1980 El asedio de la embajada de la Embajada de la República Dominicana en Bogotá

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El Asedio a la Embajada de la República Dominicana fue el asedio de 1980 a la embajada de la República Dominicana por parte de las guerrillas del M-19 en Bogotá, Colombia. La guerrilla tomó como rehenes a unas 60 personas, entre ellas 15 embajadores. Del grupo inicial, 18 estuvieron cautivos durante 61 días.

Asedio

El asedio comenzó el mediodía del 27 de febrero de 1980, cuando diecisiete guerrilleros vestidos con ropa de abrigo de corredores irrumpieron en el recinto de la embajada, ubicada en un suburbio de Bogotá. Muchos diplomáticos asistían a una recepción diplomática para celebrar el Día de la Independencia Dominicana y en consecuencia fueron tomados como rehenes. Los guerrilleros, armados con granadas y fusiles AK-47, hirieron a cinco personas en el asalto a la embajada. Uno de los guerrilleros fue asesinado inicialmente por la policía.

A los 30 minutos de enterarse de que la embajada dominicana había sido tomada, se estableció un grupo de trabajo colombiano en el séptimo piso del Departamento de Estado. Anthony Quainton, director de la oficina de lucha contra el terrorismo del Departamento de Estado, fue designado para encabezar el grupo de trabajo. La Policía Nacional de Colombia ocupó posiciones estratégicas alrededor de la embajada.

Entre los rehenes se encontraba el nuncio papal en Colombia, Angelo Acerbi, así como los embajadores de catorce países: Austria, Brasil, Costa Rica, República Dominicana, Egipto, El Salvador, Guatemala, Haití. , Israel, México, Suiza, Estados Unidos (Diego C. Asencio), Uruguay y Venezuela. Entre los rehenes también se encontraban diplomáticos de Bolivia, Jamaica, Paraguay y Perú, y civiles y trabajadores colombianos de la embajada.

Los hombres armados exigieron 50 millones de dólares que se recaudarían de los países cuyos diplomáticos fueron retenidos como rehenes. También pidieron la liberación de 311 compañeros encarcelados. Su líder, que se hacía llamar "Comandante Uno" Posteriormente fue identificado como Rosemberg Pabón.

Las autoridades colombianas comenzaron a negociar con la guerrilla después de que ésta amenazara con matar a los rehenes. El 28 de febrero, dieciocho personas, entre ellas el embajador de Costa Rica y otras catorce mujeres, fueron liberadas por los secuestradores. Cinco mujeres más fueron liberadas el 29 de febrero. Las negociaciones lograron la liberación de cuatro cocineros y un camarero el 2 de marzo.

El embajador de Austria fue liberado el 6 de marzo por consideración a su esposa, que se encontraba en el hospital en ese momento. El 8 de marzo, la guerrilla redujo a setenta sus demandas de liberación de 311 prisioneros y redujo la cantidad de dinero solicitada a 10 millones de dólares. A primera hora del 17 de marzo, el embajador uruguayo, Fernando Gómez Fyns, escapó de la embajada saltando desde una ventana y corriendo hacia las tropas que rodeaban el recinto. El mismo día, Fidel Castro ofreció asilo a los guerrilleros en Cuba.

Del 30 de marzo al 19 de abril, la guerrilla liberó al cónsul de Costa Rica y a todos los rehenes no diplomáticos restantes. Solicitaron una reunión en Panamá con líderes colombianos para resolver la crisis, pero fueron negadas por el gobierno colombiano. Su demanda de liberación de una docena de prisioneros fue denegada, aunque se les pagó 2,5 millones de dólares en concepto de rescate.

El 27 de abril, los embajadores de Venezuela, República Dominicana, Israel y Egipto fueron liberados por los secuestradores, junto con dos colombianos. Los dieciséis guerrilleros abandonaron la embajada con los doce diplomáticos restantes como rehenes bajo la supervisión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos y abordaron un vuelo de Cubana de Aviación con destino a Cuba. Fueron aclamados por muchos colombianos que los esperaban en el aeropuerto. Volaron a La Habana, donde los diplomáticos fueron liberados y regresaron a sus países de origen.

Consecuencias

El líder del grupo M-19, Rosemberg Pabón, prometió regresar a Colombia. Después de vivir en el exilio en Cuba, finalmente regresó a Colombia a tiempo para participar en el asedio del M-19 a su ciudad natal de Yumbo. La segunda al mando del M-19, una guerrillera llamada Carmenza Cardona Londoño, conocida por su nombre de guerra 'La Chiqui', regresó a Colombia después de pasar un tiempo en La Habana, y murió en combate con el ejército colombiano unos años después. Francia concedió asilo político a la tercera al mando del M-19 durante el asedio a la Embajada, Ligia Vásquez, conocida como 'Comandante María'. Actualmente vive en Estrasburgo.

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