Afasia de conducción

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Acondicionamiento médico

La afasia de conducción, también llamada afasia asociativa, es una forma poco común de dificultad para hablar (afasia). Es causada por daño al lóbulo parietal del cerebro. Es un trastorno adquirido del lenguaje que se caracteriza por una comprensión auditiva intacta, una producción del habla coherente (aunque parafásica), pero una mala repetición del habla. Las personas afectadas son totalmente capaces de comprender lo que escuchan, pero no logran codificar la información fonológica para su producción. Este déficit es sensible a la carga, ya que la persona muestra dificultades significativas para repetir frases, particularmente cuando las frases aumentan en longitud y complejidad y cuando tropiezan con las palabras que intentan pronunciar. Las personas cometen errores frecuentes durante el habla espontánea, como sustituir o transponer sonidos. También son conscientes de sus errores y mostrarán importantes dificultades para corregirlos.

Por ejemplo:

Clínica: Ahora, quiero que digas algunas palabras después de mí. Di "chico".

Aphasic: Chico.

Clínica: A casa.

Aphasic: A casa.

Clínica: Setenta y nueve.

Aphasic: Noventa y siete. No... sevinty-sine... siventy-nice...

Clínica: Probemos otro. Di "refrigerador".

Aphasic: Frigilador... ¿no? ¿Qué tal... frerigilator... no frigaliterlater... aahh! ¡Está todo mezclado!

En 1970, Tim Shallice y Elizabeth Warrington pudieron diferenciar dos variantes de esta constelación: la reproducción y el tipo de repetición. Estos autores sugirieron un déficit exclusivo de la memoria auditiva-verbal a corto plazo en la afasia de conducción por repetición, mientras que se suponía que la otra variante reflejaba un mecanismo de codificación fonológico alterado, afectando las tareas de confrontación como la repetición, la lectura y la denominación de manera similar.

El daño en el hemisferio izquierdo que afecta las regiones auditivas a menudo resulta en déficits del habla. Las lesiones en esta área que dañan la corriente dorsal sensoriomotora sugieren que el sistema sensorial ayuda en el habla motora. Los estudios han sugerido que la afasia de conducción es el resultado de un daño específico en la circunvolución temporal superior izquierda y/o la circunvolución supramarginal izquierda. La explicación clásica de la afasia de conducción es una desconexión entre las áreas del cerebro responsables de la comprensión del habla (área de Wernicke) y la de la producción del habla (área de Broca). Esto se debe a un daño específico al fascículo arqueado, un tracto profundo de materia blanca. Las personas afásicas todavía pueden comprender el habla ya que la lesión no altera la vía de la corriente ventral.

Signos y síntomas

La afasía de conducción mostrará una comprensión auditiva relativamente bien conservada, que puede incluso ser completamente funcional. Todos los casos son individualizados y únicos en su propia medida. La producción de habla será fluida, gramáticamente y sintácticamente correcta. También se mantendrá la intonación y la articulación. El discurso a menudo contiene algunos errores parafásicos: fonemas y sílabas se dejarán o transpuestos (por ejemplo, "snowball" → "snowall", "television" → "vellitision", "ninety-cinco percent" → "ninety-twenty percent"). El déficit distintivo de este trastorno, sin embargo, está en repetición. La gente afática mostrará la incapacidad de repetir palabras o frases cuando lo solicite un examinador. Después de decir una frase a una persona con afasia de conducción, él o ella será capaz de parafrasear la frase con precisión pero no será capaz de repetirla. Esto es posible porque su "proceso de error de discurso motorizado se interrumpe por predicciones avanzadas inexactas, o porque los errores detectados no se traducen en comandos correctivos debido a daños a la interfaz auditiva-motor". Cuando se le solicite repetir palabras, la persona no podrá hacerlo y producir muchos errores parafásicos. Por ejemplo, cuando se pide con "bagger", una persona puede responder con, "gabber". Los resúmenes recientes sobre el síndrome muestran similitudes entre el habla defectuoso y la escritura y su comprensión relativamente buena. El súbito discurso de una conducción afasica es fluido, pero es largo e inadecuadamente estructurado. Las personas afásicas tienen dificultad en encontrar palabras apropiadas al contexto y en pronunciar con precisión una palabra. Se reconocen errores afásicos en nombrar, leer en voz alta y repetir.

Las personas con afasia de conducción son capaces de expresarse bastante bien, con cierta dificultad para encontrar palabras y comprensión funcional. Aunque las personas con afasia pueden expresarse bastante bien, tienden a tener problemas para repetir frases, especialmente aquellas que son largas y complejas. Durante una evaluación de la afasia, el médico suele examinar la fluidez verbal, la comprensión, la repetición, la lectura, la escritura y la denominación de la persona. Cuando se le pide que repita algo, la persona no podrá hacerlo sin dificultades significativas, e intentará autocorregirse repetidamente (conduite d'approche).

Sin embargo, los afásicos reconocen sus errores e intentarán corregirlos repetidamente. Normalmente, un afásico hará múltiples intentos para corregir los errores hasta que sean correctos. Este reconocimiento se debe a los mecanismos conservados de detección de errores auditivos. Los errores frecuentemente se ajustan a un patrón de aproximaciones incorrectas. Estos errores comunes suelen ocurrir en morfemas que a) comparten uno o más fonemas ubicados de manera similar pero b) difieren en al menos un aspecto que hace que los morfemas sustituidos sean semánticamente distintos. . Este esfuerzo repetitivo por aproximarse a la palabra o frase adecuada se conoce como conduite d'approche. La autocorrección repetitiva es comúnmente utilizada por personas afásicas con afasia de conducción. Debido a su comprensión auditiva relativamente conservada, los afásicos de conducción son capaces de monitorear con precisión e intentar corregir sus propios errores en la producción del habla. Por ejemplo, cuando se le pide que repita "Rosenkranz", un afásico de habla alemana puede responder con "rosenbrau... rosenbrauch... rosengrau... bro... grosenbrau... grossenlau. , rosenkranz,... kranz... rosenkranz".

La afasia de conducción es una discapacidad leve del lenguaje y la mayoría de las personas regresan a su vida normal. Las afasias de Broca y Wernicke suelen ser causadas por accidentes cerebrovasculares de la arteria cerebral media. Los síntomas de la afasia de conducción, como ocurre con otras afasias, pueden ser transitorios y, a veces, durar sólo unas horas o unos pocos días. Como la afasia y otros trastornos del lenguaje frecuentemente se deben a un accidente cerebrovascular, sus síntomas pueden cambiar y evolucionar con el tiempo, o simplemente desaparecer. Si la causa es un derrame cerebral, las personas pueden recuperarse bien, pero pueden tener déficits persistentes. Esto se debe a que la curación en el cerebro después de una inflamación o hemorragia conduce a una disminución del deterioro local. Además, la plasticidad del cerebro puede permitir el reclutamiento de nuevas vías para restaurar la función perdida. Por ejemplo, los sistemas del habla del hemisferio derecho pueden aprender a corregir el daño del hemisferio izquierdo. Sin embargo, la afasia de conducción crónica es posible, sin transformación a otras afasias. Estas personas muestran déficits profundos y prolongados en la repetición, frecuentes parafasias fonémicas y autocorrección repetitiva durante el habla espontánea.

Causas

La afasia de conducción es causada por daño al lóbulo parietal del cerebro, especialmente en lo que respecta al área asociada con la red de la corriente dorsal dominante del hemisferio izquierdo. El fascículo arqueado, que conecta el área de Broca y el área de Wernicke (importantes para la producción y comprensión del habla y el lenguaje, respectivamente), se ve afectado. Estas dos áreas controlan el habla y el lenguaje en el cerebro. El fascículo arqueado es una gruesa banda de fibra que conecta las dos áreas y transporta mensajes entre ellas. Cuando esta zona se daña, la persona experimenta daños en el sistema de integración auditivo-motor. Esto da como resultado una interrupción de la red de retroalimentación auditiva retrasada, lo que hace que el individuo tenga dificultades para corregirse en las tareas de repetición del habla. Además, evidencia reciente sugiere que la afasia de conducción también puede ser causada por lesiones en la circunvolución temporal superior izquierda y/o la circunvolución supramarginal izquierda.

La afasia de conducción también se puede observar en casos de daño cortical sin extensiones subcorticales.

Fisiopatología

Investigaciones recientes han señalado múltiples explicaciones diferentes para la afasia de conducción, que se basa en modelos más nuevos que sugieren que el lenguaje se ve facilitado por "redes modulares de base cortical y anatómicamente distribuidas".

Diagnóstico

Existen varias baterías de pruebas estandarizadas para diagnosticar y clasificar las afasias. Estas pruebas son capaces de identificar la afasia de conducción con relativa precisión. El Boston Diagnostic Aphasia Examination (BDAE) y la Western Aphasia Battery (WAB) son dos baterías de pruebas comúnmente utilizadas para diagnosticar la afasia de conducción. Estos exámenes implican una serie de pruebas, que incluyen pedirle a la persona que nombre imágenes, lea palabras impresas, cuente en voz alta y repita palabras y no palabras (como shwazel). Las neuroimágenes también deben usarse para buscar un derrame cerebral, un tumor, una infección u otra patología en el contexto de la afasia de conducción. Esto se puede hacer mediante una tomografía computarizada, una resonancia magnética o el cerebro; éstas son la primera modalidad de imagen de elección.

Tratamiento

La terapia del habla y del lenguaje generalmente se utiliza como tratamiento. No existen tratamientos médicos ni quirúrgicos. El tratamiento para la afasia generalmente es individualizado y se centra en mejoras específicas del lenguaje y la comunicación, y en el ejercicio regular con tareas de comunicación. Se ha demostrado que la terapia regular para los afásicos de conducción produce una mejora constante en la Western Aphasia Battery. La Western Aphasia Battery evalúa los trastornos neurológicos para discernir el grado y el tipo de afasia presente. La prueba también discierne las fortalezas y debilidades de una persona, lo que puede usarse para tratarla mejor. Los terapeutas deben personalizar su tratamiento para cada paciente. El objetivo principal durante la terapia del habla para personas con afasia de conducción es fortalecer el uso correcto de las palabras y la comprensión auditiva. Un objetivo importante es centrarse en la repetición.

Historia

A finales del siglo XIX, Paul Broca estudió a las personas con afasia expresiva. Estas personas tenían lesiones en la región perisilviana anterior (ahora conocida como área de Broca) y producían un habla entrecortada y laboriosa, carente de palabras funcionales y gramática.

Por ejemplo:

Clínica: ¿Qué te trajo al hospital? Paciente: sí... lunes... papá... Peter Hogan, y papá... hospital... y... miércoles... miércoles... nueve en punto y jueves... diez en punto... doctores dos... dos... doctores y... dientes... y un médico una chica... y chicles, yo.

La comprensión generalmente se conserva, aunque puede haber déficits en la interpretación de oraciones complejas. En un ejemplo extremo, uno de su persona sólo podría producir una sola sílaba, "Tan".

Mientras tanto, Carl Wernicke describió a una persona con afasia receptiva, que tenía daño en el lóbulo temporal superior posterior izquierdo, al que denominó "el área de las imágenes de palabras". Estas personas podían hablar con fluidez, pero su discurso carecía de significado. Tenían un grave déficit en la comprensión auditiva. Por ejemplo, “Médico: ¿Qué le trae al hospital?”

Los dos trastornos (afasias expresiva y receptiva) parecían, por tanto, complementarios y correspondían a dos localizaciones anatómicas distintas.

Wernicke predijo la existencia de afasia de conducción en su histórica monografía de 1874, Der Aphasische Symptomenkompleks: Eine Psychologische Studie auf Anatomischer Basis. Fue el primero en distinguir las distintas afasias en un marco anatómico y propuso que una desconexión entre los dos sistemas del habla (motor y sensorial) conduciría a una condición única, distinta de las afasias expresivas y receptivas, a la que denominó . Leitungsaphasie. No predijo explícitamente el déficit de repetición, pero sí señaló que, a diferencia de aquellos con afasia de Wernicke, los afásicos de conducción serían capaces de comprender el habla correctamente y, curiosamente, podrían escuchar y comprender sus propios errores del habla, lo que lleva a a la frustración y la autocorrección.

Wernicke fue influenciado por Theodor Meynert, su mentor, quien postuló que las afasias se debían a lesiones perisilvianas. Meynert también distinguió entre los sistemas lingüísticos posterior y anterior, lo que llevó a Wernicke a localizar las dos regiones. La investigación de Wernicke sobre las vías de las fibras que conectan las regiones anterior y posterior lo llevó a teorizar que el daño a las fibras debajo de la ínsula conduciría a una afasia de conducción. Ludwig Lichtheim amplió el trabajo de Wernicke, aunque denominó el trastorno afasia comisural, para distinguir entre afasias ligadas a centros de procesamiento.

Sigmund Freud argumentaría en 1891 que el antiguo marco era inexacto; toda el área perisilviana, desde la región posterior hasta la anterior, eran equivalentes para facilitar la función del habla. En 1948, Kurt Goldstein postuló que el lenguaje hablado era un fenómeno central, en contraposición a un conjunto diferenciado y dispar de módulos funcionalmente distintos. Para Freud y Goldstein, la afasia de conducción era, pues, el resultado de una ruptura central del lenguaje; Goldstein denominó el trastorno como afasia central.

Sin embargo, trabajos y exámenes posteriores de las estructuras cerebrales implicaron al fascículo arqueado, un haz de sustancia blanca que conecta la unión temporoparietal posterior con la corteza frontal. Norman Geschwind propuso que el daño a este haz causaba afasia de conducción; los déficits característicos en la repetición auditiva se debían a una transmisión fallida de información entre los dos centros del lenguaje. Los estudios demostraron que los afásicos de conducción tenían una "voz interior" intacta, lo que desacreditó el modelo de déficit central de Freud y Goldstein. La hipótesis de la desconexión de Wernicke-Lichtheim-Geschwind se convirtió así en la explicación predominante de la afasia de conducción. Sin embargo, revisiones e investigaciones recientes han puesto en duda el papel singular del fascículo arqueado y el modelo del lenguaje hablado en general.

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