El Código Napoleónico de 1804
El Código de Napoleón, o Napoleónico, es la primera codificación estandarizada y unificada del derecho civil contemporáneo, expedida en el año 1804... (leer más)
La Constitución de los Estados Unidos, oficialmente "Constitution of the United States", es el cuerpo normativo constitucional vigente en los Estados Unidos de América, siendo la primera constitución de la modernidad y la segunda más antigua que se encuentra en vigencia.
Promulgada por la convención constitucional de Filadelfia el 17 de septiembre de 1787, su historia encierra los cambios sociopolíticos que ha vivido Estados Unidos a lo largo de los últimos tres siglos, pues además de los siete artículos originales, esta constitución se compone de una serie de reformas sumarias llamadas enmiendas.
Esta constitución estableció por primera vez un sistema republicano y presidencialista, y puso en práctica muchas de las teorías que las corrientes ilustradas europeas habían desarrollado entre los siglos XVII y XVIII, como la tridivisión de los poderes públicos, o un poder ejecutivo responsable política y electoralmente ante sus ciudadanos.
Antes de la Constitución de 1787, la estructura jurídico-administrativa de los Estados Unidos era muy diferente a la nación que se conoce actualmente. Por un lado carecía de un gobierno centralizado, que ejerciera jurisdicción por sobre todos los territorios de la nación, y además, cada estado era casi totalmente independiente, por lo que los unía más un acuerdo mutuo que una estructura nacional.
Pero eso cambió con la Constitución de 1787, que creó (a) una estructura federal de instituciones que rigieran por sobre todo el territorio nacional, y un gobierno central para los estados constituyentes (federados), capaz de ejercer su soberanía sobre ellos. Además, (b) puso en práctica la división de los poderes públicos como forma de lidiar con el problema de la tiranía estatal.
Y esta nueva estructura creó la figura del presidente, fusionando por primera vez las funciones del ejecutivo y de la jefatura de estado dentro de un gobierno central en una república moderna. Esta figura sería adoptada por la mayoría de estados liberales posteriores, y es aún hoy el modelo republicano más extendido.
Luego de creada la Unión de las Trece Colonias, y de lograda la aceptación de su independencia por parte del Imperio Británico, en el marco de los Tratados de Versalles de 1783, la nueva nación se encontraba en dificultades para tener un gobierno eficiente, que se hicieron evidentes en los años posteriores.
El principal problema era que el gobierno central no tenía poderes efectivos, ni la capacidad para gestionar recursos. El Congreso Continental podía imprimir dinero pero este no valía nada, también podía pedir dinero prestado, pero no podía devolverlo. Ningún estado pagó todos sus impuestos confederales; e incluso algunos no pagaron nada.
El gobierno era incapaz de pagar los intereses sobre la deuda de los gobiernos extranjeros y para 1786, Estados Unidos dejaría de pagar las deudas pendientes a medida que vencieran sus fechas. A nivel internacional, Estados Unidos tenía poca capacidad para defender su soberanía. A la mayoría de las tropas del ejército no les habían pagado; algunos desertaban y otros amenazaban con amotinarse.
España cerró Nueva Orleans al comercio estadounidense; Los funcionarios estadounidenses protestaron, pero sin resultado. La piratería comenzó a apoderarse de los barcos comerciales estadounidenses; el Tesoro no tenía fondos para pagar los rescates. Si alguna crisis militar requería acción, el Congreso no tenía crédito ni poder impositivo para financiar una respuesta.
Y en 1786 corría el rumor de que un "partido sedicioso" de legisladores de Nueva York había abierto una conversación con el virrey de Canadá. Hacia el sur, se decía que los británicos financiaban abiertamente las incursiones de los indios creek en Georgia, y el estado estaba bajo la ley marcial. Además, durante la Rebelión de Shays (1786) en Massachusetts, el Congreso no pudo proporcionar dinero para apoyar a un estado constituyente en peligro. El general Benjamin Lincoln se vio obligado a recaudar fondos de los comerciantes de Boston para pagar un ejército de voluntarios.
El Congreso se paralizó, y dado el quórum no podía hacer nada significativo sin al menos nueve estados, y en algunos casos requerían de los 13.
La primera constitución de la Unión de las Trece Colonias puede trazarse hasta 1776, en el mismo año en el que se promulgó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América. Esta constitución también llamaba a la Unión como: "Los Estados Unidos de América", pero adoptaba el modelo de una confederación, carente de un estado central.
Esta primera constitución se componía de instancias de coordinación común, como un congreso y tribunales, muy similar a la estructura que ha adoptado la Unión Europea para funcionar.
Sin embargo, entre los años 1776 y 1783 se hizo innecesaria plantear reformas a este texto constituyente, conocido en la historiografía angloparlante como "Los Artículos de la Confederación", pues durante siete años la Guerra permitió la existencia de un gobierno central de facto, del cobro de impuestos, del pago de los soldados y del mantenimiento del orden.
Pero tan pronto se firmó el reconocimiento de los Estados Unidos como una nación independiente, con el tratado de París (1783), todo cambió, pues el gobierno central comenzó a tener problemas para mantener su poder en algunas áreas como un ejército común contra las revueltas, tarifas arancelarias, pago de impuestos, o defensa de los estados coloniales europeos.
Es así que en 1787 se redactó y presentó una nueva Constitución, para presentarse en la convención de Filadelfia el 28 de septiembre del mismo año y que fue ratificada totalmente el 21 de junio de 1788. Sin embargo no sería sino hasta el 4 de marzo de 1789 que entraría en vigor hasta el día de hoy, convirtiéndose en la constitución federal vigente más antigua del mundo.
Luego de los incidentes que paralizaron la administración de la Confederación Americana en 1886, el 21 de febrero de 1787, el Congreso de la Confederación convocó una convención de delegados estatales en Filadelfia para proponer una revisión general a los Artículos de la Confederación (la anterior norma constitucional).
Así, entre el 14 de mayo de 1787 al 24 de julio del mismo año, se dieron los debates sobre las nuevas reformas a la antigua constitución confederal, los cuales iniciaron como una propuesta de gobierno central dentro de la antigua constitución confederal, pero terminaron por convertirse en una propuesta de nación nueva.
Su intención era la de "hacer que la constitución federal sea adecuada a las exigencias del gobierno y la preservación de la Unión", pero las adecuaciones se hicieron cada vez más larga, y terminaría por dar origen a una nueva Constitución federal.
Tras comenzar el remplazo del gobierno confederal adoptado una década antes por las Trece Colonias (1777), se desarrollaron dos partidos al interior del Convención para ratificar la nueva propuesta de un gobierno federal: por un lado estaba los antifederalistas, que proponían mantener en vigencia una estructura descentralizada, con coordinación unánime por parte de los estados.
Y por el otro lado, los federalistas, que abogaban por crear un nuevo gobierno federal, capaz de tener absoluta independencia del gobierno de cada uno de los estados en el ejercicio de sus funciones, y que permitiera gestionar mejor la nueva república, que por aquel entonce acaba de independizarse de la Corona Británica.
Especialmente luego de eventos como la Rebelión de Shays (1786), que hicieron replantear a los fundadores su capacidad de mantener a la nación independiente y estable.
Así, a lo largo de todo el año 1787 se dieron disputas ideológicas en todos los estados, y especialmente en el estado de Nueva York, en donde se imprimieron los comentarios conocidos como "The Federalist Papers" a favor de la federación y que han sido citados por la misma Corte Suprema Americana.
Y el siguiente año, el 21 de junio de 1788 la constitución fue ratificada por una ajustada mayoría de nueve votos ─de trece─, entrando en vigencia el 13 de septiembre de 1788, con las últimas sesiones de la Convención Continental; y dando inicio al gobierno federal 4 de marzo de 1789, y al primer presidente, George Washington, el 30 de abril del mismo año.
Desde la vigencia de la Constitución de 1787 (en 1788), esta ha tenido 27 enmiendas, que junto con la misma constitución original y la jurisprudencia de la Corte Suprema de los Estados Unidos, conforman el conforman el bloque de constitucionalidad del país norteamericano.
En sentido estricto tanto los artículos de la Constitución de 1787 como las enmiendas posteriores son la Constitución de los Estados Unidos de América, pero las enmiendas suelen estudiarse por aparte, especialmente porque cada una desarrolla aspectos aislados y con su propia jurisprudencia. Por ejemplo las 10 primeras enmiendas se llaman en su conjunto el Bill of Rights de los Estados Unidos.
Y para cuestiones historiográficas, la Constitución de 1787 es la versión original expedida en dicho año, ─carente de enmiendas─, ya que esta constitución continúa en vigencia con las modificaciones que ha tenido a lo largo del tiempo, muchas de las cuales pertenecen a contextos historiográficos diferentes, como las luchas por los derechos civiles o la Guerra Civil.
Aunque la Constitución de los Estados Unidos es un documento original, pues integra muchas innovaciones jurídicas propias del contexto sociocultural de sus fundadores, como la asociación entre sujetos federados de igual rango dadas las condiciones geográficas en que se encontraban las Trece Colonias.
Esta constitución recibió, en adición a estas nuevas ideas, la influencia de dos principales fuentes: (a) la historia de lucha antiabsolutista en contra de los monarcas ingleses, desde la Carta Magna de 1215 ─que influyó la cláusula del debido proceso─, hasta el Bill of Rights inglés de 1689, sucedido menos de un siglo antes.
Y por el otro lado (b) los pensadores ilustrados europeos, especialmente ingleses y franceses de los siglos XVII y XVIII, como William Blackstone, John Locke o Montesquieu, quienes delimitaron los conceptos de poder y ejercicio del poder que permitió a los fundadores americanos dimensionar una estructura política, no consuetudinaria, basada en pesos y contrapesos para el ejercicio del poder estatal.
Otros como Edward Coke, sembraron las bases jurídicas de los derechos que llevaron a la Revolución Americana, como en las Cartas de Virginia de 1606, en las que este interpretó que los colonos americanos gozaban de los mismos derechos que los nacidos en Inglaterra, inculcando con el tiempo una identidad de trato igualitario.
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Anavitarte, E. J. (2012, May). La Constitución de los Estados Unidos de 1787. Academia Lab. https://academia-lab.com/2012/05/19/la-constitucion-de-los-estados-unidos/
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