Alogi
Los Alogi (ἄλογοι), también llamados Alogoi o Alogians, fueron un grupo de cristianos heterodoxos en Asia Menor que floreció c. 200 CE, y enseñó que el Evangelio de Juan y el Apocalipsis de Juan no fueron obra del Apóstol, sino de su adversario Cerinto. Lo que sabemos de ellos se deriva de sus oponentes doctrinales, cuya literatura se conserva, en particular Epifanio de Salamina. Fue Epifanio quien acuñó el nombre "Alogi" como un juego de palabras que sugiere que ambos eran ilógicos y estaban en contra de la doctrina cristiana del Logos. Si bien Epifanio no indica específicamente el nombre de su fundador, Dionisio Bar-Salibi, citando una obra perdida de Hipólito (Capita Adversus Caium), escribe en su comentario al Apocalipsis,
Hipólito de Roma dice: Un hombre apareció, llamado Cayo, diciendo que el Evangelio no es por Juan, ni el Apocalipsis, sino que es por Cerinthus el hereje.
Según el historiador de la iglesia del siglo IV, Eusebio de Cesarea, Cayo era un clérigo de Roma que escribió durante la época del Papa Cefirino y había publicado una disputa con Proclo, un líder montanista en Roma.
Creencias
“San Epifanio (Haer. LI) da un largo relato del grupo de herejes que surgió después de los catafrigios, cuartodecimanos y otros, y que no recibieron ni el Evangelio de San Juan ni su Apocalipsis.”[1 ]; en cambio, atribuyeron los dos libros del Nuevo Testamento al gnóstico Cerinto, que en realidad era enemigo de Juan el Apóstol.
Con respecto a sus creencias, Epifanio afirma que los alogianos negaron la continuación de los dones espirituales en la iglesia en oposición a los montanistas. Niegan explícitamente la doctrina del Logos en Juan capítulo 1 y niegan la autoría de Juan al comparar su Evangelio con los evangelios sinópticos. Su metodología se puede ver en los fragmentos supervivientes de la refutación de Hipólito de Roma, Capita Adversus Caium, conservados en el Comentario sobre el Apocalipsis de Bar-Salibi.. Su método comparativo fue considerado muy tonto en opinión de Epifanio, quien se burló de ellos diciendo que estaban "sin razón". El siríaco John Gwynn, que publicó estos fragmentos en inglés, también indica que "las objeciones de Cayo son... las de un crítico un tanto cauteloso, e indican poca amplitud de conocimiento de las Escrituras o de concepciones escatológicas".
Epifanio sostiene que Cerinto no pudo haber escrito el Evangelio de Juan porque mientras Cerinto negaba la deidad de Cristo, el Evangelio enseñaba la divinidad de Cristo. Epifanio contempla que no pueden rechazar de plano la deidad de Cristo, sino simplemente la “forma Logos bajo la cual se presentó la doctrina en el Evangelio”. Epifanio también afirma con respecto a los Alogi, "ellos mismos parecen creer como nosotros". Por lo tanto, no le preocupa tanto su cristología como su crítica bíblica. Sin embargo, Epifanio es duro al condenarlos y afirma que la conclusión de los Alogi es que niegan el Evangelio de Juan y, en consecuencia, la doctrina del Logos Palabra-Carne. Epifanio los distingue claramente de los ebionitas y de los docetistas.
Recursos
- Gwynn, J. "Hippolytus y sus "Heads against Caius", " Hermathena, 6 (1888), 397-418.
- Bludau, A. Die Ersten Gegner der Johannes-Schriften (Biblische Studien, 22, Hefte 1 y 2; 1925).
- Fisher, G. P. "Algunos comentarios en el Alogi," Documentos de la Sociedad Americana de Historia de la Iglesia, 2,1 (1890), págs. 1 a 9.
- Hall, S. G. "Aloger", en Theologische Realenzyklopadia 2. Edited by G. Krause, G. Muller, et al. Berlín: 1977 ff., 290-95.
- El Panarion de Epifanio de Salamis: Libro II y IIITraducido por Frank Williams. Brill, 1997. ISBN 90-04-09898-4.
- Rose, V. “Pregunta Johannine. Les Aloges asiatiques et les aloges romains”, Revue Biblique (1897): 516–34.
- Smith, J. D. Gaius y la controversia sobre la literatura Johannina (PhD diss.), Universidad de Yale, 1979.
- Trevett, Chr. Montanismo: Género, Autoridad y Nueva Profecía (Cambridge, 1996), págs. 29, 66, 138 a 41, 262 a 3.