Apatheia

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Apatheia (griego: ἀπάθεια; de a- "sin" y pathos "sufrimiento" o "pasión"), en el estoicismo, se refiere a un estado mental en el que uno no está perturbado por las pasiones. Podría traducirse mejor por la palabra ecuanimidad que por la palabra indiferencia. El significado de la palabra apatheia es bastante diferente del inglés moderno apathy, que tiene una connotación netamente negativa. Según los estoicos, la apatheia era la cualidad que caracterizaba al sabio.

Mientras que Aristóteles había afirmado que la virtud se encontraba en el medio dorado entre el exceso y la deficiencia de la emoción (metriopatheia), los estoicos pensaban que vivir virtuosamente proporcionaba la libertad de las pasiones, lo que resultaba en la apatheia. Significaba erradicar la tendencia a reaccionar emocional o egoístamente a los eventos externos, las cosas que no se pueden controlar. Para los estoicos, era la respuesta óptimamente racional al mundo, pues las cosas no se pueden controlar si son causadas por la voluntad de otros o por la Naturaleza; sólo la propia voluntad puede ser controlada. Eso no significó una pérdida de sentimiento, o una desconexión total del mundo. El estoico que realiza juicios y acciones correctos (virtuosos) como parte del orden mundial experimenta satisfacción (eudaimonia) y buenos sentimientos (eupatheia).

El dolor es ligero si la opinión no le ha añadido nada;... al pensar que es ligero, lo haréis ligero. Todo depende de la opinión; la ambición, el lujo, la codicia, se remontan a la opinión. Es según la opinión que sufrimos... Así que ganemos también el camino a la victoria en todas nuestras luchas, porque la recompensa es... la virtud, la firmeza del alma y una paz que se gana para siempre.—  Séneca, Wikisource-logo.svgEpístolas, lxxviii. 13–16

El término fue adoptado más tarde por Plotino en su desarrollo del neoplatonismo, en el que la apatheia era la liberación del alma de la emoción lograda cuando alcanza su estado purificado.

El término pasó a la enseñanza cristiana primitiva en la que apatheia significaba estar libre de impulsos o compulsiones rebeldes. Todavía se usa en ese sentido en la espiritualidad cristiana ortodoxa, y especialmente en la práctica monástica.

Apatheia se contrasta con ataraxia, un concepto relacionado en el epicureísmo y el pirronismo, aunque algunos autores estoicos latinos, como Séneca el Joven, usan el término indistintamente con apatheia. En el epicureísmo, la ataraxia proviene de la ausencia de dolor y miedo. En el pirronismo proviene de la erradicación de sentimientos perturbadores que dependen de creencias sobre asuntos no evidentes (es decir, el dogma).