Andrés de Santa Cruz

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Andrés de Santa Cruz y Calahumana (Pronunciación en español: [anˈdɾes ðe ˈsanta ˈkɾuθ] ; 30 de noviembre de 1792 - 25 de septiembre de 1865) fue un general y político boliviano que se desempeñó como presidente interino del Perú en 1827, presidente interino del Perú de 1836 a 1838 y sexto presidente de Bolivia de 1829 a 1839. También se desempeñó como Protector Supremo. de la efímera Confederación Perú-Boliviana de 1836 a 1839, entidad política creada principalmente por sus esfuerzos personales.

Vida temprana y educación

Santa Cruz nació el 30 de noviembre de 1792, en el pueblo de Huarina, La Paz. Su padre fue José Santa Cruz y Villavicencio, español, y su madre Juana Basilia Calahumana, amerindia y cacique del pueblo de Huarina. En años posteriores, Andrés de Santa Cruz afirmaría que a través de su madre descendía directamente de los gobernantes incas. Inició sus estudios en su ciudad natal en el Convento de San Francisco, y los continuó en el Seminario San Antonio Abad de la ciudad del Cuzco. En 1809 abandonó el seminario y regresó a La Paz.

Carrera militar

Después del regreso de Santa Cruz a casa, su padre lo inscribió como alférez en el Regimiento Dragones de Apolobamba del Ejército Español. Como tal participó en las batallas de Guaqui (20 de julio de 1811), Vilcapugio (1 de octubre de 1813) y Ayohuma (14 de noviembre de 1813). Esto último resultó en la derrota de las fuerzas independentistas argentinas que intentaban liberar el Alto Perú (hoy Bolivia) del dominio español. Santa Cruz también participó en las campañas coloniales españolas para reprimir la insurrección de Mateo Pumacahua (1814-15), demostrando aún más su lealtad a la Corona española. Su suerte se acabó en la Batalla de La Tablada (15 de abril de 1817), donde fue capturado y llevado prisionero de guerra a Buenos Aires. Logró escapar, primero a Río de Janeiro y luego a Lima. Como recompensa fue nombrado comandante de Chorrillos.

Guerra de Independencia

Al momento del desembarco del ejército rebelde de José de San Martín en la costa peruana, Santa Cruz era comandante de las fuerzas milicianas en la región de Huarochirí. En ese cargo luchó contra los independentistas en la Batalla de Pasco (6 de diciembre de 1820), pero los realistas fueron derrotados y Santa Cruz capturada. Conducido al cuartel general de San Martín en Huaura, decidió cambiar de bando y se unió al Ejército Patriota (8 de enero de 1821). Santa Cruz ascendió rápidamente, alcanzando el rango de Coronel ese mismo año y el de General de Brigada en 1822 por liderar las tropas peruanas en la Batalla de Pichincha (24 de mayo de 1822).

Se rebeló contra el Congreso peruano el 26 de febrero de 1823 y lo obligó a elegir a José de la Riva Agüero como presidente. Como comandante de una expedición del ejército peruano, Santa Cruz ocupó el puerto de Arica y derrotó a un ejército realista en la batalla de Zepita (27 de agosto de 1823). Al no poder aprovechar su victoria, se retiró apresuradamente.

Cuando Simón Bolívar asumió la presidencia del Perú (17 de febrero de 1824), Santa Cruz se unió a su ejército y fue nombrado Jefe de Estado Mayor de la División Peruana. En esa condición participó de la Batalla de Junín (6 de agosto de 1824). Posteriormente fue nombrado Prefecto de Ayacucho, y luego Jefe de Estado Mayor del Ejército Patriota durante la campaña por la liberación de Bolivia. Como recompensa por sus acciones, Santa Cruz recibió los títulos de Mariscal y Prefecto de Chuquisaca en abril de 1825.

Nombrado Presidente del Consejo de Gobierno en Lima, estuvo a cargo del Ejecutivo peruano después del regreso de Bolívar a la Gran Colombia el 4 de septiembre de 1826, hasta el colapso del régimen bolivariano en Perú el 27 de enero de 1827. Santa Cruz asumió temporalmente cargo de Presidente hasta el 9 de junio de 1827, cuando José La Mar fue elegido por el Congreso.

Presidenta de Bolivia

(feminine)

Destituido del poder, Santa Cruz fue nombrado embajador del Perú en Chile, pero fue llamado a Bolivia, donde había sido proclamado presidente. Al tomar juramento el 24 de mayo de 1829, encontró un país afligido por desórdenes internos endémicos y muy cerca de la bancarrota. Las medidas adoptadas para resolver estos problemas incluyeron purgar a los conspiradores, reformar y fortalecer el ejército, reformar la burocracia, reformar las finanzas públicas, emitir nueva moneda, emitir una nueva Constitución, emitir un nuevo Código Civil basado en el Código Napoleónico y establecer Cobija como puerto libre.. El régimen autoritario impuesto por Santa Cruz trajo estabilidad a Bolivia en un momento en que la mayoría de los países de América Latina enfrentaban disturbios generalizados. Además, formó una base sólida desde la cual llevar a cabo su principal proyecto, la Confederación Perú-Boliviana.

Confederación Perú-Boliviana

Bandera de la Confederación Perú-Boliviana

Como presidente de Bolivia, Santa Cruz instigó varios complots fallidos para lograr una unión política con Perú, aprovechando el malestar político crónico de ese país. Su mejor oportunidad llegó en 1835 cuando el presidente peruano Luis José de Orbegoso solicitó su ayuda para luchar contra el ejército rebelde de Felipe Santiago Salaverry. Santa Cruz derrotó al caudillo peruano Agustín Gamarra en la batalla de Yanacocha (13 de agosto de 1835) y a Salaverry en la batalla de Uchumayo (4 de febrero de 1836), tras lo cual hizo ejecutar sumariamente a Salaverry.

A instancias de Santa Cruz, un Congreso de los departamentos del sur del Perú (Arequipa, Ayacucho, Cuzco y Puno) se reunió en Sicuani y declaró el establecimiento de la República del Sur del Perú (17 de marzo de 1836). Una asamblea similar en Huaura de los departamentos del norte (Amazonas, Junín, La Libertad y Lima) fundó la República del Norte del Perú (11 de agosto de 1836). Ambos reconocieron a Santa Cruz como Protector Supremo con amplios poderes, lo que le permitió crear la Confederación Perú-Boliviana el 28 de octubre de 1836. Convocó a la ciudad de Tacna a representantes de ambas legislaturas junto con los del Congreso de Bolivia reunidos en Tapacarí para establecer un Constitución para el nuevo Estado. Bajo su dirección, firmaron un pacto el 1 de mayo de 1837, que lo nombraba Protector Supremo por un período de diez años.

Diego Portales

Investido de poderes considerables, Santa Cruz se esforzó por establecer en Perú el mismo tipo de orden autoritario que había impuesto en Bolivia. Emitió un Código Civil, un Código Penal, un Reglamento Comercial, un Reglamento Aduanero y reorganizó los procedimientos de recaudación de impuestos, permitiendo un aumento de los ingresos estatales y al mismo tiempo restringiendo los gastos. La Confederación generó resistencias entre varios grupos en ambos países, quienes resentían la dilución de las identidades nacionales. Un número importante de políticos peruanos opuestos a la idea de la Confederación huyeron a Chile, donde recibieron el apoyo del poderoso Ministro Diego Portales. Juntos formaron una expedición militar contra Santa Cruz, encabezada por el almirante Manuel Blanco Encalada, pero fueron cercados por Santa Cruz y tuvieron que rendirse por el Tratado de Paucarpata, firmado el 17 de noviembre de 1837. El gobierno chileno organizó una segunda expedición, que derrotó Protector Supremo en la Batalla de Yungay (20 de enero de 1839) y forzó la disolución de la Confederación.

Años posteriores

Miembros del Regimiento de Colorados protegen la tumba de Andrés de Santa Cruz en la Basílica de la Catedral de Nuestra Señora de la Paz, La Paz

Tras renunciar a su cargo de Protector Supremo (20 de febrero de 1839), Santa Cruz huyó a Ecuador desde donde conspiró infructuosamente para recuperar el poder. El 13 de octubre de 1843 desembarcó en Camarones en la provincia peruana de Tarapacá pero fue capturado mientras intentaba llegar a Bolivia. Entregado al Gobierno de Chile, estuvo preso en Chillán desde 1844 hasta 1846 en que fue liberado. Manuel Belzú (1848-1855) lo nombró embajador en varios países europeos y luego se postuló para presidente de Bolivia, pero fue derrotado por el general Jorge Córdova. Tras permanecer un tiempo en Argentina, regresó a Francia donde vivió el resto de su vida en Versalles. Murió en Beauvoir, cerca de Nantes, el 25 de septiembre de 1865. Fue enterrado en el cementerio de Notre-Dame, Versalles, Francia. Cien años después, en 1965, los restos del antiguo mariscal fueron repatriados desde Francia por el gobierno militar de la época y reenterrados ceremoniosamente en la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Paz, La Paz, al lado del Palacio Presidencial en Bolivia.

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