Alfonsina Storni
Alfonsina Storni (29 de mayo de 1892 - 25 de octubre de 1938) fue una poeta y dramaturga suiza-argentina del período modernista.
Vida temprana
Storni nació el 29 de mayo de 1892, en Sala Capriasca, Suiza. Sus padres eran Alfonso Storni y Paola Martignoni, que eran de ascendencia italiano-swiss. Antes de su nacimiento, su padre había comenzado una cervecería en la ciudad de San Juan, Argentina, produciendo cerveza y soda. En 1891, siguiendo el consejo de un médico, regresó con su esposa a Suiza, donde nació Alfonsina el año siguiente; vivió allí hasta que tenía cuatro años. En 1896 la familia regresó a San Juan, Argentina, y unos años después, en 1901, se trasladó a Rosario por cuestiones económicas. Allí su padre abrió una taberna, donde Storni hizo una variedad de tareas. Ese negocio familiar pronto falló. Storni escribió su primer versículo a la edad de doce años, y continuó escribiendo versos durante su tiempo libre. Posteriormente entró en el Colegio de la Santa Unión como estudiante a tiempo parcial. En 1906, su padre murió y empezó a trabajar en una fábrica de sombreros para ayudar a su familia.
En 1907, su interés por la danza la llevó a unirse a una compañía de teatro itinerante, que la llevó por todo el país. Actuó en Ghosts de Henrik Ibsen, La loca de la casa de Benito Pérez Galdós y Los muertos de Florencio Sánchez. . En 1908, Storni volvió a vivir con su madre, quien se había vuelto a casar y residía en Bustinza (Provincia de Santa Fe). Después de un año allí, Storni se fue a Coronda, donde estudió para ser maestra de escuela primaria rural. Durante este período también comenzó a trabajar para las revistas locales Mundo Rosarino y Monos y Monadas, así como para el prestigioso Mundo Argentino.
En 1912 se mudó a Buenos Aires, buscando el anonimato que brinda una gran ciudad. Allí conoció y se enamoró de un hombre casado a quien describió como "una persona interesante y de cierta posición en la comunidad". Estaba activo en política..." Ese año publicó su primer cuento en Fray Mocho. A los diecinueve años descubrió que estaba embarazada del hijo de un periodista y se convirtió en madre soltera. Manteniéndose con la enseñanza y el periodismo periodístico, vivió en Buenos Aires, donde las dificultades sociales y económicas que enfrentaban las crecientes clases medias de Argentina estaban inspirando a un cuerpo emergente de activistas por los derechos de las mujeres.
Carrera literaria
Storni fue una de las primeras mujeres en encontrar el éxito en los ámbitos dominados por los hombres de la literatura y el teatro en Argentina y, como tal, desarrolló una voz única y valiosa que tiene particular relevancia en la poesía latinoamericana. Storni fue influyente, no sólo para sus lectores sino también para otros escritores. Aunque era conocida principalmente por sus obras poéticas, también escribió prosa, ensayos periodísticos y teatro. Storni expresó a menudo opiniones controvertidas. Criticó una amplia gama de temas, desde política hasta roles de género y discriminación contra las mujeres. En la época de Storni, su obra no se alineaba con ningún movimiento o género en particular. No fue hasta que los movimientos modernista y de vanguardia comenzaron a desvanecerse que su trabajo pareció encajar. Fue criticada por su estilo atípico y con mayor frecuencia ha sido etiquetada como una escritora posmoderna.
Trabajo temprano

Storni publicó algunas de sus primeras obras en 1916 en la revista literaria La Nota de Emin Arslan, de la que fue colaboradora permanente desde el 28 de marzo hasta el 21 de noviembre de 1919. Sus poemas “Convalecer” y en la revista se publicaron “Golondrinas”. A pesar de las dificultades económicas, publicó La inquietud del rosal en 1916, y posteriormente empezó a escribir en la revista Caras y Caretas mientras trabajaba como cajera en una tienda. Aunque las primeras obras poéticas de Storni se encuentran entre las más conocidas y respetadas, recibieron duras críticas de algunos de sus contemporáneos masculinos, incluidas figuras tan conocidas como Jorge Luis Borges y Eduardo González Lanuza. El erotismo y los temas feministas de sus escritos fueron temas controvertidos en la poesía de su época, pero escribir sobre la feminidad de una manera tan directa fue una de sus principales innovaciones como poeta.
Reconocimiento más amplio
En la escena literaria de Buenos Aires en rápido desarrollo, Storni pronto conoció a otros escritores, como José Enrique Rodó y Amado Nervo. Su situación económica mejoró, lo que le permitió viajar a Montevideo, Uruguay. Allí conoció a la poeta Juana de Ibarbourou, así como a Horacio Quiroga, con quien se haría gran amiga. Quiroga lideró el grupo Anaconda y Storni ingresó junto a Emilia Bertolé, Ana Weiss de Rossi, Amparo de Hieken, Ricardo Hicken y Berta Singerman.
Durante uno de sus períodos más productivos, de 1918 a 1920 Storni publicó tres volúmenes de poesía: El dulce daño, 1918; Irremediablemente (Irremediablemente), 1919; y Languidez (Languor) 1920. Esta última recibió el primer Premio Municipal de Poesía y el segundo Premio Nacional de Literatura, lo que contribuyó a su prestigio y reputación como escritora de talento. También publicó numerosos artículos en destacados periódicos y revistas de la época. Más tarde, continuó su experimentación con la forma en Ocre de 1925, un volumen compuesto casi en su totalidad por sonetos que se encuentran entre sus estructuras más tradicionales. Estos versos fueron escritos casi al mismo tiempo que los poemas en prosa de estructura más flexible de su volumen menos conocido, Poemas de Amor, de 1926.
La revista Nosotros fue influyente a la hora de encabezar el surgimiento de la nueva literatura argentina al ayudar a formar las opiniones de los lectores. En 1923, Nosotros publicó una encuesta dirigida a miembros de la “nueva generación literaria”. La pregunta era sencilla: ¿A qué tres o cuatro poetas menores de treinta años admira más? En aquel momento, Storni acababa de cumplir treinta y un años y era demasiado mayor para ser considerado un “Maestro de la nueva generación”.
Teatro
Después del éxito de crítica de Ocre, Storni decidió centrarse en escribir drama. Su primera obra pública, la obra autobiográfica El amo del mundo se representó en el teatro Cervantes el 10 de marzo de 1927, pero no fue bien recibida por el público. Sin embargo, esto no fue una indicación concluyente de la calidad del trabajo; Muchos críticos han observado que durante esos años el teatro argentino en su conjunto estaba en decadencia, por lo que muchas obras dramáticas de calidad fracasaron en esta atmósfera. Después de la corta duración de la obra, Storni la hizo publicar en Bambalinas, donde se muestra que el título original era Dos mujeres. Sus Dos farsas pirotécnicas fueron publicadas en 1931.
Escribió las siguientes obras destinadas al público infantil: Blanco...Negro...Blanco, Pedro y Pedrito, Jorge y su Conciencia, Un sueño en el camino, Los degolladores de estatuas y El Dios de los pájaros. Eran breves piezas de teatro con cantos y bailes. Estaban destinados a sus alumnos del Teatro Labardén. Para Pedrito y Pedro y Blanco...Negro...Blanco, Alfonsina escribió la música de las obras. Estos fueron representados en 1948 en el Teatro Colón de Buenos Aires. Sobre estos, Julieta Gómez Paz dice: "Estas presentan, irónicamente, situaciones adultas trasladadas al mundo infantil para perfilar errores, prejuicios y costumbres nocivas de los adultos, pero corregidos por el fantasía poética con finales felices."
Trabajo posterior
Después de una pausa de casi 8 años en la publicación de volúmenes de poesía, Storni publicó El mundo de siete pozos, 1934. Ese volumen, junto con el volumen final que publicó antes de su muerte, Mascarilla y trébol (Máscara y trébol), 1938, marca el apogeo de su experimentación poética. El volumen final incluye el uso de lo que ella denominó "antisonetos" o poemas que utilizaban muchas de las estructuras de versificación de los sonetos tradicionales pero que no seguían el esquema de rima tradicional.
Amistad con Gabriela Mistral
Por esta época, Gabriela Mistral la visitó en su casa de la calle Cuba. Fue un encuentro fatídico para el escritor chileno, que ya había publicado en El Mercurio ese año. Anteriormente, cuando concertó su cita por teléfono, quedó impresionada con la voz de Storni; y por eso, cuando le dijeron que Storni era feo, esperaba un rostro que no correspondía con la voz. Cuando finalmente conoció a Storni, le dijo que su rostro no coincidía con lo que le habían dicho sobre su apariencia. “Su cabeza era extraordinaria”, recordó. “No por sus rasgos, sino por su cabello muy plateado que enmarcaba bien su rostro joven”. Ella insistió: “No he visto un cabello más hermoso, era tan extraño como la luz de la luna al mediodía. Era dorado y todavía se veía algo de rubio en el blanco. Sus ojos azules, su pronunciada nariz francesa y su piel rosada le daban algo infantil que le daba algo diferente y la hacía casi inaccesible y madura. La chilena quedó impresionada por su sencillez y sobriedad, por su control de sus emociones y su autenticidad. Y, sobre todo, quedó impresionada por su capacidad para absorber todo lo que la rodeaba. Mistral la llamó una mujer de una gran ciudad “que ha pasado tocando a todos e incorporando a todos”.
Relación con Horacio Quiroga
José María Delgado le escribió a Horacio Quiroga y le recomendó viajar a Buenos Aires para conocer a Storni y hablar de su poesía. Comenzaron a ir al cine junto con sus dos hijos y tuvieron la oportunidad de ir a una reunión en una casa de la calle Tronador, donde se reunían a jugar muchos grandes escritores de la época. Uno de estos juegos consistía en que Storni y Quiroga besaban lados opuestos del reloj de bolsillo de Quiroga al mismo tiempo. Cuando los labios de Storni se acercaron al reloj, Quiroga lo apartó y los dos se besaron, enojando a la madre de Storni, que también estaba presente en la fiesta.
Quiroga mencionó frecuentemente a Storni en sus cartas entre 1919 y 1922, pero se desconoce la verdadera profundidad de su relación, y el hecho de que la mencione llama la atención ya que no hubo muchas escritoras en esa época. En sus cartas a su amigo José María, Quiroga menciona su respeto por su trabajo y cómo la trata como a igual. En una nota para el viaje del grupo Anaconda a Montevideo, en la lista de participantes figura “Alfonsina” sin su apellido, demostración de su fuerte amistad. Por otra parte, en una nota fechada el 11 de mayo de 1922, sobre una futura visita, Quiroga reveló que viajaría tanto con sus hijos como con Storni, y los haría comer a todos juntos. Además, Emir Rodríguez Monegal, biógrafo de Quiroga, corroboró el relato de Emilio Oribe de que Quiroga esperó a que Storni saliera de una conferencia en la universidad donde podría haber estado hablando sobre la poesía de Delmira Agustini. Quiroga no quiso asistir al acto, pero sí esperó a Storni en la salida; Ella apareció cubierta con un sombrero de paja y sorprendió a las personas del barrio que se encontraban cerca de la salida.
Storni acompañaba a Quiroga al cine, a reuniones literarias y a escuchar música: ambos eran fanáticos de Wagner. Con frecuencia viajaban a Montevideo y se tomaban fotografías en las que los dos lucían felices. Los viajes los hacían juntos porque Quiroga estaba destinado en el consulado uruguayo y siempre iba acompañado de una intelectual.
Cuando Quiroga viajó a Misiones en 1925, Storni no fue con él por consejo de Benito Quinquela Martín, quien le dijo: “¿Vas con ese psicópata? ¡De ninguna manera!" A raíz de ello, la escritora viajó a San Ignacio, dejando su apartamento al uruguayo Enrique Amorim. Con este arreglo de vivienda, Storni pudo escribirle a Quiroga, quien no respondió. El viaje duró un año y al regresar Quiroga restableció la amistad con Storni. Luego de un reencuentro en una casa que Quiroga había alquilado a Vicente López, donde se leyeron los escritos del otro, los dos salieron posteriormente al cine y a diversos conciertos ofrecidos por la Sociedad Wagner.
Esta relación terminó en 1927 cuando Quiroga conoció a María Elena Bravo e inició su segundo matrimonio. No se sabe si Quiroga y Storni fueron amantes, ya que los dos no abordaron mucho la naturaleza de su amor. Lo que se sabe es que Storni veía en Quiroga a un amigo que la entendía y le dedicó un poema cuando éste se suicidó en 1937, sólo un año antes de su propia muerte.
Enfermedad y muerte
En 1935, Storni pudo haber descubierto un bulto en su seno izquierdo y decidió someterse a una operación. El 20 de mayo de 1935 se sometió a una mastectomía radical. En 1938 descubrió que el cáncer de mama había reaparecido. Alrededor de la 1:00 de la madrugada del martes 25 de octubre de 1938, Storni salió de su habitación y se dirigió hacia el mar en la playa La Perla en Mar del Plata, Argentina y se suicidó. Más tarde esa mañana, dos trabajadores encontraron su cuerpo arrastrado a la playa. Aunque sus biógrafos sostienen que saltó al agua desde un espigón, una leyenda popular cuenta que caminó lentamente hacia el mar hasta ahogarse. Está enterrada en el Cementerio La Chacarita. Su muerte inspiró a Ariel Ramírez y Félix Luna a componer la canción "Alfonsina y el mar" ("Alfonsina y el Mar"). La compositora argentina Julia Stilman-Lasansky utilizó el texto de Storni para su composición Cuadrados y Angulos. En 2009 Juan María Solare compuso un ciclo de canciones con textos de Alfonsina Storni: Viejas palabras (que consta de las canciones Viaje, El sueño, Cuadrados y ángulos y ¿Qué diría la gente? más tres breves interludios de piano entre las canciones).
Trabajo
- 1916 La inquietud del rosal ("La inquietud de la Rosebush")
- 1916 Por los niños que han muerto("Para los niños que han muerto")
- 1916 Canto a los niños("Cantar a los niños")
- 1918 El dulce daño ("The Sweet Harm")
- 1918 Atlántida colaboracion.
- 1919 Irremediablemente ("Irremediablemente")
- 1919 Una golondrina
- 1920 Languidez ("Languidecimiento")
- 1925 Ocre ("Ochre")
- 1926 Poemas de amor ("Poemas del amor")
- 1927 El amo del mundo: comedia en tres actos - juego ("Maestro del mundo: una comedia en tres actos"
- 1932 Dos farsas pirotécnicas - juego ("Dos pedos pirotécnicos")
- 1934 Mundo de siete pozos ("Mundo de siete pozos")
- 1938 Mascarilla y trébol ("Mask and trefoil")
- 1938 Voy a dormir ("Voy a dormir")
Autopsia:
- 1938 Antología poética ("Antología poética")
- 1950 Teatro infantil ("Juegas para niños")
- 1968 Poesías completas ("Funciones poéticas completas")
- 1998 Nosotras y la piel: selección de ensayos ("Nosotros (mujeres) y la piel: ensayos seleccionados")
Premios y reconocimientos
En 1910 recibe su título de "Maestra Rural"
En 1917 Storni recibe el Premio Anual del Consejo Nacional de Mujeres.
En 1920 Languidez, una de sus publicaciones obtuvo el Primer Premio Municipal así como el segundo Premio Nacional de Literatura.
El 29 de mayo de 2018, Google celebró el cumpleaños número 126 de Alfonsina Storni con un doodle.
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