Aplacófora

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Aplacophora es un taxón presumiblemente parafilético. Se trata de una clase de moluscos marinos pequeños, de aguas profundas, exclusivamente bentónicos, que se encuentran en todos los océanos del mundo.

Todas las formas modernas conocidas carecen de concha: sólo algunas formas primitivas extintas poseían válvulas. El grupo comprende los dos clados Solenogastres (Neomeniomorpha) y Caudofoveata (Chaetodermomorpha), que entre ellos contienen 28 familias y alrededor de 320 especies. Los aplacóforos se consideran tradicionalmente ancestrales de las otras clases de moluscos. Sin embargo, la relación entre los dos grupos de aplacóforos y con las otras clases de moluscos y entre sí aún no está clara.

Los aplacóforos tienen forma cilíndrica y parecida a un gusano, y la mayoría son muy pequeños, no miden más de 5 centímetros (2 pulgadas); algunas especies, sin embargo, pueden alcanzar una longitud de 30 centímetros (12 pulgadas).

Hábitat

Los caudofoveatos generalmente excavan en el sustrato, mientras que los solenogaster suelen ser epibentónicos. Ambos taxones son más comunes en regiones acuáticas a más de 20 metros (66 pies) de profundidad, donde algunas especies pueden alcanzar densidades de hasta cuatro o cinco ejemplares por metro cuadrado (tres o cuatro por yarda cuadrada). Los solenogasters son típicamente carnívoros que se alimentan de cnidarios o, a veces, anélidos u otros taxones, mientras que los caudofoveados son en su mayoría detritovoros o se alimentan de foraminíferos.

Descripción

Epimenia babai, un miembro del Solenogastres

Los aplacóforos son animales parecidos a gusanos, con poco parecido con la mayoría de los demás moluscos. No tienen concha, aunque en la piel se incrustan pequeñas espículas calcificadas; estas espículas en ocasiones están recubiertas con una película orgánica que presumiblemente es secretada por microvellosidades. Los caudofoveados carecen de pie, mientras que los solenogaster tienen un pie estrecho que carece de musculatura intrínseca. La cavidad del manto se reduce a una simple cloaca, en la que desembocan el ano y los órganos excretores, y se sitúa en la parte posterior del animal. La cabeza es rudimentaria y no tiene ojos ni tentáculos. La cutícula de ambas subclases es quitinosa y tiene una textura irregular. Las espinas llevan una matriz orgánica. Los escleritos pueden ser huecos o macizos; el vacío dentro de los escleritos de algunas especies se llena durante el crecimiento. Los escleritos generalmente se forman dentro de la cutícula y sobresalen cuando están completamente desarrollados. Probablemente comienzan su vida como carbonato de calcio amorfo, al que la matriz orgánica convierte en un hábito aragonítico a medida que las espinas maduran. Los escleritos pueden tener forma de espinas simples, rectas, curvas, aquilladas, estriadas o ganchudas; o como hojas ahuecadas; disposiciones más complejas son comunes en las espículas copuladoras. En varias especies de solenogaster, los escleritos cambian de morfología durante el crecimiento; Los especímenes jóvenes pueden tener escleritos planos, sólidos y en forma de escamas, que en los adultos serán reemplazados por escleritos más largos y huecos en forma de espinas.

La relación con otros moluscos, sin embargo, se desprende de algunas características del sistema digestivo; Los aplacóforos poseen tanto una rádula como un estilo. Existe una variedad de formas y funciones radiulares. Los solenogasters son hermafroditas y se supone que tienen fertilización interna, en contraste con los caudofoveados que tienen dos sexos y se reproducen por fertilización externa. Durante el desarrollo, la cavidad del manto de la larva se enrolla y se cierra, creando la forma del adulto parecida a un gusano. Los caudofoveatos también se diferencian de los Solenogasters por tener un escudo en la cabeza y un cuerpo que se diferencia en tres secciones.

Taxonomía y evolución

Esta clase alguna vez fue clasificada como pepinos de mar en los equinodermos. En 1987, fueron reconocidos oficialmente como moluscos y se les asignó su propia clase. Consta de dos clados: los Solenogastres y los Caudofoveata. Se ha considerado polifilético, pero la evidencia molecular más reciente lo respalda como un clado monofilético.

Las afinidades de los aplacóforos han sido inciertas durante mucho tiempo. La evidencia molecular y fósil parecía colocar a los Aplacophorans en el clado Aculifera, como grupo hermano de Polyplacophora. El descubrimiento de Kulindroplax en 2012, un aplacóforo fósil con una armadura similar a un poliplacóforo, respalda firmemente esta hipótesis y muestra que los aplacóforos evolucionaron a partir de progenitores que portaban válvulas.