Apuntador (teatro)

El prompter (a veces prompt) en un teatro es una persona que incita o indica a los actores cuando olvidan sus líneas o no se mueven en el escenario hacia donde están. se supone que está situado. El papel del souffleur o apuntador se ha ido eliminando progresivamente en países como Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia e Italia. En estos lugares, se espera que los actores se ayuden entre sí en caso de que olviden sus líneas. Sin embargo, en Alemania y Europa central, el trabajo del apuntador sigue muy vivo y es parte integral del sistema de repertorio. Esto se debe a que cada semana se representan varias obras en rotación, lo que dificulta que los actores memoricen todas sus líneas.
En las salas sin apuntadores, su papel lo asume el director de escena, quien dispondrá de una copia del guión denominada libro de avisos. Esta es la versión más definitiva del guión para cualquier actuación y contendrá detalles de todas las pistas, con sus tiempos precisos con respecto a la acción en el escenario. Esto permite que el mensaje dirija la iluminación, el sonido, los efectos de vuelo y los cambios de escena durante un espectáculo. El libro de indicaciones también suele contener notas de bloqueo, de modo que la indicación siempre esté al tanto de las posiciones y movimientos previstos de todos los actores en el escenario en un momento dado.


En algunas producciones profesionales y de alta calidad del teatro comunitario, el impulso nunca se utiliza durante una actuación para instruir a los actores si olvidan una línea o movimiento, sólo durante un ensayo. Si el impulso es absolutamente necesario, es hecho muy silencioso por otro actor en el escenario o el director de la orquesta de fosos.
El mensaje se encuentra en el escenario, en la esquina del mensaje o "lado del mensaje".
En el teatro isabelino la función de incitación la desempeñaba el Portalibros, que también se encargaba de la utilería y las llamadas.