Alcestis (obra de teatro)
Alcestis (griego: Ἄλκηστις, Alkēstis) es una tragedia ateniense del dramaturgo griego Eurípides. Se representó por primera vez en el festival de las Dionisias de la ciudad en el año 438 a. C. Eurípides la presentó como la parte final de una tetralogía de obras inconexas en el concurso de tragedias, por el que ganó el segundo premio; este arreglo fue excepcional, ya que la cuarta parte normalmente era una obra satírica. Su tono ambiguo y tragicómico, que puede ser "alegremente romántico" o "amargamente irónico", le ha valido la etiqueta de "obra problemática". Alcestis es, posiblemente con excepción del Rhesus, la obra más antigua que se conserva de Eurípides, aunque en el momento de su estreno ya llevaba 17 años representando obras de teatro.
Acontecimientos previos al inicio de la obra
Mucho antes del comienzo de la obra, las Parcas le concedieron al rey Admeto el privilegio de vivir más allá del tiempo asignado para su muerte. El dios Apolo convenció a las Parcas de que se lo permitieran (y las emborrachó). Este trato inusual se logró después de que Apolo fuera exiliado del Olimpo durante un año y un día y pasara ese tiempo al servicio del rey de Tesalia, un hombre famoso por su hospitalidad que trataba bien a Apolo. Apolo desea corresponder a la hospitalidad de Admeto y le ofrece liberarlo de la muerte. Sin embargo, el regalo tiene un precio: Admeto debe encontrar a alguien que ocupe su lugar cuando la Muerte venga a reclamarlo.
Llega la hora de la muerte de Admeto y todavía no ha encontrado un sustituto dispuesto. Su padre, Feres, no está dispuesto a intervenir y piensa que es ridículo que se le pida que renuncie a la vida que tanto disfruta como parte de este extraño acuerdo. Finalmente, la devota esposa de Admeto, Alcestis, acepta ocupar su lugar porque no desea dejar a sus hijos huérfanos de padre ni verse privada de su amante. Al comienzo de la obra, ella está cerca de morir.
Sinopsis
En el prólogo de la obra, el dios Apolo sale del palacio de Admeto en Feras (actual Velestino en Magnesia), vestido de blanco y portando su arco dorado, con la intención de irse para evitar ser manchado por la muerte inminente de Alcestis, que está siendo consolada en su interior. Ofrece una exposición de los acontecimientos que condujeron a ese momento. Saluda la llegada de Tánatos (Muerte), quien, vestido de negro y portando una espada, ha llegado al palacio en su papel de psicopompo para conducir a Alcestis al inframundo. Tánatos desafía la aparente defensa que Apolo hace de Alcestis y lo acusa de "retorcer trucos resbaladizos" cuando ayudó a Admeto a engañar a la muerte en primer lugar. Apolo lo tranquiliza y, en un pasaje de rápidas bromas esticomíticas, propone un aplazamiento de la muerte de Alcestis, que es rechazado sarcásticamente. Tánatos concluye: "No puedes tener lo que no es tuyo". Derrotado, Apolo se marcha enojado, profetizando la llegada de un hombre (Hércules) que arrebatará a Alcestis de la muerte. A solas con el público, Tánatos advierte que "este era un dios de muchas palabras; pero las palabras / no son suficientes", antes de abrir las puertas con la punta de su espada y entrar lentamente en el palacio.
La entrada del coro, o secuencia de los parodos, es la siguiente: un coro de quince hombres de Feras, dirigido por un ´corifeo´ (director del coro), entra en la orquesta del teatro. El director del coro se queja de que están en un estado de suspenso, ignorantes de si deberían estar realizando rituales de duelo por su reina. La oda lírica del coro, con la que bailan mientras cantan, consta de dos estrofas pareadas de estrofa y antístrofa. Cantan el silencio que saluda su búsqueda de signos de duelo, la evidencia de la muerte de Alcestis. ´´Cuando la bondad muere´´, lamentan, ´´todos los hombres buenos también sufren´´. El director del coro concluye despidiendo al coro. En busca de esperanza en la situación: "El Rey ha agotado todos los rituales".
[...] ¿Quién lo negará? |
Hay una excelencia superior |
que esto, que una esposa debe morir la muerte de su marido? |
Toda la ciudad lo sabe, y lo afirma. |
Maidservant (Epeisodion I) |
Alcestis, en su lecho de muerte, pide a Admeto que, a cambio de su sacrificio, no vuelva a casarse, ni la olvide, ni ponga a cargo de sus hijos a una madrastra resentida. Admeto accede y promete llevar una vida de solemnidad en su honor, absteniéndose de las fiestas que eran parte integral de su hogar. Alcestis muere entonces.
Poco después, el viejo amigo de Admeto, Heracles, llega al palacio sin tener ni idea de la tristeza que se ha apoderado del lugar. No dispuesto a rechazar a un invitado, el rey decide no cargar a Heracles con la triste noticia y ordena a los sirvientes que le den la bienvenida y mantengan la boca cerrada. Al hacer esto, Admeto rompe su promesa a Alcestis de abstenerse de hacer fiestas durante el período que sigue a su muerte. Heracles se emborracha y comienza a irritar a los sirvientes, que amaban a su reina y estaban amargados por no poder llorarla como era debido. Finalmente, uno de los sirvientes le grita al invitado y le cuenta lo que ha sucedido.
Hércules se siente profundamente avergonzado por su error y su mal comportamiento y decide tender una emboscada y enfrentarse a la Muerte cuando se realizan los sacrificios funerarios en la tumba de Alcestis. Cuando regresa, trae consigo a una mujer velada a la que le dice a Admeto que ha ganado en una competición. Le pide a su anfitrión que la tome y cuide de ella mientras Hércules está fuera trabajando. Después de mucho discutir, finalmente obliga a un renuente Admeto a tomarla de la mano, pero cuando levanta el velo, descubre que parece ser Alcestis, que ha vuelto de entre los muertos. Hércules ha luchado contra la Muerte y lo ha obligado a entregarla. Ella no puede hablar durante tres días, después de los cuales será purificada y completamente restaurada a la vida.
Comentario de los críticos
La categorización de Alcestis ha sido un tema de debate entre los críticos literarios. Emplea elementos tanto trágicos como cómicos y (cuando se representó por primera vez) ocupó un lugar que generalmente estaba reservado para las obras satíricas. Conacher explora cómo Eurípides expandió el mito de Admeto y Alcestis y agregó elementos de comedia y cuentos populares. Beye también analiza los aspectos legendarios y de cuento de hadas de la obra.
Alcestis es también un texto popular para los estudios de la mujer. Los críticos han indicado que el foco central de la obra es Admeto más que Alcestis. Segal, por ejemplo, ha escrito sobre los aspectos patriarcales de la obra. La naturaleza del sacrificio, especialmente en la antigüedad, ha sido analizada de diversas maneras por Rabinowitz, Vellacott y Burnett, quienes explican que la moralidad de la antigua Grecia difería considerablemente de la de la actualidad. Las interpretaciones modernas de la obra han sido extremadamente variadas, tanto que los críticos (como Michelini y Gounaridou) han señalado que no han logrado ponerse de acuerdo en casi nada. Gounaridou sostiene que Eurípides pretendía que la obra se entendiera de muchas maneras diferentes. Las psicologías y motivaciones de Admeto y Alcestis son especialmente controvertidas, y la cuestión del egoísmo de Admeto es fuertemente cuestionada.
Adaptaciones
Hay al menos siete óperas basadas en la obra, seis de ellas llamadas Alceste: la ópera de 1674 de Jean-Baptiste Lully, una ópera de 1750 de George Frideric Handel, una ópera de 1767 de Christoph Willibald Gluck (famosa por haber sido publicada con sus propuestas para revisar la composición operística), una ópera de 1773 de Anton Schweitzer y una ópera de 1768 de Pietro Alessandro Guglielmi.
La ópera Alkestis de Rutland Boughton de 1922 está basada en la traducción de Gilbert Murray. La British National Opera Company la representó en Covent Garden y la retransmitió la naciente British Broadcasting Company, ambas en 1924.
El director de teatro estadounidense Robert Wilson montó una producción de la obra en 1986 en el American Repertory Theater de Cambridge, Massachusetts, y en 1987 en el Staatstheater de Stuttgart. La producción complementó la obra de Eurípides con material extraído de una variedad de fuentes, unidas por su exploración de los temas de la muerte y el renacimiento. Comenzó con Explosión de un recuerdo (Descripción de un cuadro) (1985) de Heiner Müller como prólogo; la pieza es una narración de sueños compuesta en parte mediante escritura automática. Müller la describió como una descripción de "un paisaje más allá de la muerte" que es "una sobrepintura de Eurípides". Alcestis, que cita la obra Noh Kumasaka, el Undécimo Canto de la Odisea y Los pájaros de Hitchcock. La producción también utilizó una obra kyogen japonesa cuyos temas parodiaban los de Alcestis, proyecciones láser, una banda sonora de Laurie Anderson y esculturas sonoras del compositor Robert Rutman.
La obra de teatro de T. S. Eliot, The Cocktail Party, es una adaptación moderna de Alcestis; se estrenó en el Festival de Edimburgo el 22 de agosto de 1949, dirigida por E. Martin Browne.
Traducciones
- Rev. Robert Potter, 1781 - prose: texto completo
- Edward Philip Coleridge, 1891 - prose: texto completo
- Arthur S. Way, 1912 – verso
- Gilbert Murray, 1915 - verso: texto completo
- Richard Aldington, 1930 – prosa y verso: texto completo
- Augustus T. Murray, 1931 – prose
- Moisés Hadas y John McLean, 1936 – prosa
- Richmond Lattimore, 1955 – verso
- Dudley Fitts y Robert Fitzgerald, 1960 - verso
- Philip Vellacott, 1974 – prosa y verso
- William Arrowsmith, 1974 – verso
- David Kovacs, 1994 – prose: texto completo
- Paul Roche, 1998; de una edición de Signet de diez obras de Euripides
- Ted Hughes, 1999 – verso
- Anne Carson, 2006 – prosa y verso
- Diane Arnson Svarlien, 2007 – verso
- George Theodoridis, 2008 – prosa, texto completo
- Rachel Kitzinger, 2016 - verso
- Brian Vinero, 2019: verso