Antitoxina

format_list_bulleted Contenido keyboard_arrow_down
ImprimirCitar
Una vial vintage de 1895 de antitoxina difteria.

Una antitoxina es un anticuerpo con la capacidad de neutralizar una toxina específica. Las antitoxinas son producidas por ciertos animales, plantas y bacterias en respuesta a la exposición a toxinas. Aunque son más eficaces para neutralizar toxinas, también pueden matar bacterias y otros microorganismos. Las antitoxinas se producen dentro de los organismos y pueden inyectarse en otros organismos, incluidos los humanos, para tratar una enfermedad infecciosa. Este procedimiento implica inyectar a un animal una cantidad segura de una toxina particular. Luego, el cuerpo del animal produce la antitoxina necesaria para neutralizar la toxina. Posteriormente, se extrae sangre del animal. Cuando la antitoxina se obtiene de la sangre, se purifica y se inyecta en un ser humano u otro animal, induciendo una inmunidad pasiva temporal. Para prevenir la enfermedad del suero, suele ser mejor utilizar una antitoxina obtenida de la misma especie (por ejemplo, utilizar antitoxina humana para tratar a humanos).

La mayoría de las preparaciones de antitoxina se preparan a partir de donantes con títulos altos de anticuerpos contra la toxina, lo que las convierte en globulinas hiperinmunes.

Historia de la antitoxina

Emil Adolf von Behring y sus colegas produjeron antitoxinas contra la difteria y el tétanos a partir de 1890. El uso de antitoxina diftérica para el tratamiento de la difteria fue considerado por The Lancet como el "avance más importante del siglo [XIX] en el tratamiento médico de enfermedades infecciosas agudas".

En 1888, Behring fue enviado a Berlín para un breve servicio en la Academia de Medicina Militar. En 1889 ingresó en el Instituto de Higiene de la Universidad de Berlín, entonces dirigido por Robert Koch. Entre 1889 y 1895, Behring desarrolló sus ideas pioneras sobre la sueroterapia y su teoría de las antitoxinas.

A principios de 1887, en Bonn, Behring había descubierto que el suero de ratas blancas inmunes al tétanos contenía una sustancia que neutralizaba los bacilos del ántrax. Reconoció esto como la fuente de su "resistencia". El 4 de diciembre de 1890, Behring y Kitasato Shibasaburō publicaron su primer artículo sobre la terapia con suero sanguíneo. El 11 de diciembre, otro informe firmado por Behring hablaba de la terapia con suero sanguíneo no sólo para el tratamiento del tétanos sino también para la difteria.

Cuando Paul Ehrlich demostró en 1891 que incluso los venenos vegetales conducían a la formación de antitoxinas en el organismo, la teoría de Behring quedó confirmada.

En 1924, Raymond Dochez, Gladys y George Frederick Dick desarrollaron simultáneamente una antitoxina para la escarlatina.

Serumterapia del siglo XXI

Más resultados...
Tamaño del texto:
undoredo
format_boldformat_italicformat_underlinedstrikethrough_ssuperscriptsubscriptlink
save