en 1982, por supuestamente participar en actividades subversivas. Sin embargo, hay poca evidencia de que participara en política sectaria de cualquier tipo. En Francia, Roa Bastos enfrentó el segundo traslado forzoso de su vida, pero también consiguió nuevos lectores para su obra durante este tiempo. La traducción al inglés de Helen Lane de Yo el Supremo, publicada en 1986, fue recibida con gran aclamación en el mundo de habla inglesa. Sin embargo, en Francia, el enfoque literario de Roa Bastos fue principalmente académico y su producción literaria no alcanzó la de su época en Argentina. En 1985 Roa Bastos se jubiló de la Universidad de Toulouse. Tras la caída del régimen opresivo de Alfredo Stroessner en 1989, Roa Bastos regresó a Paraguay a petición de su nuevo líder Andrés Rodríguez.
Regreso a Paraguay y Premio Cervantes (1989-2005)
Tras el derrocamiento del régimen de Stroessner, Roa Bastos ganó el Premio Cervantes, otorgado por la Real Academia Española en colaboración con el gobierno español, en reconocimiento a sus destacadas contribuciones a la literatura en lengua española. Fue en esta época que Roa Bastos comenzó a viajar frecuentemente entre Paraguay y Francia. En 1991, en representación de Paraguay, Roa Bastos firmó la Declaración de Morelia "exigiendo revertir la destrucción ecológica del planeta". Fue en esta época cuando Roa Bastos volvió a convertirse en un activo novelista y guionista.
En 1991 Roa Bastos adaptó Yo, el Supremo para la pantalla. Su primera novela desde Yo, el Supremo, Vigilia del almirante (1992; Vigilia del Almirante) se publicó en 1992, y El fiscal (1993; El Fiscal) al año siguiente. Aunque ninguna de sus novelas posteriores tuvo el impacto de su obra anterior, El fiscal se considera una obra importante. Roa Bastos falleció el 26 de abril de 2005 en Asunción a causa de un infarto. Le sobrevivieron sus tres hijos, su tercera esposa, Iris Giménez, y una reputación como uno de los mejores escritores latinoamericanos.
Obras principales
Hijo de hombre
Hijo de hombre (1960; Son of Man), la primera novela publicada y premiada de Roa Bastos, representa su ruptura definitiva con la poesía. Se considera una "consecuencia" de sus primeras obras de ficción corta como El trueno entre las hojas (1953), que también abordó temas de opresión política y lucha social en Paraguay. Esta novela retrata el conflicto entre la élite gobernante y las masas oprimidas en Paraguay desde 1912 hasta poco después del final de la Guerra del Chaco con Bolivia en 1936. Al igual que su posterior Yo, el Supremo, Hijo de hombre se basa en una serie de leyendas e historias paraguayas que se remontan al inicio de la dictadura del Dr. Francia en 1814.
Hijo de hombre se basa en un sistema de metáforas cristianas como parte del concepto neobarroco de realismo mágico, para examinar el dolor de ser paraguayo. Esta novela contrasta dos figuras: Miguel Vera y Cristóbal Jara. Vera narra los capítulos impares, aunque también podría ser el narrador de los nueve capítulos (esto no está claro). Es un partidario romántico de la revolución, educado y acomodado, que es incapaz de tomar medidas reales para apoyar sus ideales y al final los traiciona (al igual que Judas). Jara, por otro lado, es un "hijo del hombre" quien se convierte en un líder semejante a Cristo para el pueblo paraguayo a través de la acción y la fuerza de carácter. Aunque fue un gran éxito de crítica, Roa Bastos quedó insatisfecho con el trabajo por varias razones. Pasaron catorce años antes de que publicara otra novela.
Yo el Supremo

Yo el Supremo es un relato ficticio del dictador paraguayo del siglo XIX José Gaspar Rodríguez de Francia, también conocido como "Dr. Francia". El título del libro deriva del hecho de que Francia se refirió a sí mismo como "El Supremo" o "El Supremo" El Supremo, el primero de una larga lista de dictadores, era un déspota severo y calculador. Gobernó absolutamente desde 1814 hasta su muerte en 1840, y es una figura única en la historia latinoamericana. El objetivo de su gobierno reflejaba el de los jesuitas que habían gobernado Paraguay durante gran parte de su historia antes que él: mantener puro al pueblo paraguayo y sus costumbres protegiéndolos de la influencia corruptora de las fuerzas europeas y otras fuerzas externas. En Yo, el supremo, Roa Bastos también se preocupa fundamentalmente por el poder (y la debilidad) de la propia escritura: su trama gira en torno a los esfuerzos del dictador por descubrir quién ha estado falsificando su firma. sobre una serie de pasquines descubiertos por la capital, y su relación con su secretario, Patiño, a quien le dicta sus pensamientos y órdenes, pero en quien nunca confía plenamente.
La novela en sí es "un fenómeno cultural excepcional". Se ha sugerido que "[es] más inmediata y unánimemente aclamada que cualquier novela desde Cien años de soledad, [y la] importancia estrictamente histórica [puede] ser incluso mayor que esa". de la fabulosamente exitosa creación de García Márquez." Yo, el supremo ha contribuido ampliamente a diferentes géneros y estilos. Pertenece al género de las novelas de dictadores o novelas de dictadores, y también al Boom Latinoamericano, movimiento literario de los años 1960 y 1970. Yo, el supremo supone también un hito importante en la evolución del género de la novela histórica. "Yo, el supremo entrelaza en una sola obra una plétora de formatos: historia, novela, ensayo sociológico, filosofía moral, novela biográfica, panfleto revolucionario, documental testimonial, prosa poética, confesión autobiográfica, debate ideológico sobre los límites literarios y tratado lingüístico sobre los límites de la expresión verbal."
El Fiscal
El Fiscal (1993; El Fiscal), es la tercera novela de la trilogía escrita por Augusto Roa Bastos. Estas tres obras contemplan lo que el autor ha denominado “el monoteísmo del poder”. El Fiscal explora las atrocidades de la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay, que duró de 1954 a 1989. La novela vincula al protagonista con el pasado de Paraguay mientras lucha por darle sentido a su vida asesinando al dictador y liberando al pueblo paraguayo.. Combinando autobiografía, ficción policial, novela histórica y filosofía, la novela examina la cuestión de si un hombre tiene derecho a juzgar a otro. La traducción de Helene Carol Weldt-Basson se publicó en 2018 (Fairleigh Dickinson University Press; edición comentada (20 de febrero de 2018)); Es profesora de literatura española y latinoamericana en la Universidad de Dakota del Norte.
Precursoras e influencias
(feminine)Anales del descubrimiento, población y conquista del Río de la Plata de Ruy Díaz de Guzmán, es considerado uno de los antecedentes más importantes de los escritos de Roa Bastos. Guzmán, un explorador paraguayo de herencia guaraní y española, escribió extensamente sobre la geografía de Paraguay utilizando descripciones míticas del paisaje y la lengua guaraní. Sin embargo, el precursor más importante de Roa Bastos es Rafael Barrett (1876-1910), cuyos escritos incorporaron muchos de los temas y estilos de escritura importantes que Roa Bastos dominaría más tarde, entre ellos: el bilingüismo español-guaraní, el realismo mágico, la revisión del idioma paraguayo. historia, literatura social, exploración de la memoria colectiva y el universo de los símbolos poéticos. El ensayo de Barrett "Lo que son los yerbales" es una crítica severa a la explotación de los trabajadores en las plantaciones de té de yerba mate. Roa Bastos pasó parte de principios de la década de 1940 documentando este mismo tema y hay mucha especulación sobre el papel de "Lo que son los yerbales" en la creación de su primera gran novela Hijo de hombre. El escritor uruguayo Horacio Quiroga es otro antecesor importante.
Estilo
Roa Bastos fue un exponente del estilo neobarroco que llevó la literatura latinoamericana a un primer plano internacional a mediados del siglo XX. A esta escuela de escritura también se asocia, entre otros, el poeta chileno Pablo Neruda. El estilo utiliza un complejo sistema de metáforas que a menudo están muy ligadas a la tierra, la flora y la cultura del escritor en particular, especialmente en el caso de Roa Bastos. El realismo mágico es un concepto neobarroco que aplica tales sistemas de metáfora a entornos que de otro modo serían realistas (Yo, el Supremo es un ejemplo notable de la forma). El estilo neobarroco fue utilizado por muchos escritores paraguayos en el exilio después de 1947 y hasta la década de 1980. En el centro de gran parte del trabajo de este grupo se encuentran las ideas de libertad política y la emancipación de su patria.
Roa Bastos comenzó escribiendo poesía en las tradiciones del Renacimiento y el Barroco españoles. Posteriormente adquirió "una nueva sensibilidad" en respuesta a la poesía de Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y García Lorca. Sin embargo, es como escritor de prosa ficción que Roa Bastos ha construido su considerable reputación, a través de sus novelas y numerosos cuentos. Las novelas de Roa Bastos fusionan el presente y el pasado creando escenas con mitos de la época precolonial y leyendas cristianas, desarrollando un tipo especial de Realismo Mágico, aunque existen importantes variaciones estilísticas entre sus principales novelas.
Temas
Paraguay: memoria colectiva
La mayor parte de la obra de Roa Bastos fue escrita en el exilio debido a la opresiva condición política de su país, en un momento en que Paraguay era uno de los países menos desarrollados cultural, económica y políticamente de América Latina. Así, muchos de los escritos importantes de Roa Bastos son un intento de "captar la esencia trágica, la 'debilidad interior' así como la fuerza interior del pueblo de su país." Su obra revela una intensa preocupación no sólo por el Paraguay contemporáneo sino por su historia, remontándose a principios del siglo XIX y al gobierno del Dr. Gaspar de Francia (cuya vida es el tema central de Yo, el Supremo). Si bien personajes y acontecimientos históricos clave interesan a Roa Bastos, es el impacto de estas "raíces sociohistóricas" sobre "la naturaleza de las masas" que constituye el tema central de su obra literaria.
Su escritura despliega símbolos y múltiples narrativas que se basan en la memoria colectiva del pueblo paraguayo. Hijo de hombre, por ejemplo, construye una "historia alternativa de los movimientos populares" de los recuerdos y símbolos de la gente. La novela intertextual Yo, el Supremo es particularmente representativa de esta técnica, tanto en su construcción como en su narrativa. En El Fiscal (1993), una tercera novela sobre los abusos del poder político, esta vez centrada en el régimen de Stroessner, Roa Bastos ofrece nuevamente una alternativa a las versiones aceptadas de los acontecimientos en Paraguay y desafía "la inteligibilidad de la historia". Con este fin, entrelaza elementos de fantasía y metaficción en sus narrativas.
El humanismo y el escritor comprometido
Roa Bastos creía que era función del escritor participar directamente en la interpretación de los acontecimientos históricos y contemporáneos. En lugar de ser el "cronista" objetivo, pensaba que el escritor debería comprometerse moralmente con los problemas sociales descritos en el escrito. Según Roa Bastos, “la actividad literaria ha pasado a significar la necesidad de afrontar un destino, la voluntad de incorporarse a la realidad vital de una colectividad, a su verdadero contexto moral y estructura social, a las complejas relaciones de una realidad contemporánea”. – es decir, proyectándose hacia un mundo universal del hombre”. Así, uno de los temas principales en la escritura de Roa Bastos es un humanismo profundo y universal, con especial atención al sufrimiento.
Sin duda, las propias experiencias de Roa Bastos jugaron un papel importante en su énfasis en el sufrimiento humano. De joven luchó en la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay, hecho que retrató en Hijo de hombre. Posteriormente vio de primera mano la devastación de la Segunda Guerra Mundial en Europa, la violenta contienda de 1947 en Paraguay y el ascenso de la dictadura militar argentina en 1976. Su colección de cuentos publicó en 1953, El Trueno entre las Hojas, preparó el escenario para Hijo de hombre y Yo, el Supremo con su oscuro retrato de una devastadora lucha política y opresión. Dos décadas después, se publicó Yo, el Supremo, un excelente ejemplo de la idea de Roa Bastos del escritor comprometido. Ofreció un relato poco halagador y ficticio de los pensamientos finales y las divagaciones del primer dictador de Paraguay, en un momento en que Paraguay estaba bajo el dominio de un régimen que adoptó muchas de las mismas políticas de opresión y aislacionismo. Roa Bastos no fue el único que utilizó la literatura para abordar los acontecimientos contemporáneos durante el período del boom latinoamericano. En las décadas de 1960 y 1970, Gabriel García Márquez y otros adoptaron el mismo enfoque. Juntos, estos escritores crearon el género de novela Dictador.
Bilingüismo
Como es costumbre para la mayoría de los paraguayos de origen campesino o de clase trabajadora, Roa Bastos aprendió a hablar español y guaraní desde su nacimiento. Tanto el español como el guaraní son los idiomas oficiales de Paraguay (este último es principalmente un idioma oral). Aunque el guaraní sigue siendo el idioma "popular" Idioma que se habla en casa y en la "calle", el español es el idioma de los negocios oficiales y del poder. La preservación y el uso generalizado de una lengua indígena después de siglos de inmigración europea es algo único en América Latina, y el guaraní sigue siendo un símbolo del nacionalismo paraguayo y un "vehículo importante para interpretar la realidad del país". Este es el legado de los jesuitas que gobernaron Paraguay en el siglo XVIII y utilizaron el guaraní (en lugar del español o el latín) para difundir el cristianismo por todo Paraguay.
Si bien Roa Bastos escribió principalmente en español, la interacción entre estos dos idiomas es una parte esencial de su estilo. Su bilingüismo le da a Roa Bastos una gama mucho mayor de idiomas con los que trabajar, pero también crea tensión entre un idioma reconocido internacionalmente y uno que es oscuro y ferozmente paraguayo. Roa Bastos ha descrito la relación entre las dos lenguas como "una división casi esquizofrénica no sólo en los niveles comunicacionales de la lengua hablada, sino también y muy particularmente en la lengua literaria".
Honores y distinciones
A lo largo de su carrera, Roa Bastos recibió diversos honores y distinciones. En 1941 ganó el Premio Ateneo Paraguayo por su novela (inédita) Fulgencio Miranda. A este primer premio le siguió una beca de periodismo del British Council que le permitió viajar a Europa durante la Segunda Guerra Mundial. En 1959 Roa Bastos ganó el premio Losada por su primera novela publicada Hijo de hombre. La adaptación de esta novela, de la que escribió el guión, ganó el año siguiente el premio a la mejor película en lengua española y el primer premio del Instituto Argentino de Cinematografía. Sus premios más prestigiosos incluyen dos becas de la Fundación John Guggenheim, otorgadas en 1970 y 1979, y el Premio Cervantes, un premio otorgado por el gobierno español a la trayectoria y el premio más prestigioso de literatura en lengua española, que recibió en 1989. Roa Bastos donó la mayor parte del dinero del premio para facilitar el acceso a los libros en Paraguay. En 1995 recibió el Premio Nacional de Literatura de Paraguay. En 1997 Francia lo distinguió como Caballero de la Legión de Honor.
Legado
La escritura de Roa Bastos abarca cuatro países, seis décadas e innumerables géneros. Durante su vida hizo importantes contribuciones a la escritura del boom latinoamericano, a la novela del dictador relacionada y al movimiento cinematográfico Nuevo Cine a través de guiones como Alias Gardelito (1961). La influencia de Roa Bastos se puede encontrar en las obras de muchos escritores extranjeros posteriores al boom, entre ellos Mempo Giardinelli, Isabel Allende, Eraclio Zepeda, Antonio Skármeta, Saúl Ibargoyen y Luisa Valenzuela. Es el autor más importante de Paraguay y sigue siendo muy influyente para una nueva generación de autores paraguayos. La relación de Roa Bastos con su país, ininterrumpida por más de 40 años de exilio, se consideró tan importante que en 1989 fue invitado a regresar por el nuevo presidente de Paraguay, Andrés Rodríguez, tras el colapso del régimen de Stroessner.
Incluso antes de Yo, el Supremo, Roa Bastos era considerado parte del "panteón de los grandes escritores" según algunos críticos, debido a Hijo de hombre. Sin embargo, fue la obra anterior la que consolidó su lugar como figura literaria importante. Según Juan Manuel Marcos, Yo, el Supremo "anticipa muchas de las técnicas de escritura posteriores al boom" como "la carnavalización del discurso histórico, la transtextualización y la parodia". El gran literario mexicano Carlos Fuentes ha calificado Yo, el Supremo como uno de los hitos de la literatura latinoamericana. Si bien su reputación se basa en sus novelas, los logros de Roa Bastos en el cine, la escritura creativa y el periodismo añaden más sustancia a su legado.
Obras publicadas
Novelas
- Hijo de hombre (1960); Hijo del Hombre)
- Yo el Supremo (1974); I the Supreme)
- Vigilia del Almirante (1992; Vigilia del Almirante)
- El fiscal (1993); El Fiscal)
- Contravida (1994; Counterlife)
Ficción corta
- El trueno entre las hojas (1953); Trueno entre las hojas)
- El baldío (1966); Terreno vacantes)
- Madera quemada (1967); Madera quemado)
- Los pasteles sobre el agua (1967); Los pies en el agua)
- Moriencia (1969; Slaughter)
- Cuerpo presente y otros cuentos (1971); Cuerpo presente y otras historias)
- El poleito de fuego (The Fire Chick) (1974)
- Los Congresos (Los Congresos) (1974)
- El sonámbulo (The Sleepwalker) (1976)
- Lucha hasta el alba (Struggle until Dawn) (1979)
- Los Juegos (1979); Los Juegos)
- Contar un cuento, y otros vendedores (1984); Para contar un cuento y otras historias)
- Madama Sui (Madame Sui) (1996)
- Metaforismos (Metaforismos) (1996)
- La tierra sin mal (1998; Land Without Evil)
Guiones de pantalla
- Trueno entre las hojas (1958)
- Sabaleros (1959)
- La sangre y la semilla (1959)
- Shunko (1960)
- Alias Gardelito (1961)
- Hijo del hombre (1961)
- El último piso (1962)
- El terrorista (1962)
- El demonio en la sangre (1963)
- La Boda ("La boda") (1964)
- La cosecha (1965)
- Castigo al traidor (1965)
- El Presidente (1966)
- El pueblo ya tiene un comisario (1967)
- Soluna (1967)
- La Madre María (1974)
Poesía
- El ruiseñor de la aurora, y otros poemas (1942); El Dawn Nightingale, y otros poemas*Escrito en 1936
- "El naranjal germina" (1960; "The Burning Orange Grove") *Escrito entre 1947 y 1949
Otros escritos
- Cándido López (1976)
- Imagen y perspectivas de la narrativa latinoamericana actual (1979)
- Lucha hasta el alba (1979)
- Rafael Barrett y la realidad paraguaya a comienzos del siglo (1981)
- El tiranosaurio del Paraguay da sus últimas boqueadas (1986)
- Carta abierta a mi pueblo (1986)
- El texto cautivo: el escritor y su obra (1990)
- Mis reflexiones sobre el peligro de "Hijo de hombre" (1993)
Compilaciones y antologías
- Antología personal (1980); Antología personal)
Traducciones
- Hijo de hombre como Hijo del Hombre (1965) Rachel Caffyn
- Yo el Supremo como I the Supreme (1986) Helen Lane
- El Fiscal como El Fiscal (2018) Helene Carol Weldt-Basson